Capítulo 6
Rechazar a los anticristos
En marzo de 1997 la policía encontró los cadáveres de treinta y siete personas vestidas de negro y con velos de color púrpura en la mansión de Rancho Santa Fe, California, Estados Unidos. El grupo era parte de un culto llamado La Puerta del Cielo. Su líder era Marshall Applewhite. Habían cometido suicidio, probablemente a fin de dejar este mundo y unirse a seres extraterrestres en un OVNI, creyendo que la nave espacial estaba siguiendo al cometa Hale-Bopp. Esas personas fueron engañadas por falsas enseñanzas y pagaron con su vida la confianza que le dieron a su líder.
Las herejías no siempre son tan extravagantes y peligrosas como en este caso, pero no deben tomarse livianamente. A lo largo de la historia, el cristianismo ha tenido que luchar con el problema de las falsas enseñanzas. La lucha parece intensificarse mientras la así llamada "nueva luz" viaja alrededor del globo en pocos minutos, engañando a multitudes. Lo que agrava la situación es que supuestamente la verdad absoluta no existe y cada convicción personal –no importa cuán extraña sea– llega a ser verdad. Esto también significa que muchas personas creen que las herejías no existen.
Jesús habló de falsos cristos y falsos profetas (Mateo 24:5,11, 24). El apóstol Pablo advirtió contra los "lobos rapaces" que atacarían al "rebaño" y los falsos maestros de dentro de la iglesia que alejarán a muchos feligreses (Hechos 20:29, 30). Segunda Tesalonicenses 2 menciona al hombre de pecado (versículos 3, 4) y al misterio de iniquidad (versículo 7). Apocalipsis 13 describe a una bestia que sube del mar y es una imitación de Jesús que los eruditos llaman "el anticristo". [1] Primera Juan también se refiere a anticristos.
I. El último tiempo (1 Juan 2:18)
1. Contexto y bosquejo
La afirmación en 1 Juan 2:18 que ha llegado el último tiempo y la mención que hace el versículo anterior del hecho de que el mundo se pasa deben ser conectadas. Smalley escribe: "Comenzando con la afirmación principal de las buenas nuevas de que 'Dios es luz' (1:5-7), Juan bosqueja cuatro condiciones por las que los creyentes pueden practicar y probar su propio compromiso espiritual al renunciar al pecado (1:8-22), al ser obedientes (2:3-11), al rechazar la mundanalidad (2:12-17), y al guardar la fe [en la sección que estamos estudiando] (2:18-29)". [2]
La primera parte de 1 Juan 2:18-29 comienza con la palabra "hijitos" (versículo 18), a la que más tarde sigue la frase: "No os he escrito" (versículo 21). Se concentra en los anticristos, que se contrastan con los creyentes (versículos 18-25). La segunda parte comienza con "Os he escrito" (versículo 26), a la que sigue con "hijitos" (versículo 28). Trata principalmente con los miembros de la iglesia (versículos 26-28).
Versículo 18 “Hijitos” (paidía)
Versículo 21 “No os he escrito…”
Versículo 26 “Os he escrito…”
Versículo 28 “Hijitos” (teknía)
Aquí hay un bosquejo posible de este pasaje:
Parte 1
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Versículos 18, 19
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El último tiempo y los anticristos
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Versículos 20, 21
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La unción de los verdaderos feligreses y su conocimiento
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Versículos 22, 23
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El error de los anticristos
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Versículos 24, 25
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Los feligreses permanecen y tienen vida eterna
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Parte 2
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Versículo 26
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Los engañadores (anticristos)
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Versículos 27, 28
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La unción de los feligreses y su permanencia
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Versículo 29
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Implicaciones éticas para los miembros de iglesia
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2. La expresión singular "último tiempo" (1 Juan 2:18)
Aunque Juan estaba pensando en los separatistas desde el mismo principio de su carta, es sólo hacia el fin de 1 Juan 2 que finalmente habla acerca de ellos directamente. Los separatistas estaban causando problemas a los miembros de su iglesia aunque evidentemente ellos habían abandonado la iglesia. Su actividad convencía a Juan de que había llegado "el último tiempo". Esto era en el primer siglo d. C.
En el Nuevo Testamento la frase "los postreros días" (Hechos 2:17; Hebreos 1:1, 2) y la frase "los postreros tiempos" (1 Pedro 1:20) se aplican a la era apostólica. La encarnación del Mesías inicia "los postreros días". El período entero entre la primera y la segunda venidas de Cristo al planeta Tierra trajo una superposición de dos edades: el presente siglo malo y el reino de Dios. Ahora las dos afirmaciones aparentemente incompatibles son verdaderas: el reino de Dios ya está presente (como reino de la gracia) y no obstante es futuro (como reino de gloria). Ya compartimos los principales beneficios del reino, no obstante todavía esperamos su realización completa.
La expresión de Juan "último tiempo" es única en la Biblia. Cuando en Apocalipsis 18:8, 10 y 17 se describe el juicio de Babilonia, día y hora parecen usarse en forma intercambiable. Por lo tanto el "último tiempo" de Juan, usado al principio y al fin de 1 Juan 2:18, puede ser similar a los "postreros días" de otros autores del Nuevo Testamento. Witherington escribe: "Puede haber poca duda de que nuestro autor cree que él y la audiencia ya viven en la edad escatológica o el tiempo del fin, el último y decisivo período de la historia humana". [3]
Por otro lado, Juan puede haber pensado en la etapa final de la historia del mundo. Jesús había hablado de falsos cristos y falsos profetas, y Juan puede haber llegado a la conclusión de que los días finales habían llegado porque afrontaba los anticristos. Pero Juan no pone una fecha para la segunda venida de Cristo, aparentemente bien consciente del hecho de que el tiempo de Dios no es el nuestro (ver 2 Pedro 3:8). Stott afirma: "Lo que Juan escribió era cierto. Y todavía es cierto. El hecho de que pasaron casi 1.900 años desde que él escribió esas palabras no invalida su argumento ni contradice su afirmación".
[4]
No es equivocado enfatizar la urgencia del tiempo. Juan aceptó la apelación de Jesús de estar despierto y preparado, y así deberían estar los cristianos en todas las épocas. Lo que tenemos que rechazar es la fijación de fechas para la venida de Cristo.
II. La venida de los anticristos (1 Juan 2:18, 19, 22, 23)
El término anticristo se usa en 1 y en 2 Juan, y en ninguna otra parte de la Biblia. La preposición griega anti significa "por", "en lugar de", y "en favor de". Por ejemplo, Mateo 2:22 dice que Arquelao estaba reinando sobre Judea "antí" –"en lugar de"– su padre Heredes. Entonces, ¿un anticristo es alguien que toma el lugar de Cristo o alguien que se opone a Cristo? El significado original de anti era "opuesto", y anti como prefijo de un verbo o sustantivo puede expresar la idea de oposición. [5] Stott afirma: "Los primeros comentadores entendieron que la palabra significaba un 'adversario' de Cristo, y si Juan hubiera querido decir un 'falso' Cristo, probablemente hubiera usado el término pseudochristós, como lo dice en pseudoprophetés en 4:1. Ciertamente las enseñanzas del anticristo es reconocida aquí como fundamentalmente contra Cristo y una negación de Cristo (22). Tal vez ambas ideas están presentes en la palabra, 'falsificando y oponiéndose' (Plummer)".[6]
¿Se refiere el anticristo a 1) una persona/sistema opuesto a Cristo, o 2) a un grupo de personas en el sentido de que hay muchos anticristos, o 3) a ambos: diversos anticristos y el anticristo?
El término anticristo aparece cinco veces en las Escrituras. En cuatro de las cinco referencias se usa en el singular.
1 Juan 2:18
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El anticristo viene
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1 Juan 2:18
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Han surgido muchos anticristos
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1 Juan 2:22
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El anticristo niega al Padre y al Hijo
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1 Juan 4:3
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El espíritu del anticristo viene y ya está en el mundo
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2 Juan 7
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Los engañadores no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Esto hace el engañador y el anticristo.
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Juan parece usar su lenguaje cuidadosamente, permitiendo que haya muchos anticristos (2:18) mientras no renuncia a la idea de un anticristo específico. Primera Juan 4:3 habla acerca del espíritu del anticristo. Esto significa que los anticristos revelan el espíritu del anticristo, pero el verdadero anticristo todavía hay que enfrentarlo con Juan: "no niega la futura venida del anticristo". [7] Así como en los días de Juan "los anticristos" estaban impulsados por "el espíritu del anticristo" (1 Juan 4:3) y no obstante todavía son llamados "anticristos", así Juan esperaba la manifestación del anticristo en el futuro (1 Juan 2:18).
En 1 Juan 2, el apóstol provee las siguientes vislumbres de los anticristos:
- · Aunque hay un anticristo específico, hay también numerosas figuras menores también llamadas anticristos (versículo 18).
- · Los anticristos habían sido miembros de la iglesia, pero sucedió un cisma y ellos salieron (versículo 19). Para Juan esto era prueba de que en realidad nunca habían sido parte de la iglesia. No "eran auténticos cristianos". [8] Sin embargo, Juan no llamó anticristos a los miembros vacilantes de la iglesia. "Aquí hay una de las expresiones más claras en el Nuevo Testamento de la forma en la que debemos distinguir entre la iglesia visible, compuesta por aquellos que externamente pertenecen a ella, y la iglesia invisible, compuesta por aquellos a quienes el Señor conoce que son suyos (2 Timoteo 2:19)". [9] Esto no debería desanimar a los miembros de la iglesia o conducirles a la falsa conclusión de que la feligresía en la iglesia no es importante.
- · Los anticristos aparentemente decían tener un conocimiento superior y una teología "avanzada", porque Juan le dice a los feligreses que son ellos y no los separatistas los que conocen la verdad y tienen el Espíritu Santo (versículos 20, 21).
- · Los anticristos son aquellos que niegan que Jesús es el Cristo y el Hijo de Dios (versículos 22, 23). Ellos separan a Jesús de Dios el Padre. Pero Juan mantiene al Padre y al Hijo juntos y menciona a ambos cuatro veces en los versículos 22 al 24. "Si uno niega al Hijo, y si el Padre y el Hijo son una unidad indivisible [...] entonces negar a Jesús es negar a Dios". [10]
- · Puesto que los verdaderos cristianos aceptan el mensaje bíblico-apostólico –incluyendo su corrección de malentendidos y errores teológicos– y por cuanto permanecen en el Hijo y el Padre, ellos tienen vida eterna (versículos 24, 25). Por implicación los separatistas no la tienen. En cambio, se "apartarán de él en vergüenza en ocasión de su venida". Las doctrinas bíblicas no son afirmaciones áridas e irrelevantes sino que afectan nuestras vidas ahora y en el futuro.
- · Obviamente estos anticristos no están involucrados en practicar la justicia y por lo tanto no son nacidos de Cristo (versículo 29).
III. Probar a los espíritus (1 Juan 4:1-6)
1. Similitudes entre 1 Juan 2:18-29 y 1 Juan 4:1-6
Primera Juan 4:1 al 6 es otra sección importante en la primera carta de Juan que trata con los anticristos. Los dos pasajes, 1 Juan 2:18-29 y 1 Juan 4:1-6, comparten una cantidad de aspectos comunes, por ejemplo:
- · Ambos pasajes tratan primero con los adversarios, antes de concentrarse en el carácter de la iglesia cristiana. Aparentemente, Juan quería no sólo refutar a los separatistas sino también anclar su comunidad en el mensaje apostólico y en una relación personal con Dios el Padre y Dios el Hijo.
- · Primera Juan 4:3, que afirma que la audiencia de Juan ha oído que el anticristo está viniendo, es el paralelo más estrecho de 1 Juan 2:18.
- · Los "falsos profetas" de 1 Juan 4:1 pueden recordarnos del "mentiroso" en 1 Juan 2:22, porque las palabras tienen una raíz griega común. Los falsos profetas (1 Juan 4:1), los anticristos (1 Juan 2:18, 22; 4:3), y los engañadores (1 Juan 2:26; 4:6 [el espíritu de error]) parecen ser el mismo grupo.
- · La idea de confesar a Cristo se encuentra en ambos pasajes (1 Juan 2:23; 4:2, 3).
- · Fuertes contrastes entre los verdaderos creyentes y los separatistas se ven en los dos pasajes.
- · Ambas secciones comienzan y terminan con el verdadero conocimiento, que es conocer la verdad y conocer a Dios (1 Juan 2:18, 29; 4:1,6).
- · En el capítulo 2 el antídoto para las enseñanzas de los anticristos es 1) la unción, 2) permanecer con la proclamación apostólica original, y 3) hacer justicia (2:27, 29). En el capítulo 4, es ser de Dios y escuchar el testimonio apostólico de la iglesia (4:6).
2. Los anticristos en 1 Juan 4:1-6
Este pasaje comienza con un llamado importante. ¡No crean sin probar a los profetas y su mensaje (versículo 1)! La verdad es que Cristo ha venido en la carne y no puede ser separado de Jesús. Los versículos 2 y 3 contienen una prueba doble: una positiva y una negativa. Se refiere a confesar la preexistencia y la encarnación de Jesucristo. Los que no confiesan el mensaje apostólico afirmado por el Espíritu de verdad (versículo 6) que Jesús es el Cristo y el encarnado Hijo de Dios son anticristos.
Obviamente, los falsos maestros pretendían ser inspirados. Esa puede ser una razón por la que los términos "espíritus" y "falsos profetas" se usan para describirlos (versículos 1, 3). [11] Sin embargo, los conceptos erróneos del profeta demostraron que ellos estaban influenciados por el espíritu del anticristo (versículo 3). El anticristo puede entenderse como un principio o un poder en vez de ser una persona individual, porque la frase "el cual vosotros habéis oído" (1 Juan 4:3) comienza con un pronombre neutro en vez de uno masculino. [12]
Otro problema de los falsos profetas/anticristos era su participación con el mundo, que indicaba que no pertenecían a Dios (versículo 5). "Aunque los adversarios pretendían ser representantes de Dios (1:6; 2:4, 6), los valores del mundo habían saturado tanto su pensamiento y creencias que hablaban desde la perspectiva del mundo. [...] Su enseñanza era popular; se había acomodado a lo que el mundo deseaba escuchar".
[13]
Aunque Juan habla acerca de la naturaleza de la herejía que tenía que afrontar, no es fácil señalar un grupo histórico específico. Los docetistas enseñaban que Cristo sólo pareció haber sido humano, pero realmente no lo era.
[14] El cerintianismo del siglo segundo d. C. sugería que Cristo entró en el ser humano Jesús en ocasión del bautismo y lo abandonó antes de la crucifixión de modo que Cristo no sufrió ni murió. De cualquier modo, los adversarios acerca los que Juan escribió negaban la plena humanidad de Cristo. Por lo tanto, "ellos son del mundo" (versículo 5).
Aunque identificar a los falsos maestros con los que trata Juan requería el criterio de cómo se relacionaban con Cristo, otras situaciones pueden demandar pruebas adicionales para identificar a los verdaderos profetas, tales como una armonía con las Escrituras (Isaías 8:20; Deuteronomio 13:1-3), buenos frutos (Mateo 7:15, 16, 20), el cumplimiento de sus predicciones (Deuteronomio 18:22), la ausencia de una actitud codiciosa (Miqueas 3:9-11), y la proclamación no sólo de buenas nuevas sino también de mensajes desagradables (1 Reyes 22). Marshall ciertamente está en lo cierto cuando afirma: "Una falsa creencia es un pecado tanto como una conducta injusta o la falta de amor". [15]
IV. La unción (1 Juan 2:20, 21, 27)
Los verdaderos creyentes han recibido la unción que permanece en ellos, les enseña, y no es mentira (1 Juan 2:20,27). Juan desea reafirmar a los miembros de la iglesia que ellos, en vez de los anticristos, tienen la verdad. Lo que se dice acerca de la unión y de sus funciones puede recordar a los lectores del Antiguo Testamento informes y afirmaciones, tales como el ungimiento de David y el ser llenado con el Espíritu Santo (1 Samuel 16:13) y la vinculación del ungimiento del Espíritu Santo en Isaías 61:1. De un modo especial Juan recordó a la audiencia las afirmaciones de Jesús acerca del Espíritu Santo en sus discursos de despedida (Juan 14:16,17; 15:26; 16:7). Jesús fue ungido con el Espíritu Santo (Hechos 10:38). Por lo tanto, es muy probable que "la unción" represente al Espíritu Santo.
Aquí podemos tener un juego de palabras intencional, porque la partícula cristo en anticristo y el término jrío (unción) están relacionadas. Cristo es el ungido. Los anticristos pueden pretender alguna clase de ungimiento o inspiración que les da un conocimiento especial, pero sólo los verdaderos creyentes tienen la unción y por lo tanto conocen la verdad (1 Juan 2:21). [16] Este ungimiento es del Santo (1 Juan 2:20). El Santo puede ser el Padre o el Hijo. En Juan 6:69 es Jesús. En el pasaje paralelo (versículo 27), donde la unción ocurre otra vez, el contexto también señala a Jesús.
Los verdaderos creyentes se conocen por causa de la unción. Hay dos tradiciones en los manuscritos. Uno dice: "todos ustedes conocen", mientras el otro dice: "ustedes conocen todas las cosas". La primera opción es preferible (ver 1 Juan 3:2).
¿Cómo deberíamos comprender el versículo 27, en el que Juan dice que los miembros de la iglesia no tienen necesidad de que nadie les enseñe siendo que Dios ha dado el don de la enseñanza (1 Corintios 12:28, 29; Efesios 4:11-13) para equiparlos? Debemos entender esta afirmación en su contexto. Los lectores de Juan saben que Jesús es el Cristo quien llegó a ser carne, murió en la cruz, se levantó de los muertos, y nos salvó. Juan no necesitaba enseñarles eso otra vez. Él sólo tenía que recordarles de modo que no fueran sacudidos por las pretensiones esotéricas de los adversarios.
Sin embargo, también hay otra dimensión. Hasta cierto punto 1 Juan 2:24 es paralelo al versículo 27.
"Lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros".
"La unción que vosotros habéis recibido de él permanece en vosotros".
Lo que los verdaderos creyentes habían oído desde el principio es el evangelio de Jesús. Además, la Palabra de Dios (1 Juan 2:14) y la verdad (2 Juan 2) permanecen en el cristiano. En 2 Corintios 1:21 y 22, la unción divina está vinculada con el sellamiento del Espíritu Santo, mientras en Efesios 1:13, escuchar la palabra de verdad y creer conduce al sellamiento con el Espíritu Santo. Por lo tanto, la unción también puede señalar a las Escrituras.
El antídoto de los mensajes de los anticristos es la Palabra de Dios como es comunicada por el Espíritu Santo. Es la norma objetiva por la cual se pueden evaluar las doctrinas. Hoy podemos decidir seguir las Escrituras o sostener enseñanzas no bíblicas de naturaleza religiosa, filosófica o científica. Podemos construir nuestro propio sistema de creencias basado en un conglomerado de ideas corrientes y diversas tradiciones y luego promoverlo, o podemos elegir aceptar el mensaje bíblico y vivirlo. Nuestra elección decidirá si somos verdaderos seguidores de Cristo o no.
V. Permanecer (1 Juan 2:24, 25, 27, 28)
Los dos pasajes, 1 Juan 2:18 al 29; 4:1 al 6, enfatizan que las falsas enseñanzas son tan pecaminosas como una conducta falsa. Algunas personas sienten que es importante mostrar un estilo de vida cristiano, pero piensan que las doctrinas no importan tanto y que aún son divisivas. Otros enfatizan las enseñanzas bíblicas y viven una vida pagana. Ambas, la aceptación de doctrinas falsas y vivir una vida que no sigue los pasos de Cristo nos separan de Dios y no nos permiten permanecer en él.
En 1 Juan 2:18 al 29, "permanecer" aparece siete veces:
Versículo 19.............. ……….Los anticristos no permanecen sino abandonan la iglesia
Versículo 24............Los creyentes son llamados a que el mensaje permanezca en ellos
Versículo 24…………………………………..Condición: que permitan que el mensaje
Versículo 24................. …………Promesa de que permanecerán en el Hijo y en el Padre
Versículo 27............................ ………….La unción permanece en los cristianos genuinos
Versículo 27.................................... …………Se llama a los creyentes a permanecer en él
Versículo 28.................................... ………….Se llama a los creyentes a permanecer en él
El versículo 19 trata con los separatistas que han dejado la iglesia. Las otras referencias se relacionan con los creyentes. Contienen tanto afirmaciones como exhortaciones. De este modo, el privilegio y el desafío, la promesa y el llamado, van juntos. [17] Hay un vínculo directo entre la fidelidad al evangelio y permanecer en comunión con Dios y con el Hijo de Dios. [18] Los cristianos son llamados a continuar aferrándose a esta relación íntima con su Creador y Redentor. Uno de los efectos de permanecer en Dios es tener la maravillosa promesa de la vida eterna. Otro efecto es la confianza en el regreso de Cristo (1 Juan 2:28).
Al analizar el versículo 27, Stott nos desafía: "Los cristianos deberían siempre ser 'conservadores' en su teología. [...] La obsesión continua por 'algo nuevo' es una característica de los atenienses, no de los cristianos (Hechos 17:21). [...] El cristiano nunca puede levar anclas y lanzarse a las profundidades del pensamiento especulativo. Ni tampoco puede abandonar las enseñanzas primitivas de los apóstoles por las tradiciones humanas posteriores". [19]
Conclusión
Andar en la luz significa rechazar a todos los anticristos y falsos profetas, y permanecer cimentados en el mensaje bíblico y en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. No necesitamos terminar muertos en Waco, Texas, o en Rancho Santa Fe, California. No necesitamos caer presas de falsos maestros en ninguno de los extremos del espectro teológico. Juan ha provisto pruebas y salvaguardas que los cristianos pueden seguir. Esto incluye la confesión de Jesucristo encarnado, quien murió por nosotros y ha llegado a ser nuestro Mediador.
[1] Por ejemplo, David E. Aune, Revelation 6-16, Word Biblical Commentary (Nashville: Thomas Nelson Publishers, 1998), p. 752; G. K. Beale, The Book of Revelation, The New International Greek Testament Commentary (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans. 1999), p. 686; Grant R. Osbome,Revelation, Baker Exegetical Commentary on the New Testament (Grand Rapids: Baker Academic, 2002), p. 95.
[2] Stephen S. Smalley, 1 ,2 ,3 John, Word Biblical Commentary (Waco Word Publishers, 1984), p. 99.
[3] Ben Witherington III, Letters and Homilies for Hellenized Christians, tomo 1: A Socio-Rhetorical Commentary on Titus, 1-2 Timothy and 1-3 John (Downers Grove: InterVarsity Press, 2007), pp. 484, 485.
[4] John R. W. Stott, The Letters of John: An Introduction and Commentary, Tyndale New Testament Commentaries (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Company, 1988), p. 114. Para un análisis amplio ver las páginas 112-14.
[5] Por ejemplo, la palabra légo significa "decir", "hablar" o "contar". Pero antilégo significa "oponerse", "objetar" o "contradecir" (Tito 1:9; Lucas 2:34).
[6] Stott, pp. 109,110. Cf. Thomas F. Johnson, 1, 2 and 3 John, New International Biblical Commentary (Peabody: Hendrickson Publishers, 1993), p. 59
[7] I. Howard Marshall, Las cartas de Juan (Buenos Aires y Grand Rapids: Nueva Creación, Wm. B. Eerdmans Publishing Company, 1991), p. 148. Cf. Witherington, p. 485.
[8] Johnson, p. 57.
[9] Marshall, pp. 148, 149.
[10] Johnson, p. 59.
[11] Marshall, p. 202, sugiere: "La palabra 'espíritu' aquí debe significar 'declaración inspirada por un espíritu' o persona inspirada por un espíritu'. En este último caso, el pensamiento es tal vez el espíritu individual de un profeta que puede ser inspirado por Dios o por Satanás".
[12] Cf. Smalley, p. 224.
[13] Johnson, p. 98.
[14] Walter A. Elwell, ed., Evangelical Dictionary of Theology (Grand Rapids: Baker Book House, 1984), p. 326.
[15] Marshall, p. 206.
[16] Cf. Marshall, p. 153; Stott, p. 111.
[17] La última frase del versículo 27 puede traducirse "permanecen en él" o "vosotros permanecéis en él". Sin embargo, exactamente la misma frase en el versículo siguiente debe ser traducida como un imperativo. Por lo tanto, es muy probable que la última frase del versículo 17 también sea un imperativo.
[18] Johnson, p. 60.
[19] Stott, pp. 117, 118.
Bendiciones
RDCh
Compilación
Recursos Escuela Sabatica ©
Fuente: http://www.escuelasabatica.cl/2009/tri3/lecc6/leccion.htm