Lección 8: De la insensatez a la fe: el apóstol Pedro
Para el 23 de agosto de 2008
http://docs.google.com/Doc?id=dkc3vcv_53fwxcccff
http://groups.google.com.mx/group/fino2008escuelasabatica/files
Lee: Hechos 2:14-40; 3; 5:1-11; 1 Pedro; 2 Pedro.
Descubre: ¿Cómo era el carácter de Pedro? ¿Qué cambios se dieron en la vida de Pedro? ¿Cuáles son las evidencias de que Pedro hizo cambios en su vida? ¿De qué manera el apóstol fue transformado? ¿Qué implica ser cristiano? De acuerdo con las dos epístolas de Pedro, ¿Qué observas en el carácter de Pedro ahora? ¿De qué manera la vida de Pedro cambió? ¿Cuál es el secreto? ¿Qué aspectos de tu propia vida podrían cambiar ahora mismo? ¿Qué pasos prácticos estás dando para permitir que Dios produzca en ti esos cambios?
Memoriza y considera: “Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Juan 6:68).
Pensamiento clave: El apóstol Pedro fue uno de los pilares centrales de la iglesia primitiva. Jesús cambió a Pedro de un discípulo no confiable, aunque apasionado, a una torre sólida como una roca al compartir el evangelio.
“Nadie en el mundo jamás anheló con tanto fervor que se lo apreciara y que se le brindara amistad como Cristo. Tenía hambre de simpatía. Su corazón estaba lleno de un deseo ardiente de que los seres humanos apreciaran el don de Dios al mundo, y lo honraran creyendo en sus palabras y alabándolo. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3: 16).
Cuán tristes eran sus palabras: "¿Queréis acaso iros también vosotros?" Tocaron el corazón de todos los discípulos menos el de uno. Este era Judas. Sólo tenía corazón para el dinero. Su mayor deseo consistía en ser el más importante.
Mantengamos abierto el corazón a su amor. "¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?" (Mar. 8: 36). ¡Oh, cuando podamos expresar con comprensión las palabras de Pedro: "Señor ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna", recibiremos maravillosas bendiciones!” (Cada día con Dios, p. 190)
PROPÓSITOS DE LA LECCIÓN DE ESTA SEMANA
· Saber que Pedro era un activista, que lograba que las cosas se hicieran, pero con tendencias a reaccionar emocionalmente más que racionalmente.
· Sentir lo que debió haber costado moldear el carácter de Pedro para llegar a ser lo que Jesús quería.
· Hacer un plan en forma de juego (ver más adelante) para el desarrollo del carácter.
I. ANTECEDENTES DE PEDRO
1. ¿Sabes algo…? ¿Quién era el apóstol Pedro?
Pedro proviene del griego Pétros, que significa "piedra" es una traducción del arameo Kêfâ', "Cefas", "roca" o "piedra".
· El apóstol Pedro también llamado Simón, hijo de Jonás (Juan 1:42).
· El nombre de Pedro aparece en primer lugar en las cuatro listas de los Doce apóstoles en el Nuevo Testamento (Mat. 10:2; Mar. 3:16; Luc. 6:14; Hech. 1:13).
· Jesús dio a Simón su nuevo nombre, Pedro, cuando Andrés, su hermano, lo llevó ante Cristo (Juan 1:40 42).
· Pedro era natural de Betsaida (Juan. 1:44), en la orilla nororiental del Mar de Galilea, y pescador por oficio (Mat. 4:18).
· Estaba casado (Mat. 8:14; 1 Cor. 9:5) y vivía con su familia en Capernaum, donde Jesús en una ocasión restauró la salud de su suegra (Mat. 8:5, 14; Mar. 1:29-31; Luc. 4:31, 38, 39).
2. ¿Cómo era el carácter de Pedro?
· Su fervor, valor, vigor y capacidad organizadora le ganaron un lugar de liderazgo entre los discípulos desde el principio.
· Era un hombre eminentemente de acción, y su rasgo de carácter más notable fue su entusiasta disposición.
· También tenía marcados extremos, con grandes virtudes y serios defectos, era explosivo, compulsivo.
· Generalmente era cálido, generoso, intrépido; pero a veces también egoísta, jactancioso, impulsivo y descuidado. En un momento de crisis podía ser débil, cobarde y vacilante, y nadie estaba seguro acerca de qué faceta de su carácter y personalidad predominaría.
Quizá por acuerdo mutuo, Pedro actuaba como el director de la empresa de pesca de que participaba. Sea como fuere, su ahínco, afán, fervor, valor, lealtad, vigor y capacidad de organización, sin duda lo destacaron para el liderazgo entre los discípulos desde el mismo comienzo. Sobre todo, Pedro era un hombre de acción; su entusiasmo era su rasgo de carácter predominante. Era un hombre que llegaba hasta los extremos, y de su vigorosa personalidad nacían virtudes resaltantes y serios defectos. Lado a lado, existían en él diversos y contradictorios rasgos de carácter. Parece haber sido siempre afanoso, ardiente, afectuoso, generoso, osado, intrépido y valiente, pero con demasiada frecuencia impulsivo, contradictorio, inestable, precipitado, inseguro, jactancioso, lleno de confianza propia, y hasta atolondrado. En un momento de crisis podía ser débil, cobarde y vacilante, y nadie podía predecir qué aspecto de su carácter y personalidad prevalecería en un momento dado.
II. EL LLAMADO DE PEDRO
· ¿Qué cambios se dieron en la vida de Pedro?
· ¿Cuántas cosas has renunciado desde el llamado de Jesús?
· ¿Qué significa dejar “las redes” al instante?
1. ¿De qué manera respondió Pedro al llamamiento de Jesús? ¿Qué importancia tiene el hecho de que dejó “al instante las redes”?
“Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron” (Mat. 4:18-20).
Los discípulos no vacilaron en lo más mínimo. La decisión de disolver su exitosa sociedad pesquera para participar de una sociedad mucho más elevada con Jesús como pescadores de hombres, fue hecha en forma instantánea y sabiendo bien lo que hacían. No necesitaron tiempo para cavilar ni para hacer provisión para las necesidades de sus familias (Mat. 8: 19-22). Habían lanzado sus barcas a la mar como simples pescadores; pero cuando regresaron a tierra se lanzaron por fe "mar adentro", tal como Cristo los llamaba, para pescar hombres. Toda la noche habían buscado en vano lo que necesitaban para sustentar su vida; ahora, por amor a Cristo, estuvieron dispuestos a perder todo lo que la vida tenía para ofrecerles, y al hacerlo comenzaron una vida más rica, más abundante (Mat. 10: 39). Tomaron la cruz del servicio, y siguieron en las pisadas de Jesús (Mar. 3: 14). Desde ahora en adelante su suerte sería aprender de Jesús, tener comunión con él en sus sufrimientos y compartir con todos los hombres el conocimiento del poder de la resurrección del Salvador (Fil. 3: 8-10). Hallaron la perla de gran precio; se deshicieron de todos sus intereses y posesiones terrenales, e invirtieron todo su capital material e intelectual en la causa del reino de los cielos (Mat. 13: 45-46).
La utilidad del obrero en la causa de Dios no depende tanto de un intelecto brillante, como de la consagración a Cristo y a la tarea que le corresponde efectuar. La influencia de una persona de grandes capacidades e inteligencia superior generalmente se hará sentir, sin duda alguna, en un círculo más amplio, siempre que esas capacidades estén consagradas a Dios (PVGM 268). Sin embargo, Dios puede prescindir de esas capacidades con más facilidad que de un corazón amante, una mente sumisa y manos bien dispuestas. Lo más importante de todo en el servicio de Dios, es que el yo sea puesto 723 de lado y se dé lugar a la acción del Espíritu Santo sobre el corazón (DTG 215).
III. LOS ERRORES DE PEDRO
· ¿Cuántos errores has cometido en la vida cristiana? ¿De qué manera las has superado?
· ¿Cuánto has aprendido de Jesús?
1. ¿Cuáles eran los errores de Pedro? ¿Qué lecciones aprendió?
“Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?”(Mat. 14:28-31).
Sólo Mateo registra el difícil y casi fatal episodio de Pedro en esta ocasión. Al parecer, las habilidades naturales de Pedro como líder, como también su impulsividad y su arrojo, lo habían puesto en una posición de cierto liderazgo entre los doce. Estas características, ahora como el otras ocasiones, le llevaron a confiar demasiado en sí mismo y a actuar en forma impulsiva y poco juiciosa (Mat. 16: 21-23; 17: 4; 26: 33- 35, 69- 75; Juan 18: 10-11; 20: 2- 6; Gál. 2: 11-14).
· Pedro salió de la barca por fe.
· La fe lo sostuvo sobre las aguas del mar de Galilea.
· Pero esa fe sólo fue activa mientras él mantuvo los ojos fijos en Jesús.
· Pedro miró a sus compañeros y se preguntó cómo estarían reaccionando ante su nueva habilidad.
· Volviéndose para mirar a sus compañeros, perdió de vista a Jesús, y cuando volvió a buscarlo con la mirada no lo halló. No vio más que un turbulento mar y un fuerte viento (DTG 344). En ese breve instante, cuando quitó los ojos de Cristo y miró a sus compañeros, el orgullo debilitó su fe, por así decirlo, y frente a las grandes dificultades, flaqueó y no pudo sostenerse más.
· Nunca necesitamos temer mientras mantengamos los ojos en Cristo y confiemos en su gracia y poder. Pero cuando nos miramos a nosotros mismos, a los que nos rodean, y a las dificultades que nos circundan, tenemos sobrada razón de tener miedo.
Con amor, Jesús primero salvó a Pedro y luego lo reprendió por su falta de confianza. No censuró a Pedro por haber intentado andar sobre las olas, sino por abandonar la fe. Al parecer, Pedro comprendió y apreció la lección que Jesús deseaba que aprendiera de este caso, pero si la hubiera aprendido plenamente, no habría fracasado, alrededor de un año más tarde, ante la gran prueba que debió enfrentar (Mat. 26: 69-75; DTG 345).
“Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré. Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo” (Mat. 26:33-35).
· En muchas ocasiones, Pedro habló en nombre de los otros discípulos (Mat. 14: 28; 16: 16, 22; 17: 4, 24). Sin embargo, aquí parece haber hablado por su propia cuenta, sintiéndose superior a sus compañeros. Las anteriores palabras de Jesús (Mat. 26: 31-32) por lo visto no habían hecho mella en él. Su respuesta impulsiva, característicamente suya (Mar. 3: 16), no había sido bien pensada.
“Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja. Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán” (Mat. 26:51,52)
· Según Juan 18: 10, era Pedro. Mateo, Marcos y Lucas no lo designan por nombre, quizá porque escribieron mientras Pedro aún vivía. Tal vez tenían el propósito de evitarle el bochorno - en presencia de todos los que pudieran leer el relato - de que se le recordara esa precipitada acción. Lo menciona Juan, que escribió muchos años después de la muerte de Pedro.
· Pedro había interpretado mal las palabras de Jesús, y pensó que el Maestro quería que los discípulos emplearan armas para defenderse (Luc. 22: 38). El erróneo celo que Pedro manifestó en esta ocasión sirve de advertencia para los testigos de Dios de hoy, a fin de que no procedan drásticamente y sin pensar apoyando lo que, en el momento, les parezca que es en favor del reino de los cielos.
2. ¿Cuáles son las evidencias de que Pedro hizo cambios en su vida?
“Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas” (Juan 21:15-17)
· La respuesta de Pedro es humilde. Ha desaparecido toda arrogancia.
· Los corderos representaban a los que eran nuevos en la fe. Más tarde Pedro comparó a los ancianos de la iglesia con pastores y llamó "grey" a aquellos que debían ser alimentados (1 Ped. 5: 14). Los ministros de Dios son pastores que sirven a las órdenes del Pastor Supremo.
IV. EL PEDRO EN EL LIBRO DE LOS HECHOS
1. ¿Qué rasgos distintivos puedes encontrar en el Pedro convertido?
· Antes de su caída, Pedro había tenido la costumbre de hablar inadvertidamente, bajo el impulso del momento. Siempre estaba listo para corregir a los demás, para expresar su opinión, antes de tener una comprensión clara de sí mismo o de lo que tenía que decir. Pero el Pedro convertido era muy diferente. Conservaba su fervor anterior, pero la gracia de Cristo regía su celo. Ya no era impetuoso, confiado en sí mismo, ni vanidoso, sino sereno, dueño de sí y dócil. Podía entonces alimentar tanto a los corderos como a las ovejas del rebaño de Cristo.
· La manera en que el Salvador trató a Pedro encerraba una lección para él y sus hermanos. Les enseñó a tratar al transgresor con paciencia, simpatía y amor perdonador. Aunque Pedro había negado a su Señor, el amor de Jesús hacia él no vaciló nunca. Un amor tal debía sentir el sub-pastor por las ovejas y los corderos confiados a su cuidado. Recordando su propia debilidad y fracaso, Pedro debía tratar con su rebaño tan tiernamente como Cristo le había tratado a él (DTG753).
2. ¿De qué manera se describe el ministerio de Pedro en el Libro de los Hechos?
· En Pentecostés, plenamente convertido, Pedro predicó el gran sermón registrado en Hech. 2:14-36, un discurso inspirado que condujo a unas 3.000 personas a creer que Jesús era el Mesías (Hech. 2:41). Junto con Juan, sanó al paralítico en la Puerta La Hermosa (Hech. 3:1-11), y más tarde, rodeado por una multitud en el templo, testificó en forma elocuente acerca de la muerte, la resurrección y del poder de Cristo (Hech. 3:12-26).
· Fue arrestado por sanar al paralítico, y cuando fue llevado ante el Sanedrín para ser interrogado, osadamente testificó otra vez acerca de Jesús (Hech. 4:1-12); al ordenársele no predicar más en el nombre del Señor, Pedro y Juan afirmaron: "No podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído" (Hech. 4:19, 20).
· Desempeñó una parte importante en la recolección y distribución de regalos que hacían los cristianos más prósperos en favor de sus hermanos menos afortunados (Hech. 5:1-11).
· Se lo llegó a conocer como una persona a través de la cual operaba el poder divino para sanar a los enfermos (Hech. 5:15,16).
· Cuando otra vez Pedro y ciertos apóstoles fueron encarcelados (Hech. 5:17,18), un ángel del Señor los liberó y recibieron la orden de predicar y enseñar en el templo (Hech. 5: 19, 20). Al hacerlo, fueron citados una vez más delante del sumo sacerdote (Hech. 5: 21-27), donde se les recordó la prohibición anterior (Hech. 5: 28). Pedro respondió: "Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hech. 5: 29), y sin temor testificó acerca de Cristo como Salvador de Israel (Hech. 5:30-32).
· Se habla nuevamente de Pedro cuando junto con Juan, fue enviado a Samaria para ayudar a Felipe en su ministerio pleno de éxito (Hech. 8:14). Allí reprendió severamente a Simón el Mago por proponer la compra del poder del Espíritu Santo (Hech. 8:18-24). Parece que allí se embarcó en un largo período de evangelización entre los samaritanos (Hech. 8:25).
· Más tarde, en Lida, sano a Eneas, un paralítico (Hech. 9:32-35). Llamado a Jope, resucitó a Dorcas de los muertos y se alojó en casa de Simón, un curtidor (Hech. 9:36-43). Mientras Pedro vivía allí, el Señor lo instruyó, mediante una visión, "que a ningún hombre llame común o inmundo" (Hech. 10:9-17, 28). La llegada simultánea de mensajeros de parte de Cornelio lo llevó a comprender el sentido de la visión y a acompañar a los mensajeros a Cesarea, donde el centurión y su familia se convirtieron por su ministerio (Hech. 10:19-23, 29-48).
· Citado por sus hermanos de Jerusalén para explicar su asociación con gentiles, defendió sus actos señalando que estaban en armonía con el consejo y la conducción manifiesta del Espíritu Santo (Hech. 11:1-18). Por ese tiempo, fue apresado una vez más, pero otra vez fue milagrosamente liberado por un ángel (Hech. 12:1-11). Primero fue a la casa de Juan Marcos, donde la iglesia estaba orando por su libertad (Hech. 12: 12-17), y luego dejó Jerusalén para quedarse por un tiempo en Cesarea (Hech. 12:19). En el concilio de Jerusalén, llamado para resolver el problema presentado por la Iglesia de Antioquía acerca de si los gentiles debían observar los ritos de la ley judía, Pedro, luego de repasar su experiencia con Cornelio (Hech. 15:6-9), concluyó: "¿Por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?" (Hech. 15:10).
· Cuando visitó Antioquía, en un exceso de prudencia, "se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión" (Gál. 2:11, 12), pero Pablo lo reprendió abiertamente por su inconsecuencia (Gál. 2:13,14).
· Pedro trabajó principalmente para sus compatriotas judíos (Gál. 2:7, , y Pablo se refiere a él como una de las "columnas" de la iglesia de Jerusalén (Gál. 2:9).
· Cuando éste visitó Jerusalén por primera vez después de su conversión, estuvo en la casa de Pedro unos 15 días (Gál. 1:18).
· Algunos creen que Pedro visitó Corinto (1 Cor. 1:12) y que trabajó extensamente en diversas partes del Asia Menor (1 Ped. 1:1).
· Glorificó a Dios con la muerte de un mártir (Juan 21:18, 19); de acuerdo con la tradición, fue crucificado cabeza abajo, en Roma, 67 d.C.
V. EL PEDRO DE LAS EPÍSTOLAS
“Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios”(1 Pedro 1:18-21).
1. ¿Cuál es el mensaje central de las epístolas de Pedro? ¿De qué manera son aplicables en nuestros días?
La fe en Dios es posible mediante Jesús. Sin la revelación que él hace del carácter de Dios, los hombres de los días de Pedro y de los nuestros no habrían sabido más de Dios que lo que conoció la gente de los tiempos del Antiguo Testamento. La vida, muerte y resurrección de Cristo son la única base para la esperanza de liberación que tiene el hombre.
La resurrección de Jesucristo es la manifestación suprema del poder divino. Cristo difícilmente podría haber sido revelado como el vencedor de la muerte sin su resurrección de entre los muertos (Apoc. 1: 18). Su resurrección constituye la garantía de la resurrección futura de los santos (1 Cor. 15: 51-54; 1 Tes. 4: 14). El cristianismo es invencible debido a que Cristo resucitó (1 Cor. 15: 14-20).
Una de las consecuencias de la demostración del grandioso poder de Dios en la resurrección y ensalzamiento de Cristo debe ser el aumento de la confianza del cristiano en Dios. Aquel que pudo actuar tan maravillosamente por Jesús, puede también actuar con el mismo poder a favor del creyente.
· “Las palabras del apóstol fueron escritas para instrucción de los creyentes de todas las épocas y tienen un significado especial para los que viven en el tiempo cuando "el fin de todas las cosas se acerca".
· Toda alma que desea mantenerse en la fe, "firme hasta el fin" (Hebreos 3: 14), necesita sus exhortaciones y reprensiones y sus palabras de fe y ánimo” (HAp 413).
La primera epístola fue dirigida primariamente a cristianos de origen gentil resulta claro de pasajes como los de 1 Ped. 1:14; 2:9, 10; 3:6; 4:3. Fue escrita en la ciudad de Roma (1 Ped. 5:13, donde Babilonia sin duda es usada como un nombre oculto de Roma), lugar en que habría trabajado por un tiempo poco antes de su martirio, ocurrido más o menos al mismo tiempo en que Pablo sellaba su testimonio con su sangre; también refleja la actitud hostil del Imperio Romano hacia los cristianos (1 Ped. 2:12; 4:12-16), lo que sugeriría la época de la persecución de Nerón, que comenzó el 64 d.C. La segunda epístola también habría sido escrita en Roma. Las fechas de ambas se situarían entre el 64 y el 67 d.C.
Primera epístola de Pedro
La primera epístola de Pedro es pastoral, tiene consejos sobre diversos temas. Específicamente, el apóstol quiere preparar a sus lectores para "el fuego de prueba" (1 Ped. 4:12) que está por delante de ellos, lo que ya se refleja en las dificultades del momento. Procura fortalecer su fe, los exhorta a tener una conducta intachable, a ser leales testigos de Cristo y a prepararse para encontrarse con el Señor Jesús.
· A la introducción (1 Ped. 1:1-12)
· Exhortación a ser fieles en la vida cristiana (1 Ped. 1:13-4:19)
· Amonesta a sus lectores a vivir como es digno de la elevada vocación en Cristo Jesús (1 Ped. 1:13-25), a avanzar en el conocimiento de Cristo y en la madurez cristiana (1 Ped. 2:1-8), a vivir vidas ejemplares entre los gentiles (1 Ped. 2: 9-18) y les aconseja a ser mansos en el sufrimiento (1 Ped. 2:19-25).
· Tiene un consejo especial para los siervos (1 Ped. 2: 18), los esposos y las esposas (1 Ped. 3:1-7), los ancianos (1 Ped. 5:1-4) y los miembros más jóvenes de la iglesia (1 Ped. 3: 5-9).
· Estimula a los creyentes a tener unidad en la fe (1 Ped. 3:8-13).
· El sufrir por Cristo es un elevado privilegio con una gran recompensa (1 Ped. 3:14-22).
· Apela a que los creyentes controlen los deseos de la carne (1 Ped. 4:1-6), a ser sobrios y generosos en su vida (1 Ped. 4:7-11), firmes en la persecución (1 Ped. 4: 12-19), y aconseja a los dirigentes de la iglesia y a los miembros a ser fieles (1 Ped. 5:1-9).
· La conclusión (1 Ped. 5:10-14) consiste en una oración de despedida, una doxología y saludos personales.
Segunda epístola de Pedro
La segunda carta de Pedro también es pastoral en la que el autor exhorta a sus lectores a seguir creciendo en gracia y en conocimiento espiritual, para que el propósito del llamamiento y la elección de Dios se pueda cumplir.
· Introducción (2 Ped. 1:1-11)
· Asevera que su propósito al escribir, es afirmar a los creyentes en la verdad presente y confirmar el mensaje del evangelio sobre la base de su experiencia personal con Cristo y el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento sobre Cristo (2 Ped. 1:12-21).
· El capitulo dos da una serie de severas advertencias contra los falsos maestros y sus engañosas herejías.
· La última sección de su carta (2 Ped. 3:1-18) enfatiza la venida de Cristo y la preparación para su aparición. El gran día del Señor es seguro (2 Ped. 3: 3-10), y esperando ese evento todos deberían vivir vidas piadosas (2 Ped. 3:11-18)
"Procurad -rogaba Pedro- tanto más de hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será abundantemente administrada la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo". ¡Preciosa seguridad! ¡Gloriosa es la esperanza del creyente mientras avanza por fe hacia las alturas de la perfección cristiana!
REFLEXIONES Y APLICACIONES PARA LA VIDA
Mí querido(a) hermano(a): ¿Cómo es tu relación diaria con Jesús? ¿Cuál es el secreto para tener una vida trasformada? ¿Eres un agente de esperanza? ¿Qué lecciones aprendimos del apóstol Pedro?
Reflexiona conmigo el siguiente texto: “El mundo no puede ver la belleza, el encanto, la bondad y la santidad de la verdad divina. Y para que el mundo pueda comprenderla, debe haber un canal a través del cual fluya hacia el mundo. El Salvador ha constituido a la iglesia en ese canal... Cristo se nos ha revelado para que nosotros lo manifestemos a otros. Si los que pretenden ser cristianos obedecen las palabras de Cristo, todos los que se relacionen con ellos reconocerán que han estado con Jesús y que han aprendido de él. Representarán a Cristo, y las cosas eternas constituirán el tema de sus pensamientos y conversaciones...” (Alza tus ojos, p. 338)
Resumen: Jesús manejó el activismo de Pedro y sus buenas intenciones, y lo fortaleció en la fe para ser un pilar importante en la iglesia cristiana primitiva.
Ore conmigo, por favor…"Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús” (Hech. 4: 13)…Feliz sábado.
Elaboró: Delfino J, Si usted gusta toda la versión haga clic en:
http://groups.google.com.mx/group/fino2008escuelasabatica/files
http://www.pmministries.com/CEES/2008/ES3/Index.html
http://www.vivafeliz.es.tl
http://comentariosdeescuelasabatica.blogspot.com; http://www.adventistas.com.mx, temas de interés y enlaces inmediatos.
Bibliografía: Krause Gary, Agentes de esperanza: Los grandes misioneros de Dios, Guía de estudio de la Biblia, Edición para maestros, Julio-Septiembre de 2008__Notas de E.G. White para las Lecciones de la Escuela Sabática, Julio-Septiembre de 2008__G. White Ellen: El Deseado de todas las gentes, Los Hechos de los apóstoles, Servicio Cristiano eficaz__Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día: Comentario Bíblico adventista del Séptimo Día, Tomo IV, V, VI &,VII- Diccionario Bíblico Adventista del Séptimo día, - Creencias de los Adventistas del Séptimo Día, 1988 & 2006, _D. Thomas Jerry, Las 28 Creencias fundamentales para mí, APIA, 2007_A. Agboka Christelle, Brown Nathan, Bosire Jared, et al, Agentes de esperanza: Los grandes misioneros de Dios, Guía de es estudio de la Biblia para jóvenes, El universitario, Julio-Septiembre de 2008.
Hermanos y maestros de la Escuela Sabática, espero que les pueda servir de ayuda este material. El propósito es, abarcar toda la lección de la semana; considerando los objetivos principales y aplicándolos en nuestra vida cristiana...gracias por las sugerencias y comentarios que nos han enviado; que la honra y la gloria sea para Dios. Ahora el correo es: delfino_comessab@hotmail.com; delfinosabbathschoolcomment@gmail.com ¡Dios les bendiga hermanos en cada una de sus actividades!, y esperando pronto la bendita esperanza de la Segunda Venida de Cristo Nuestro Señor, se despide su hermano en Cristo: Defino Jarquín López.