Lección 10: Mujeres de misión
Para el 6 de septiembre de 2008
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Lee: Lucas 8:41-55; Juan 4:1-40; Hechos 16:14-16; 18:1-3, 24-28; Romanos 16:3-5.
Descubre: ¿Cuál era el papel de las mujeres en el ministerio de Cristo?¿Quiénes mujeres estaban involucradas directamente en el ministerio de Jesús?¿Por qué Jesús derribó las costumbres rabínicas con respecto al trato de las mujeres? ¿Cuán involucradas estaban las mujeres en las actividades misioneras en la iglesia primitiva?¿Cuáles fueron los avances de la misión de la iglesia a través de ellas? Hermano, ¿Apoyas a las mujeres para que realicen su ministerio en la iglesia? Hermana, ¿Cumples tus deberes tanto en el hogar como en la iglesia? ¿Cuán penetrada estas en las actividades misioneras de la iglesia en este momento? ¿Qué lecciones podemos aprender de las historias de Lucas, Juan y del apóstol Pablo acerca de las mujeres misioneras?
Memoriza y considera: “Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama” (Luc. 7:47).
Pensamiento clave: Aunque las mujeres a menudo ocupan lugares secundarios, el Nuevo Testamento las muestra grandemente involucradas en hacer avanzar la misión de la iglesia.
PROPÓSITOS DE LA LECCIÓN DE ESTA SEMANA
· Saber cuál es la diferencia entre las reglas y los reglamentos culturales, y las reglas y los reglamentos con autoridad bíblica.
· Sentir la responsabilidad de asegurarte que todos los miembros de la sociedad reciban el honor y el respeto que merecen.
· Hacer un plan por el que la clase pueda realizar las cosas que están bajo “saber” y “sentir” indicadas arriba.
Lucas es el único evangelista que registra muchos de los detalles de los comienzos de la vida de Jesús, y con frecuencia lo hace refiriéndose a las mujeres implicadas: María, Elisabet y Ana. En otros pasajes menciona a la viuda de Naín, a la mujer del banquete de Simón, a las mujeres aquí nombradas, a Marta, a cierta mujer paralítica, como también a la hija de Jairo y a la mujer enferma que fue sanada en esa misma ocasión.
En Hechos menciona a Safira, Priscila, Drusila, Berenice, Tabita, Rode, Lidia y varias otras. Es como si Lucas estuviera afirmando que el Evangelio del reino de los cielos era tanto para las mujeres como para los hombres, y que la parte de ellas en la proclamación de las buenas nuevas era tan importante como la de los hombres. Una de las características del Evangelio de Lucas es que menciona frecuentemente el ministerio de Cristo en favor de las mujeres de Palestina, y el servicio de algunas de ellas para Jesús. Esto era algo nuevo, porque el papel que la mujer judía desempeñaba en la vida pública había sido relativamente pequeño, aunque, en casos aislados, profetas como Eliseo habían auxiliado a mujeres y habían sido atendidos por ellas.
I. JESUS Y LA MUJER
· ¿Existen prejuicios en tu mente acerca del trabajo misionero que realizan las mujeres? ¿Sí? ¿No?¿Por qué?
· ¿Qué actitudes y prejuicios sueles mantener que son contrarios a la Palabra de Dios?(Gál 3:28)
La actitud de Jesús hacia las mujeres
“Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él, y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes”(Lucas 8:1-3).
1. ¿Cuál fue la actitud de Jesús con las mujeres? ¿Cómo las trató?
Jesús nunca hizo campañas en favor de los derechos de la mujer, pero su trato con ellas, cuando se lo considera en el marco de las ideas y costumbres de la época, es revolucionario. Los lectores modernos no perciben el impacto del sereno desprecio de Jesús por las costumbres de Palestina en el Siglo I d.C. en su trato con las mujeres como personas de valor.
· Aunque la mujer judía de esos días podía, de acuerdo con su capacidad y sus oportunidades, tener una influencia considerable sobre su esposo e hijos, su ámbito de acción era principalmente el hogar (esposa, madre y dueña de casa).
· En cierta forma, tenía menor libertad que en épocas anteriores, a menos que perteneciera a la clase obrera y tuviera que trabajar junto a los hombres en el campo o el taller para ayudar a mantener a su familia.
· Era miembro de la comunidad religiosa, pero en forma limitada.
· Podía asistir a la sinagoga en la sección de las mujeres, probablemente una galería, y podía participar de las grandes fiestas anuales con su familia. Pero estaba eximida de estudiar la Torá y de todo deber religioso positivo relacionado con momentos específicos, aunque la principal excepción a esto era la preparación y la observancia del el sábado.
· En el templo podía pasar más allá del atrio exterior de los gentiles, hasta el de las mujeres, pero no podía entrar en el atrio de Israel, que estaba junto al de los sacerdotes, reservado para los hombres israelitas. Basta percibir que se juzgaba un escándalo que un hombre hablara con una mujer en la calle y que los rabinos a menudo las considerasen inferior y un peligro para la moralidad de un hombre.
2. ¿Por qué Jesús quebrantó las reglas rabínicas? ¿Qué principios aplicó? ¿Qué principios son aplicables para nuestros días?
· Jesús no solamente recibió las mujeres como discípulos, sino que aceptó tanto la asistencia como el dinero de ellas, y permitió que lo acompañaban con los Doce en sus viajes, con este acto, violó las costumbres rabínicas (Luc. 8:1-3; Mat. 27:55, 56; Marcos 15:40,41), y que fueron las primeras en llevar la noticia de la resurrección (Luc. 23:55-24:10).
· Sorprendió a sus discípulos al conversar con una mujer junto al pozo, en Samaria (Juan. 4:7, 27). “Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber” (Juan 4:7).
· Escandalizó a su huésped fariseo Simón al mostrar gratitud y comprensión por el perfume de María (Mat. 26:6-13; Luc. 7:36-50). Aceptó la amistad y la hospitalidad de Marta y María, el registro bíblico dice: “Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra” (Luc. 10:38-42; Juan. 11:1-5). Pero en medio de todo esto, sus peores enemigos nunca pudieron acusarlo de impureza en palabras o actos.
· Enseñó un elevado concepto del matrimonio y restringió el divorcio al caso de infidelidad conyugal; sustentó la norma única al exigir pureza de los hombres (Mat. 5:27-32). Sin embargo, sin condonar el pecado, perdonó a la adúltera que fue llevada ante él (Juan. 8:1-11).
· Muchas de sus parábolas se basaron en experiencias de las mujeres. Tomó nota de la pobre viuda cuyas dos moneditas de cobre fueron evaluadas por Jesús como superiores a los dones de los ricos (Mar. 12:41-44).
· Su primer milagro fue realizado respondiendo a un deseo de su madre (Juan. 2:1-11); y casi las últimas palabras que dijo en la cruz fueron para su madre al ponerla al cuidado del discípulo Juan (19:25-27).
Jesús era revolucionario, transformador, liberador, innovador, restaurador, sensible y daba apoyo. Ninguno era ignorado, marginado o expulsado de su presencia. Los discípulos contemporáneos deberían imitarlo, y ser modelos de su ejemplo para todas las clases, culturas, géneros, pueblos y naciones.
Dos eventos simultáneos
“Entonces vino un varón llamado Jairo, que era principal de la sinagoga, y postrándose a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa; porque tenía una hija única, como de doce años, que se estaba muriendo. Y mientras iba, la multitud le oprimía. Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre. Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado? Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí. Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada. Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz. Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del principal de la sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro. Oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva. Entrando en la casa, no dejó entrar a nadie consigo, sino a Pedro, a Jacobo, a Juan, y al padre y a la madre de la niña. Y lloraban todos y hacían lamentación por ella. Pero él dijo: No lloréis; no está muerta, sino que duerme. Y se burlaban de él, sabiendo que estaba muerta. Mas él, tomándola de la mano, clamó diciendo: Muchacha, levántate. Entonces su espíritu volvió, e inmediatamente se levantó; y él mandó que se le diese de comer”(Lucas 8: 41-55).
3. Considera, ¿Por qué la mujer del relato se acercó a Jesús en forma silenciosa para ser sanada, en cambio la petición de Jairo la hizo en forma pública? ¿Cuál es la diferencia entre cómo ella se acercó a Jesús y cómo lo hizo Jairo a favor de su hija?
Quizá la mujer, desde hacía un tiempo, había hecho planes para llegar hasta Jesús, pero esto le resultó imposible en ese entonces debido a que el Maestro se ausentó de Capernaúm durante el segundo viaje por Galilea. Cuando supo que Jesús había vuelto a Capernaúm, se apresuró a ir a la orilla del lago, donde él estaba enseñando y sanando (Mar. 5:21). Pero lo buscó en vano. Finalmente, sabiendo que él estaba en el hogar de Mateo, fue hasta allí con la esperanza de encontrarlo, pero otra vez llegó demasiado tarde (DTG 311). En esta oportunidad, debido a que Jesús avanzaba muy lentamente en dirección de la casa de Jairo, finalmente lo alcanzó.
· Por la pérdida de sangre a causa de su enfermedad, debe haber estado físicamente muy débil.
· Además estaba desanimada por los muchos vanos intentos de que los médicos la curaran.
· Por otro lado, resultaba embarazoso la naturaleza de la enfermedad misma, junto con la impureza ritual que implicaba. El simple hecho que era una mujer no tenía los mismos privilegios de un hombre de acuerdo a las costumbres rabínicas.
· Podría ser que hubiera vacilado en presentar verbalmente su pedido a Jesús, especialmente en la presencia de tantos extraños, para que él no le preguntara en cuanto a la naturaleza de su mal, lo que parece que Jesús había hecho en algunos casos (Mar. 10: 51).
II. DE PECADORA A EVANGELISTA
“…Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo…Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber…La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo Judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritano?...Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva…cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna…Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas. Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo. En esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con una mujer; sin embargo, ninguno dijo: ¿Qué preguntas? o, ¿Qué hablas con ella? Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo? Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él” (Juan 4:4-30)
1. ¿Qué hizo Jesús para ganar la confianza de la mujer samaritana y transformarla en evangelista?
1) Llamó su atención (Juan 4:7,9).
· Jesús: “Dame de beber”
· Samaritana: “¿Cómo tú, siendo Judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritano?”
2) Despertó su interés (Juan 4:10-12).
· Jesús: “Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva”
· Samaritana: “Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva? ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo?”
3) Creó un deseo (Juan 4:13-15).
· Jesús: “Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás”
· Samaritana: “Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla”
4) Produjo en ella una convicción (Juan 4:16-20).
· Jesús: “Ve, llama a tu marido, y ven acá”
· Samaritana: “No tengo marido”
· Jesús: “Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido”
· Samaritana: “Señor, me parece que tú eres profeta”
5) Intensificó el deseo y la convicción (Juan 4: 20-25).
· Samaritana: “Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar”
· Jesús: “Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre…Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad”
· Samaritana: “Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas”
6) Jesús la llevó a la decisión y a la acción (Juan 4:26, 28,29).
· Jesús: “Yo soy, el que habla contigo”
· Samaritana: “Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?”
Resultados de esta conversación
· La mujer samaritana aceptó a Cristo como su salvador personal e inmediatamente, convirtiéndose en evangelista.
· Muchos de los moradores de la ciudad vinieron a Jesús y le rogaron que se quedara con ellos.
· Muchos creyeron por el testimonio de la mujer samaritana.
· Muchos creyeron por lo que oyeron ellos mismos de Jesús
III. MUJERES EN LA IGLESIA PRIMITIVA
- ¿Por qué muchos estudiosos de la Biblia tienen prejuicios en contra de la mujer, con respecto a los quehaceres y sus participaciones religiosas dentro de la misma iglesia?
- ¿Qué quiso enseñar el apóstol Pablo al dirigir su primera carta a los corintios, al abordar el tema de las participaciones la mujer dentro de la iglesia?
1. ¿Cuántas mujeres fueron involucradas en las actividades misioneras en la iglesia primitiva? ¿Quiénes fueron? ¿Cómo se llamaron? ¿Qué lecciones podemos aprender de ellas para ser Agentes de Esperanza? (Hechos 18:1- 3, 24-28; Romanos 16:3-5; 1 Corintios 16:19)
“Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, que expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles. Saludad también a la iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para Cristo” (Rom. 16:3-5).
Con excepción de Dorcas y Safira, que están relacionadas con Pedro, casi todas las mujeres de la iglesia primitiva mencionadas en la Biblia están asociadas con Pablo. El primer contacto de Pablo con mujeres cristianas fue la persecución de que él las hizo objeto (Hech. 8:3; 9:2), probablemente algunas del "gran número así de hombres como de mujeres" (Hech. 5:14) que se añadieron a la iglesia después del Pentecostés. Pero fue Pablo quien puso en palabras la gran declaración de la iglesia naciente: "Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abrahán sois, y herederos según la promesa" (Gál. 3:28, 29).
- En el libro de Hechos y en las epístolas encontramos muchos nombres de mujeres activas en la iglesia.
- En Listra estaba Eunice, la madre de Timoteo (Hech. 16:1; 2 Tim. 1:5).
- En Filipos, Lidia, la primera conversa de Europa (Hech. 16:8-15), y también Evodia y Síntique, colaboradoras de Pablo (Filp. 4:2, 3).
- En Atenas, Dámaris (Hech. 17:34).
- En Corinto, Priscila, que con su esposo Aquila trabajaron con Pablo y lo acompañaron a Efeso (Hechos 18:1-3, 18, 19).
- A Febe como “diaconisa de la iglesia en Cencrea” (Rom. 16:1). Vivía en un puerto marítimo oriental de Corinto, a unos 11 km. de la ciudad.
2. En 1 Corintios 14, ¿Por qué Pablo pide a las mujeres que guarden silencio en la iglesia y pregunten después a sus esposos en casa? Porque, ¿Son subordinadas? o ¿Provocan confusión con sus preguntas?
“Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos, vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley los dice. Y si quieren aprender algo, pregunte en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación. (1 Cor. 14: 33-35)
Dios no es desordenado ni produce desorden, desunión, discordia o confusión. El verdadero culto de Dios no produce desórdenes de ninguna clase. Este versículo presenta un principio general que rige en el cristianismo, y que se deriva de la naturaleza de Dios. El es Dios de paz, y no se debe enseñar que podría complacerse con un culto caracterizado por confusión de ninguna clase (Rom. 15: 33; 16: 20, 1 Tes. 5: 23; Heb. 13: 20).
- El cristianismo tiende a promover el orden (1 Cor. 14: 40).
- Nadie que es dócil a la conducción del Espíritu Santo estará dispuesto a participar en escenas de desorden y confusión como las que resultarían si varias personas hablaran en lenguas o profetizaran al mismo tiempo.
- El que rinde culto está dispuesto a expresar su amor y gratitud a Dios en oración y testimonio, pero lo expresa con seriedad, delicadeza y un genuino respeto por el mantenimiento del orden en la casa de Dios, y no con un deseo de interrumpir y perturbar el decoro del culto de Dios.
Pablo hace notar que el principio de una conducta ordenada en el culto a Dios prevalecía en todas las iglesias y, por lo tanto, debía ser aceptado también en Corinto. Dios es el autor de la paz en todos los lugares, y los que verdaderamente creen en él procuran preservar la paz cuando lo adoran, dominando cualquier deseo de auto ensalzamiento mediante una exhibición inoportuna de los dones del Espíritu dados a ellos.
Si la última parte del verso 33 se relaciona con el verso 34, entonces, la expresión es: “Como en todas las iglesias de los santos, vuestras mujeres callen en las congregaciones”. Si así fuera, la orden de que las mujeres callaran no habría sido una restricción únicamente regional debido a alguna circunstancia local, sino un reflejo de una costumbre general de todas las iglesias. Según 1 Tim. 2: 11-12 puede deducirse que la costumbre era general, pues Pablo, sin especificar ninguna iglesia particular, amonesta: "La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio".
Algunos han encontrado difícil de entender esta prohibición, no sólo en términos de nuestros conceptos modernos del lugar de la mujer en la iglesia, sino también debido al lugar y al servicio de las mujeres en la historia de la Biblia (Juec. 4: 4; 2 Rey. 22: 14; Luc. 2: 36-37; Hech. 21: 9).
Pablo mismo alabó a las mujeres que trabajaban con él en el Evangelio (Fil. 4: 3). No hay duda de que las mujeres desempeñaron un papel definido en la historia de la iglesia. ¿Por qué, pues, había de impedírseles que hablaran en público? La respuesta se encuentra en el verso 35. “Y si quieren aprender algo, pregunte en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación”.
Las Escrituras enseñan que a la mujer, debido a su parte en la caída del hombre, Dios ha asignado un lugar de subordinación frente a su esposo (Gén. 3: 6, 16; Efe. 5: 22-24; 1 Tim. 2: 11-12; Tito 2: 5; 1 Ped. 3: 1, 5-6). El cambio de la naturaleza del hombre ocasionado por la entrada del pecado en su vida, terminó con la existencia armoniosa que la pareja había conocido antes. No convenía más que el esposo y la esposa tuvieran igual autoridad en la conducción del hogar, y Dios prefirió colocar sobre el hombre la responsabilidad mayor de tomar las decisiones en su familia y de instruirla (PP 41-42).
Desde la perspectiva del verso 35, concluimos que las mujeres provocaban confusión con sus preguntas, y esto era "indecoroso" porque las costumbres de los griegos y de los judíos ordenaban que las mujeres se retiraran cuando se discutían los asuntos públicos. La violación de esa costumbre sería considerada como una deshonra y habría sido una vergüenza para la iglesia.
3. El caso de Adán y Eva, ¿sugiere una situación entre esposos o una regla general?
La amonestación a enseñar a las esposas a ser obedientes a sus maridos está acompañada por una razón: "Para que la palabra de Dios no sea blasfemada" (Tito 2:4, 5). Notemos que la misma razón se da para que los esclavos cristianos honren a sus amos: el bien de la causa (1 Tim. 6:1).
Las opiniones todavía difieren con respecto a la actitud de Pablo hacia las mujeres, pero ciertamente él aceptó y apreció calurosamente a muchas de ellas como amigas y colaboradoras (Rom. 16), y presentó el gran ideal de que "ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús" (Gál. 3:28).
IV. MUJERES DE HOY
“Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas” (Prov. 31:10).
“Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, ésa será alabada” (Prov. 31:30).
1. ¿Quién es una mujer virtuosa? ¿Cuáles son las características distintivas de una mujer misionera?
La "mujer virtuosa" es, literalmente, una "mujer de poder", es una mujer fuerte, vigorosa, y que posee excelentes cualidades; es una mujer de carácter firme.
· Una mujer activa siempre siente verdadero placer al realizar sus labores con eficiencia. Son características distintivas de las mujeres sabias: comprar sólo lo mejor al precio más bajo pero de calidad. Este impulso hace que una mujer compre algo mejor aunque tenga que caminar largas distancias. Además, le agrada presentar sorpresas durante las comidas: un alimento no común traído "de lejos".La mujer virtuosa en coordinación con su esposo enseña a sus hijos el trabajo cotidiano que se debe realizar con un horario programado, enseña a sus hijas o la servidumbre si las tiene a ser tan diligentes como ella. El dinero ganado es distribuido equitativamente, compra las cosas que realmente necesita para el mantenimiento de la familia. La esposa y madre capaz se maneja con la dignidad consciente de haber demostrado su habilidad. Sonríe frente al futuro porque ha hecho amplia provisión para las contingencias.
La mujer que desperdicia su tiempo chismeando, nunca podrá cumplir las muchas actividades útiles que el Señor ha encomendado, una mujer virtuosa es aquella que emplea su tiempo para amar a Dios y su prójimo. La bondad se manifiesta en su voz de suaves tonos, tonos que ayudan a mantener el orden apacible de su casa y con los que se relaciona.
· La belleza exterior de una mujer es pasajera y marchita, pero la belleza interior perdura para siempre. El encanto y la hermosura son de poco valor en sí mismos. Algunas mujeres de cuerpo y rostro hermosos no son tan bellas bajo las presiones del ajetreo diario. La belleza es alabada por los que no piensan, pero la mujer que realmente tiene valor, hermosura y encanto verdaderos es la que teme al Señor, la que vela por los intereses de su familia y la viña del Señor; es una persona que pertenece y cumple la misión de Cristo; es aquella que es un Agente de Esperanza, una Misionera de Dios.
2. ¿Cuál es el papel de la iglesia de hoy?
“A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia” (Deut. 30: 19)
“Los que llevan adelante la obra de Dios deben permanecer firmes y constantes, como fieles centinelas en el ejército del Señor. Deben estar bajo la bandera manchada con sangre del Príncipe Emmanuel. Ha de darse a conocer la verdad para este tiempo. Debe proclamarse el último mensaje de misericordia. Los hombres y las mujeres deben despertar a fin de prepararse para los grandes acontecimientos que están delante de ellos. . .
La razón por la cual los hombres y las mujeres de hoy día no creen en la verdad, se debe a que ella condena las prácticas de su vida. Se dan cuenta de que demanda una reforma, y la combaten debido a que detestan la obra involucrada en la santificación” (Alza tus ojos, p. 138)
REFLEXIONES Y APLICACIONES PARA LA VIDA
Mí querido(a) amigo(a), hermano(a): ¿Qué actitud tomas, cuando el Señor te llama para realizar una actividad importante en su obra? En la feligresía de tu iglesia, ¿Quién predomina? ¿Las mujeres o los hombres? ¿Cuáles son las razones? ¿Por qué la iglesia no debiera minimizar el trabajo de los discípulos femeninos? ¿Aceptó Jesús de forma diferente a las mujeres como discípulas? ¿Qué métodos has utilizado para la predicación del evangelio y cuál para hacer discípulos? ¿De qué manera puedes ayudar, para que tu iglesia sea un lugar donde todos sean bienvenidos y puedan encontrar un espacio para servir a Dios?
Reflexiona conmigo el siguiente texto: “En esta época nuestra, las oportunidades para tratar con hombres y mujeres de todas clases y de muchas nacionalidades son aún mayores que en los días de Israel. Las avenidas de tránsito se han multiplicado mil veces. Como Cristo, los mensajeros del Altísimo deben situarse hoy en esas grandes avenidas, donde pueden encontrarse con las multitudes que pasan de todas partes del mundo. Ocultándose en Dios, como lo hacia él, deben sembrar la semilla del Evangelio, presentar a otros las verdades preciosas de la Santa Escritura, que echarán raíces profundas en las mentes y los corazones y brotarán para vida eterna” (Profetas y Reyes, p. 54).
Resumen: El pueblo de Dios, hoy, necesita hacer una distinción clara entre costumbres culturales y principios bíblicos. Las costumbres culturales son cambiables; los principios bíblicos no lo son. Jesús siempre se centraba en los principios bíblicos y la misión de la iglesia.
Ore conmigo, por favor…“Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”… Feliz sábado
Elaboró: Delfino Jarquín, Si usted gusta ver los demás comentarios haga clic en:
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Bibliografía: Krause Gary, Agentes de esperanza: Los grandes misioneros de Dios, Guía de estudio de la Biblia, Edición para maestros, Julio-Septiembre de 2008__Notas de E.G. White para las Lecciones de la Escuela Sabática, Julio-Septiembre de 2008__G. White Ellen: El Deseado de todas las gentes, Los Hechos de los apóstoles, Servicio Cristiano eficaz__Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día: Comentario Bíblico adventista del Séptimo Día, Tomo IV, V, VI &,VII- Diccionario Bíblico Adventista del Séptimo día, - Creencias de los Adventistas del Séptimo Día, 1988 & 2006, _D. Thomas Jerry, Las 28 Creencias fundamentales para mí, APIA, 2007_A. Agboka Christelle, Brown Nathan, Bosire Jared, et al, Agentes de esperanza: Los grandes misioneros de Dios, Guía de es estudio de la Biblia para jóvenes, El universitario, Julio-Septiembre de 2008.
Hermanos y maestros de la Escuela Sabática, espero que les pueda servir de ayuda este material. El propósito es, abarcar toda la lección de la semana; considerando los objetivos principales y aplicándolos en nuestra vida cristiana...gracias por las sugerencias y comentarios que nos han enviado; que la honra y la gloria sea para Dios. Ahora el correo es: delfino_comessab@hotmail.com; delfinosabbathschoolcomment@gmail.com ¡Dios les bendiga hermanos en cada una de sus actividades!, y esperando pronto la bendita esperanza de la Segunda Venida de Cristo Nuestro Señor, se despide su hermano en Cristo: Defino Jarquín López.