Libro complementario
Julio-septiembre de 2009
Amadas y llenas de amor: LAS ESPISTOLAS DE JUAN
Autor: Ekkehardt Mueller
Jesús y las epístolas de Juan
Capítulo 1
Para el 4 de julio de 2009
Jesús y las epístolas de Juan
La vida está llena de tensión, fricción y conflicto, ¿verdad? Esto es cierto acerca de la política internacional, la economía, nuestras vidas personales y la religión. Aún dentro del cristianismo hay posiciones heréticas, luchas por el poder político y, a veces, aún violencia.
Juan tuvo que afrontar una situación similar en el primer siglo de la era cristiana. Las iglesias a las que él escribió sufrían de conflictos teológicos, especialmente con respecto a la naturaleza de Jesús. Estas disensiones teológicas tenían implicaciones prácticas para el estilo de vida cristiano. Juan tenía que atender enseñanzas problemáticas, conductas equivocadas y una lucha por el poder dentro de la iglesia
.
I. De quién a quién: El autor y los receptores
Las tres epístolas de Juan (con frecuencia llamadas epístolas juaninas) se encuentran hacia el final del canon del Nuevo Testamento. Las primeras dos no están dirigidas a ninguna iglesia específica. La primera Epístola de Juan es comparable en tamaño a otras cartas del Nuevo Testamento. Sin embargo, 2 y 3 Juan están entre las cuatro epístolas que tienen un solo capítulo y son las más cortas del Nuevo Testamento. No hay una introducción formal, ni una verdadera conclusión. El autor no se presenta a sí mismo ni nos informa acerca de su audiencia. La segunda y la tercera carta mencionan al “anciano" y nos dicen a quiénes estaban dirigida.
La primera Epístola parece haber sido bien conocida por los padres de la iglesia primitiva, que la atribuyeron al apóstol Juan, el autor del cuarto Evangelio. Clemente de Alejandría, al mencionar la "mayor Epístola" debe haber conocido también dos de las tres curtas. Orígenes, que murió en el año 253 después de Cristo [abreviado, d. C.], menciona las tres epístolas.1 Eusebio citando a Papías infiere que hubo dos personas diferentes llamadas Juan. "Pero la afirmación de Papías es en sí misma demasiado ambigua para darnos mucha ayuda, porque también parece llamar a los discípulos mismos como 'ancianos', y Eusebio podría por lo tanto haber estado equivocado al inferir que Papías se equivocó al inferir que Papías se estaba refiriendo realmente a dos personas diferentes llamadas Juan".2
Los testigos externos favorecen a Juan el apóstol como el autor de las tres cartas.
Al comparar el cuarto Evangelio con 1 Juan, y 1 Juan con las otras dos epístolas, se notan afinidades estrechas. El lenguaje es similar, y a menudo usan las mismas palabras y frases:
- La plenitud del gozo (1 Juan l:4;Juan 16:24)
- Guardar sus mandamientos (1 Juan 2:3; Juan 14:15)
- La verdadera luz que brilla (1 Juan 2:8; Juan 1:9)
- Permanecer (1 Juan 2:27; Juan 15:5)
- Que nos amemos unos a otros (1 Juan 3:11; Juan 15:12)
- El Espíritu de verdad (1 Juan 4:6; Juan 14:17)
- El Salvador del mundo (1 Juan 4:14; Juan 4:42)
- Siendo nacidos de Dios (1 Juan 2:29: Juan 1:13)
- El Hijo tiene vida (1 Juan 5:11; Juan 3:36)
- Vida en Jesús (1 Juan 5:11,12; Juan 1:4)
Hay similitudes en la sintaxis y la gramática, en ¡a estructura, en eí orden de las palabras, los temas, como también en los pares de opuestos. Sin embargo, también se pueden encontrar diferencias. Por ejemplo, el "abogado/consolador" mencionado en 1Juan 2:1 y en Juan 14:16 es principalmente el Espíritu Santo en el Evangelio, pero en 1 Juan claramente es Jesús. Aunque tanto el cuarto Evangelio como 1 Juan comienzan con una referencia a la Palabra, el Evangelio de Juan, enfatiza su divinidad, mientras que 1 Juan se concentra en los testigos oculares de su humanidad. Primera Juan puede tener una esperanza futura más fuerte que la que presenta el Evangelio de Juan.
Sin embargo, se pueden esperar diferencias debidas a los objetivos y las audiencias diferentes. El cuarto Evangelio y las cartas son complementarias. Se ha sugerido que las afirmaciones de la divinidad de Jesús en el Evangelio de Juan fueron mal entendidas por la gente que tenía una tendencia hacia las enseñanzas gnósticas (una herejía temprana en la iglesia).Entonces, el apóstol escribió 1 Juan -que enfatiza que Cristo era completamente humano, y no sólo divino- para corregirla.
Las referencias en 1 Juan a los apóstoles como testigos oculares también proporciona un argumento en favor de que Juan el apóstol haya sido el autor de esta Epístola. El autor de 1 Juan se incluye a sí mismo, al decir "Nosotros hemos visto con nuestros ojos" (1 Juan 1:1; también 1:2, 3; 4:14). Además, el autor parece ser un hombre de mucha edad: se dirige a los miembros de la iglesia como "hijitos míos"(l Juan 2:1), o "hijitos"(l Juan 2:12,18; 3:18: 5:21) y se llama a sí mismo "el anciano" en 2 y 3 Juan.
Regresando a las similitudes entre las cartas, notamos que también tienen un vocabulario e ideas en común:
• Caminar en la luz verdadera (2 Juan 4; 1 Juan 1:7)
• El mandamiento nuevo (2 Juan 5; 1 Juan 2:8)
• Que nos amemos unos a otros (2 Juan 5; 1 Juan 3:11)
• La existencia de anticristos (2 Juan 7; 1 Juan 2:18,22; 4:3)
• La verdad (2 Juan 1; 3 Juan 1; 1 Juan 1:6)
• El amor (2 Juan 3; 3 Juan 6; 1 Juan 2:5)
La evidencia favorece fuertemente a Juan como el autor de las epístolas atribuidas a él.
La primera carta puede haberse dirigido a las comunidades cristianas a las cuales servía Juan y que lo conocían. La segunda carta está dirigida a “La señora elegida y a sus hijos” (2Juan 1), ya sea como un individuo o una iglesia local. (5). La tercera Juan fue dirigida directamente a una persona específica. Los dos libros más breves pueden haber cabido en una sola hoja de papiro cada una. De esta manera, la disponibilidad (o falta de disponibilidad) de material para escribir puede haber sido un factor en la longitud de los dos documentos.
Las doctrinas de los falsos maestros encajan muy bien en una situación ocurrida a fines del siglo, como sucedió con el problema de Diótrefes, que usurpó el poder y se opuso al apóstol. Esto fecharía las cartas después del Evangelio de Juan. En cuanto a la fecha en que fueron escritas, se puede suponer que fueron los primeros años de la década del noventa, en el primer siglo d.C.6
II. El qué: El contenido de las epístolas
1. Primera de Juan
Primera Juan comienza con un informe de un testigo ocular. "Hemos oído" aparece tres veces en los primeros cinco versículos, "hemos visto", cuatro veces,7 "hemos tocado", una vez, y "nos ha parecido" también una vez. La proclamación apostólica se menciona tres veces en estos versículos. Lo que los apóstoles experimentaron y proclamaron es la "Palabra de vida" y "lo que era desde el principio". Aunque algunos sugieren que "la Palabra de vida" es la tradición apostólica, seguramente se refiere a Jesús. En este caso, los prólogos de Juan y 1 Juan tendrían en común la referencia a Jesús como la Palabra (el Verbo). Esto es adecuado con respecto al contexto de 1 Juan, en el cual la cristología es un gran problema. La intención de Juan era que la proclamación apostólica de Jesús condujera a la comunión (compañerismo) dentro de la iglesia y con el Padre y el Hijo.
Primera Juan 1:6-10 trata con el problema del pecado. Dos versículos positivos que contienen la promesa del pendón del pecado están incrustados en entre tres versículo negativos. El lema del pecado se continúa en el capítulo 2. Entonces se presentan la obediencia y el amor (2:3-5). Otra vez Juan proporciona una razón para escribir su carta (2:11-14): le recuerda a su audiencia que ellos conocen o han conocido a Dios y no necesitan aceptar nuevas doctrinas extrañas acerca de Jesús. Sigue la advertencia de no amar al mundo (2:15-17). La última parte del capítulo 2 trata de advertencias contra los anticristos. Al comienzo del capítulo 3, Juan menciona el privilegio de los cristianos de ser hijos de Dios y de ser, en cierta forma, como Dios (3:1,2). Este privilegio debe conducirnos a evitar el pecado (3:3-10). El resto de Juan 3 analiza el amor (3:11-24), que no puede consistir solo de palabras, sino que debe llevarnos a acciones misericordiosas.
El capítulo 4 vuelve a los falsos maestros (4:1-6), seguido por un pasaje que se ocupa del amor (4:7-21). La famosa afirmación de que Dios es amor se encuentra en este capítulo (4:8). Este amor ha llegado a ser evidente en la encarnación y el sacrificio de Jesucristo. El amor de Dios debe conducirnos a amarnos unos a otros.
En 1 Juan 5 el tema de la "fe" es bastante destacado. Al final del pasaje se menciona la vida eterna, que está disponible sólo en el Hijo. Un versículo importante es 5:13, que habla acerca de la seguridad de la salvación, seguido en los siguientes dos versículos por la seguridad de que Dios oye y contesta las oraciones. El resto del capítulo 5 regresa al tema del pecado, el diablo y Jesucristo.
Es difícil determinar la estructura de 1 Juan. El autor no avanza. en forma lineal, sino temas relacionados aparecen una y otra vez. Por lo tanto, se ha sugerido que Juan presenta sus argumentos de una manera cíclica, volviendo a repasar sus temas desde diferentes ángulos.8
Smalley sugiere dos secciones principales en 1 Juan:
Prefacio (1:1-4): La Palabra de Vida Vida en la Luz (1:5-2:29)
- Dios es luz (1:5-7)
Primera condición: renunciar al pecado (1:8-2:2)
Segunda condición: ser obediente (2:3-11)
Tercera condición: rechazar la mundanalidad (2:12-17)
Cuarta condición: guardar la fe (2:18-29)
Vivir como hijos de Dios (3:1-5: 13)
- Dios es Padre (3:1-3)
- Primera condición: renunciar al pecado (3:4-9)
- Segunda condición: ser obediente (3:10-24)
- Tercera condición: rechazarla mundanalidad (4:1-6)
- Cuarta condición: ser amante (4:7-5:4)
- Quinta condición: guardar la fe (5:5-13)
Conclusión (5:14-21): Confianza cristiana,9
Otros optan por tres secciones principales: por ejemplo, "Dios es Luz" (1:5-2:27), "Dios es justo" (2:28-4:6) y "Dios es amor" (4:7-5:12).lü Cada sugerencia parece apuntar a aspectos que son útiles y que aumentan nuestra comprensión de la Epístola.
2. Segunda de Juan
En la segunda Epístola el apóstol expresa su gratitud de que los hijos de la señora caminan en la verdad. También habla acerca del amor y la obediencia, y se concentra en los falsos maestros a quienes los miembros de la iglesia deben evitar. En la conclusión, Juan expresa su deseo de visitar a su audiencia y les trasmite saludos. Tenían sugiere el siguiente bosquejo para 2 Juan:
Introducción (1-3)
- Mensaje (4-11)
- Alabanza por la fidelidad (4)
- Exhortación a seguir en amor (5, 6)
- Advertencia contra los falsos maestros (7-11)
- Conclusión (12,13).11
3. Tercera de Juan
La tercera carta está dirigida a Gayo, quien es felicitado por su fidelidad y es animado a no renunciar, y a continuar siendo hospitalario a pesar de los problemas con Diótrefcs. Luego, Juan habla acerca de Diótrefes, que parece gobernar la Iglesia un puño de hierro y hasta está opuesto al apostol mismo. Después él menciona a Demetrio. Como en 2 Juan él expresa su esperanza de encontrarse con los receptores de su carta y les envía saludos.. Tenían bosqueja la carta del siguiente modo:
- Introducción (1)
- Mensaje (2-12)
- Buenos deseos y satisfacción (2-4)
- Alaba la hospitalidad (5-8)
- Se opone a la hostilidad (9,10)
- Una lección y una recomendación (11,12)
- Conclusión (13, 14).,12
III. Por qué: El propósito de estas cartas
1. Primera de Juan
La primera carta de Juan hace declaraciones fuertes acerca de falsos maestros, llamándolos "anticristos". El término se encuentra cuatro veces en 1 Juan y una vez en 2 Juan, y en ninguna otra parte de la Biblia, aunque este concepto teológico aparece en otros lugares. Las ideas erróneas de estos anticristos acerca de Jesús necesitaban ser rebatidas y corregidas, así como las implicaciones prácticas de sus enseñanzas.
Juan nos dice repetidamente que el propósito de escribir esta carta es "para que vuestro gozo sea cumplido" (1 Juan 1:4; "completo", NVI); "porque vuestros pecados os han sido perdonados [...] porque conocéis al que es desde el principio [...] porque habéis vencido al maligno" (1 Juan 2:12-14); "para que sepáis que tenéis vida eterna" (1 Juan 5:13).
Estas declaraciones son reafirmativas; varias se concentran en Jesús. Sin embargo, leídas en sus contextos, llega a ser evidente que había un falso sentido de seguridad, una falsa pretensión de conocimiento, y algunos problemas doctrinales serios en las iglesias que recibieron estas cartas. En medio de todo esto, el autor describe un cuadro positivo del verdadero cristianismo y se concentra en su naturaleza positiva. Además, apela a los miembros fieles de la iglesia, animándolos y haciéndoles saber que la ética y una comprensión adecuada de Jesucristo van juntas.
2. Segunda y Tercera de Juan
El propósito de 2 Juan es advertir a los que probablemente se reunían en un hogar-iglesia en contra de los maestros itinerantes que favorecían las doctrinas y la ética erróneas de los falsos maestros mencionados en 1 Juan. En ambos casos, son llamados "anticristos".
En 3 Juan parece que el problema era una lucha por el poder. Diótrefes intenta usurpar toda la autoridad. Juan apoya a Gayo, un leal miembro de la iglesia que todavía está dispuesto a cuidar de los hermanos itinerantes, mientras que Diótrefes excomulga a los que son hospitalarios. "Podríamos [...] especular diciendo que Diótrefes estaba usando el peligro de las herejías para establecer su propia base de poder".13 Juan anima a Gayo y critica a Diótrefes.
IV. Jesús en las epístolas juaninas
Jesús aparece en todas las epístolas de Juan. Muchos nombres y descripciones lo caracterizan. Él es: (1) la Palabra de vida (1 Juan 1:1), (2) la Vida (1 Juan 1:2; 5:20), (3) el Hijo del Padre (1 Juan 1:3; 4:14; 2 Juan 3), (4) el Hijo (1 Juan 2:22-24, 2 Juan 9), (5) el Hijo de Dios (1 Juan 3:8; 4:15), (6) el Cristo (1 Juan 1:3; 2:22; 5:1), (7) nuestro Abogado (1 Juan 2:1), (8) la luz verdadera (1 Juan 2:8), (9) el Salvador (1 Juan 4:14), (10) el verdadero Dios (1 Juan 5:20) y (11) la Verdad (3 Juan 12).
Los feligreses fieles, así como los falsos maestros, pueden haber concordado mayormente acerca de la naturaleza del Padre, pero estaban en desacuerdo sobre la divinidad de Jesús. Por lo tanto, se pone el énfasis sobre Jesucristo en las dos primeras cartas. El problema era si Jesús "ha venido en carne" o no (1 Juan 4:2), y "es el Cristo" (1 Juan 2:22).
Lo que leemos acerca de la naturaleza de Cristo es que él es desde el principio (1 Juan 1:1). Él es justo (1 Juan 2:1,29; 3:7) y puro (1 Juan 3:3). No hay pecado en él (1 Juan 5:1H). Todo esto apunta a su encarnación, es decir, cuando d Señor divino llegó a ser un ser humano.
Juan sostiene claramente que es imposible separar al Padre y al Hijo. Aun en nuestros días, algunas personas piensan que pueden tener una relación con Dios el Padre sin preocuparse de Jesús. Para ellos, Jesús es sólo un ser humano maravilloso. Sin embargo, Juan es claro: Si conoces a Jesús pero no lo aceptas como el Mesías y el Hijo de Dios, no puedes tener una relación con Dios el Padre. Esto no significa que Juan propone una clase de modalismo, que es la herejía de que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son apariencias de la misma persona divina. Aunque Juan varias veces no distingue claramente al Padre y al Hijo (p.ej., 1 Juan 2:25, 29; 5:20), puede haber sido intencionalmente ambiguo en estos casos para enfatizar la unidad que él veía entre el Padre y el Hijo. Tanto el Padre y el Hijo son Dios. Primera Juan contiene 105 versículos, y Jesús aparece en aproximadamente cuarenta y cinco de ellos. Esto confirma que Jesús está en el centro de 1 Juan.
V. El ministerio de Jesús en las epístolas de Juan
No sólo las epístolas de Juan describen a Jesús desde perspectivas diferentes, sino que también enfatizan su ministerio.
Su encarnación origina nuestra salvación. Primera Juan claramente se refiere a la encarnación de Cristo (4:2,9). No es posible separar al Jesús humano del así llamado "Cristo divino". Jesucristo es una persona, completamente humana y no obstante, divina. Jesucristo ha venido en la carne (1 Juan 4:2; 2 Juan 7), -es decir, él llegó a ser humano como nosotros y vivió una vida humana como nosotros— no para su propio beneficio sino para el nuestro. El Jesús preexistente fue enviado como el "único" Hijo al mundo, de modo que nosotros podamos vivir (1 Juan 4:9). Cristo vino por agua y sangre (1 Juan 5:6). Vino para destruir las obras del diablo (1 Juan 3:8). Jesús fue diferente a nosotros porque, en contraste con todos nosotros, en él no había ni hay pecado (1 Juan 3:5).
Su muerte originó nuestra salvación. Tanto la vida de Jesús como un ser humano, como su muerte en la cruz fueron esenciales. Su muerte es claramente salvífica: 1:7; 2:2; 3:5,16; 4:9, 14. La cruz y la sangre de Jesús son las que nos salvan, ninguna otra cosa. Hoy, cuando algunos cristianos dicen que podemos obtener el perdón de los pecados sin la muerte sustitutiva de Jesús, cuando alaban al Padre por haber perdonado, supuestamente, nuestras faltas independientemente del sacrificio de su Hijo, y cuando aún declaran que la muerte de Jesús en la cruz no fue un sacrificio sino un llamado para despertar en nosotros la búsqueda de Dios, Juan nos recuerda: "La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado".
Jesús como nuestro Abogado. Por mucho que odiemos el pecado y luchemos contra él, todavía nos quedamos cortos. En tal caso, tenemos a Jesús como Abogado por quien nos llega la expiación (1 Juan 2:1,2).
Jesús como el dador del Espíritu Santo. En 1 Juan se describe al Espíritu Santo con el término "unción". Los creyentes han recibido la unción de Jesús (1 Juan 2:27), quien nos enseña "todas las cosas".
El mensaje de Jesús y sus mandamientos. El mensaje de Jesús es que Dios es luz (1 Juan 1:5). Él ha dado mandamientos, que sus seguidores deberían guardar (1 Juan 2:3; 4:21), especialmente los mandamientos de amarnos unos a otros y amar a Dios.
Jesús cuida a los que creen en él. Jesús, como el nacido de Dios, guarda a los hijos de Dios, y el diablo no puede tocarlos (1 Juan 5:18), Jesús también ofrece misericordia y paz a los creyentes (2 Juan 3). Él provee vida eterna y quiere que tengamos esa certeza (1 Juan 2:25; 5:11-13).
Jesús volverá. Finalmente, está la promesa de que Jesús volverá (1 Juan 2:238; 3:2). La futura venida del Señor no es sólo una esperanza maravillosa, sino también un fuerte incentivo para que sus seguidores vivan vidas santas y justas.
¿De qué modo reaccionarán los seguidores de Jesús a todo lo que él ha hecho por la humanidad? Juan responde: Somos llamados a obedecer los mandamientos de Jesús (1 Juan 2:3) y a tener un conocimiento correcto de él (1 Juan 2:4). Se nos desafía a guardar su palabra (1 Juan 2:5), y a caminar como él (1 Juan 2:6). Deberíamos permanecer en él (1 Juan 2:27). Los que hacen el bien son nacidos de él (1 Juan 2:29), y un día seremos como él (1 Juan 3:2). Por lo tanto, debemos purificarnos (1 Juan 3:3). Se nos llama a creer en el nombre del Hijo, Jesucristo (1 Juan 3:23), y a permanecer en sus enseñanzas (2 Juan 9).
Conclusión
Las epístolas juaninas nos dan una vislumbre de la iglesia a fines del siglo primero. Hemos notado dos problemas principales: enseñanzas falsas que conducen a un estilo de vida falso, y un problema de liderazgo dentro de la iglesia. Las falsas enseñanzas pueden llamarse "proto gnosticismo" que más tarde crecería para ser el gnosticismo. A fin de ejercer control, el liderazgo de la iglesia más tarde asumiría más y más autoridad hasta que los obispos gobernarían casi como reyes, y se desarrollaría el sistema papal. La solución a los problemas que Juan ve es una comprensión correcta de Jesús -su naturaleza, su carácter, sus enseñanzas, su ética- y un caminar en intimidad con él.