Capitulo 4
Guardar sus mandamientos 1 Juan 2:3-11
Mientras la gente orgullosamente se llaman ciudadanos observadores de la ley, estas mismas personas pueden no apreciar la idea de la obediencia a los mandamientos de Dios. Para algunas personas, la obediencia significa una sumisión inaceptable y una pérdida de la libertad personal. Consideran que la ley de Dios es algo terrible, opuesta a su gracia y amor.
Al comienzo de la siguiente sección de su primera carta, Juan enfatiza que conocer a Dios significa guardar sus mandamientos. Sin embargo, las costumbres generalizadas y el concepto del mundo afecta aun a las familias cristianas. Los mandatos bíblicos, por ejemplo, con respecto a la sexualidad, la salud, y las actividades ocultas se están abandonando en favor de la sociedad y la cultura.
Este no es un problema nuevo. De acuerdo con Mateo 15:3 al 9 y Marcos 7:6 al 13, el judaísmo del primer siglo, por la provisión del corbán, ponía a un lado el mandamiento de honrar al padre y a la madre. Jesús acusó a los fariseos y escribas de invalidar la Palabra de Dios con su tradición.
Que la cultura y el ambiente social tienen un impacto enorme sobre las comunidades cristianas puede verse también en contextos modernos. La autora católica W. A. Bailey analiza el desplazamiento en las traducciones protestantes del sexto mandamiento (Éxodo 20:13), de "No matarás" a "No asesinarás", que ocurrió en extenso grado desde mediados del siglo veinte en adelante, aunque "No matarás" es la traducción preferible.
En el Nuevo Testamento, Jesús expande el sexto mandamiento para incluir aun el abuso verbal (Mateo 5:21,22). Así que, ¿por qué el cambio? Para los evangélicos, el deseo de llegar a estar en la corriente principal religiosa podría ser parte de la razón; para otros, la estrecha conexión con el militarismo ayudó a producir el cambio. Cualquiera sea la razón, la influencia de la cultura llegó a un cambio en las palabras del sexto mandamiento y un cambio en la práctica. En una forma un tanto provocativa, Bailey afirma: "La gente quiere matar personas, y quiere tener permiso bíblico para hacerlo".
Vivir en la luz no sólo significa reconocer, confesar, y abandonar los pecados de uno (1 Juan 1:5-22), también significa obedecer los mandamientos de Dios, andar como él anduvo, y amar como él amó (1 Juan 2:3-11). El pasaje en consideración comienza con una afirmación acerca de conocer a Dios: "Conocer a Dios" y la frase similar "permanecer en él" (versículo 6), y "estar en la luz" (versículo 9), están relacionadas y se refieren a la relación del cristiano con Dios, y dominan esta sección de 1 Juan.
Como la segunda parte del capítulo 1 contenía tres falsas pretensiones, así 1 Juan 2:3 al 11 contienen también tres afirmaciones que Juan tiene que tratar:
- Versículos 3-5................. En esto sabemos...
El que dice...
- Versículos 5b-8………….. Por esto sabemos...
El que dice..
- Versículos 9-11................ El que dice...
Aunque estos versículos tienen una tendencia positiva, con todo refutan ideas que pueden haber sido sostenidas por los adversarios de Juan. No obstante, el pasaje todavía se dirige a todos los feligreses y él desea animarlos a vivir vidas cristianas sinceras.
I. Conocer a Dios (1 Juan 2:3-5)
La sección acerca de conocer a Dios comienza de un modo positivo (vers. 3). Se lo contrasta con una pretensión negativa antes de volver a una actitud positiva.
Positivo
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Nosotros le conocemos [a Dios], si guardamos sus mandamientos
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Negativo
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El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos es mentiroso
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Positivo
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El que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado
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Contiene la frase "guarda sus mandamientos" dos veces y la frase "guarda su palabra" una vez. La frase "guarda su palabra" es paralela a "guarda sus mandamientos", y se usa como sinónimos.
En los versículos 3 al 5 el verbo "conocer" (ginósko) aparece cuatro veces. Este término importante se usa veinticinco veces en 1 Juan. Sin embargo, no el único verbo griego que significa "conocer". Juan también usa oída quince veces en su primera carta. Se encuentra en el último versículo del pasaje que estamos investigando (versículo 11). ¿Cuál es la diferencia entre estas dos palabras?
Hay algo de superposición entre ellos. En 1 Juan 2:29, ambos se usan uno junto al otro y probablemente sean intercambiables. Sin embargo, hay también una diferencia marcada. Aunque ambos términos se refieren al conocimiento como un hecho, en 1 Juan sólo se usa ginósko para señalar la relación íntima que los seres humanos pueden tener con Dios cuando le conocen a él.
En el versículo 3 el uso doble del verbo "conocer" (ginósko) parece referirse a ambos: el conocimiento como un hecho y el conocimiento como una relación. El tiempo perfecto indica que la gente ha llegado a conocer a Dios, y que siguen conociéndolo en una forma personal y experimental, y debe crecer en este conocimiento espiritual. Tienen una estrecha relación con él. La prueba de tal relación es guardar sus mandamientos.
El famoso sustantivo gnósis y el verbo ginósko pertenecen a la misma familia de palabras. El conocimiento (gnósis} fue una palabra vital en el mundo religioso del primer siglo d. C. Probablemente en el segundo siglo, se había desarrollado como una herejía madura llamada el gnosticismo, pero sus comienzos fueron anteriores y pueden detectarse en textos tales como 1 Timoteo 6:20 y la literatura de Juan. Hoy algunas ideas de la Nueva Era nos recuerdan algunos de esos antiguos sistemas gnósticos. En el gnosticismo, el énfasis estaba sobre la experiencia mística o mitos esotéricos acerca de Dios y del yo. La salvación se ganaba por medio del conocimiento secreto, no por medio de la muerte de Jesús. Obviamente, también había poca preocupación por la conducta moral. Juan no usa el término técnico gnósis.
"Es posible que Juan evitara este término a fin de afirmar su mensaje de una manera que no pudiera ser mal usada por sus adversarios ni pudiera ser mal comprendida por sus lectores... El verdadero conocimiento de Dios contenía componentes intelectuales, morales y espirituales que no pueden ser separados. El cristiano debe conocer al Señor, no sólo saber algo acerca de él.
II. Guardarlos mandamientos de Dios (1 Juan 2:3-5)
Guardar los mandamientos es una frase que aparece bastante a menudo en los escritos de Juan. Además se encuentra en Proverbios 19:16; Mateo 19:17; 1 Corintios 7:19; y 1 Timoteo 6:14.
¿Cuáles son los mandamientos a los que se refiere Juan? Johnson responde al afirmar: "En el contexto de 1 Juan sólo puede ser la fe en Jesús y el amor por otros cristianos (1 Juan 3:23)". En 1 Juan el término "mandamiento" aparece en singular y en plural. Cuando Juan habla acerca de guardar los mandamientos, siempre usa el plural. Además, se usa el plural en el capítulo 5:2: "En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos". Aquí, amar a Dios y guardar sus mandamientos parecer ser suplementarios, pero no completamente sinónimos. "Mandamiento" en singular señala el amor hacia Dios y hacia los feligreses (1 Juan 4:21) así como la fe en Jesucristo (1 Juan 2:23), algo que "los separatistas no han guardado". El plural puede ir más allá del amor y la fe en Jesús, e incluir los Diez Mandamientos. En este contexto, Smalley habla acerca del Decálogo y afirma: "La ley moral de Dios como un todo está representada por las 'órdenes' (entolás) a las que se refiere Juan, y a las cuales (dice él) es necesaria la obediencia". De hecho, Indirectamente algunos de los Diez Mandamientos aparecen en 1 Juan.
Apostasía (1 Juan 2:26; 3:7)
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Primer mandamiento
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Asesinato (1 Juan 3:15)
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Sexto mandamiento
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Mentira (1 Juan 1:6, 8; 2:4. 20-22; 4:20)
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Noveno mandamiento
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Codicia (1 Juan 2:16
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Décimo mandamiento
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Guardar los mandamientos no es una condición para conocer a Dios sino una señal de que conocemos a Dios/Jesús y lo amamos. Por lo tanto, el conocimiento de Dios no es sólo un conocimiento teórico sino conduce a la acción. La expresión "en él" puede referirse a Dios el Padre o a Jesús, y es algo ambigua, probablemente en forma intencional.
Primera Juan 2:4 afirma la misma verdad en términos negativos, y puede referirse a una falsa pretensión hecha por los adversarios. El versículo 5 repite el versículo 3 en términos más generales, remplaza "mandamientos" por "palabra", y conecta el amor con la obediencia. "En la obediente conducta cristiana se manifiesta un amor a Dios que responde a (la clase de) amor de Dios". Este es el verdadero conocimiento de Dios.
Las dos frases "guardar sus mandamientos" (1 Juan 2:3,4) y "guardar la palabra" (1 Juan 2:5) son en cierta forma paralelas. Sin embargo, "palabra" también puede ser usada en un sentido más amplio, incluyendo los mandamientos pero pasando a otros problemas tales como creer en las promesas de Dios.
III. Andar como Jesús anduvo (1 Juan 2:6)
La primera parte de nuestro pasaje enfatizó que andar en la luz y conocer a Dios significa ser obediente. La segunda parte ahora llama a los cristianos que quieren permanecer en él a que sigan el ejemplo de Cristo.
"Permanecer", "morar", o "estar en" como el término ha sido traducido enfatiza la continuidad y la permanencia de nuestra relación personal estrecha con Dios, "y la necesidad de la perseverancia de parte de los hombres". Es otro término importante y se usa para nuestra permanencia en Dios (1 Juan 2:6, 24, 27, 28; 3:6), en la luz (1 Juan 2:10), en amor (1 Juan 4:16), en la comunión cristiana (1 Juan 2:19), y en el mensaje cristiano (1 Juan 2:24). También se usa para Dios (1 Juan 3:24; 4:12,15), la unción (1 Juan 2:27), la Palabra de Dios (1 Juan 2:14), el amor de Dios (1 Juan 3:17) y la vida eterna que permanece en nosotros (1 Juan 3:15).
¿Cómo pueden los cristianos andar como Jesús anduvo? Primero, tienen que descubrir cómo vivió Jesús. Segundo, diariamente tienen que comparar su conducta con la de él.
En el contexto de 1 Juan, andar como Jesús anduvo significa amar y vivir para otros. Jesús entregó su vida por otros, y nosotros deberíamos estar listos para hacer lo mismo (1 Juan 3:16). Johnson habla acerca de una vida "que imite a Jesús" , y Stott afirma: "El cristiano se conformará al ejemplo de Jesús así como a sus mandatos [...] No podemos decir que vivimos en él a menos que nos conduzcamos como él". Esto afecta nuestra vida devocional, nuestro estudio de la Palabra de Dios, nuestras luchas con las tentaciones, nuestra conducta en el trabajo y en el tránsito urbano, nuestra relación con el cónyuge y los hijos, con los vecinos y con la gente de nacionalidad, raza, género diferentes, y con nuestros enemigos. Influye sobre nuestra actitud hacia la guerra y la paz, nuestras prioridades en la vida, nuestra participación en la iglesia local, nuestros esfuerzos por alcanzar a otros con el evangelio, nuestros hábitos de gastar el dinero, nuestro tiempo libre, nuestra comprensión y manejo de los problemas éticos, etc.
Siempre es peligroso separar lo que la Palabra de Dios ha mantenido juntos. Una comprensión desequilibrada de Jesús puede fácilmente conducirnos a una vida cristiana desequilibrada y a falsas doctrinas peligrosas. Juan aceptó a Jesús tanto como Salvador como Señor, y por ello Jesús fue el ejemplo que él siguió.
De acuerdo con 1 Juan 2:2, Jesús es el sacrificio expiatorio por nuestros pecados. En el pasaje que estamos estudiando el otro aspecto es dominante. Jesús vivió una vida ejemplar. Nosotros debemos seguir en sus pisadas. Aunque la muerte de Jesús y su resurrección son el clímax de los Evangelios, hay suficientes enseñanzas de Jesús como también aspectos de su vida registrados, para que podamos comprender cómo debería, idealmente, vivir un ser humano. "La prueba de nuestra experiencia religiosa es si produce un reflejo de la vida de Jesús en nuestra vida diaria; si falla esta prueba elemental, es falsa".
IV. El nuevo mandamiento (1 Juan 2:7, 8)
Después de haber mencionado la necesidad de guardar los mandamientos –plural– en los versículos 3 y 5, Juan se vuelve a el mandamiento, en singular. El análisis del nuevo mandamiento y el mandamiento antiguo que sigue parece confuso y nos deja perplejos.
No os escribo mandamiento nuevo
sino el mandamiento antiguo...
Este mandamiento antiguo es la palabra...
Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo.
¿Está hablando Juan acerca de dos mandamientos, uno antiguo y uno nuevo? ¿Por qué se expresa en forma tan complicada? ¿Cuál es el mandamiento? El texto parece sugerir que este es solo un mandamiento.
Se dan varias razones por las que Juan parece tan paradójico. Marshall sugiere: "Parece como si ellos [los adversarios] pensaban que él estaba planteando reglas novedosas que ellos pudieran Ignorar. Esta sospecha parecería haber sido confirmada en sus mentes por su mención de un 'nuevo mandamiento' [...] Así comienza su aclaración de los mandamientos [...] enfatizando que el mandamiento que los cristianos deberían obedecer no es nuevo, sino antiguo". Witherington propone: "Los dichos de sabiduría están llenos de estas paradojas intencionales. Retóricamente tienen la intención de empujar a su audiencia a escuchar cuidadosamente y a pensar seriamente: ¿qué puede ser tanto antiguo como nuevo?".
Los versículos 7 y 8 no nos dicen directamente cuál es la naturaleza del mandamiento. Sin embargo, el contexto apunta al amor fraternal. Jesús mismo había usado antes el término "nuevo mandamiento" (Juan 13:34). Después de haber mostrado a sus discípulos lo que significa servir (Juan 13:1-17), Jesús proclamó su "nuevo mandamiento". Sus discípulos debían amarse unos a otros así como Jesús los había amado. Una situación similar ocurre en 1 Juan 2:6 al 8. Después de haber hablado acerca de andar como Jesús anduvo, Juan señala el mandamiento de Jesús con respecto al amor entre hermanos.
El mandamiento del amor al prójimo ya estaba presente en el Antiguo Testamento (Levítico 19:18). Sin embargo, Jesús lo aplicó a su comunidad de un modo especial. El lo había vivido durante su vida yen su muerte, y había cumplido la ley, dándole una profundidad que no se había conocido antes. Y era la regla para su iglesia. En este sentido, era nuevo. Cuando Juan escribió la carta, el "mandamiento nuevo" ya había tenido una realidad histórica por muchos años. En este sentido era antiguo.
No obstante en un sentido el mandamiento todavía era y es nuera. Es nuevo porque se realizacontinuamente en la vida Jesús ("en Él") y en la de sus seguidores ("y en vosotros") en una forma que no tenía precedentes. "Así el nuevo mandamiento permanece siendo nuevo porque pertenece a la nueva edad que ha sido iniciada por e1 brillo de la luz verdadera". Es la característica de la comunidad escatológica de Jesús. 1) Había y hay un énfasis nuevo. 2) El mandamiento era y es nuevo en su calidad. 3) Era y es nuevo en su extensión. Y 4) su aplicación es siempre nueva.
Los mandamientos están resumidos en el mandamiento del amor. Andar en la luz y andar como Jesús anduvo significa guardar sus mandamientos y amar a los hermanos y hermanas.
V. Amar a los hermanos y hermanas (1 Juan 2:9-11)
La última sección de nuestro párrafo comienza y termina de una manera negativa. El versículo 9 analiza la pretensión de alguno de estar en la luz mientras odia a su hermano. Tal persona está en las tinieblas. El versículo 11 vuelve al odio hacia el hermano. El centro, versículo 10, muestra el lado positivo: es decir, una persona que ama a su hermano o hermana, y por lo tanto, permanece en la luz y no tropieza ni llega a ser una piedra de tropiezo para otros.
Versículo 9
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El que aborrece a su hermano está en tinieblas
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negativo
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Versículo 10
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El que ama a su hermano vive en la luz
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positivo
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Versículo 11
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El que aborrece a su hermano está en tinieblas
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negativo
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El odio (1 Juan 2:9, 11) se contrasta con el amor (versículo 10). Mientras 1 Juan habla acerca de aborrecer a su hermano cuatro veces (1 Juan 2:9, 11; 3:15; 4:20), el autor también sabe que los cristianos serán odiados por la sociedad (1 Juan 3:13). Aborrecer a su hermano es una declaración fuerte. Preferimos decir que estamos irritados u ofendidos, pero las Escrituras a menudo usan el término "aborrecer" para la misma idea, y no debemos minimizar ese aspecto de la conducta humana. Odiar o aborrecer se refiere al odio literal, pero puede también puede significar despreciar, no tomar en cuenta o ser indiferente.
Por otro lado, el amor es mencionado brevemente en el versículo 5. Juan trató con el amor en forma indirecta en la segunda parte de nuestro pasaje, el nuevo mandamiento (versículos 6-9). El amor hacia los otros cristianos es claramente señalado en la última sección de nuestro párrafo (versículos 9-11). Primera Juan tiene mucho más que decir acerca del amor. Por el momento, puede ser suficiente notar que en el griego el término "amor" (ágape) se emplea 18 veces en 1 Juan. El término "amado" se encuentra seis veces. El verbo "amar" aparece 28 veces. Sin embargo, el otro verbo bíblico para "amar" (filéo), que se encuentra en el Evangelio de Juan (por ejemplo, Juan 5:20) y Apocalipsis (Apocalipsis 3:19; 22:15), no aparece en 1 Juan. "Esta concentración en su uso destaca los escritos de Juan del resto del Nuevo Testamento y otra literatura griega del período. Pero no es solo la frecuencia del uso lo que se debe notar. Los escritos juaninos, especialmente 1 Juan, establecen el amor como una categoría teológica derivada de la acción y el carácter de Dios. Sobre esta base llega a ser una categoría ética, poniendo a los seres humanos bajo la obligación de amar".
¿Por qué Juan habla del amor dentro de la iglesia sin mencionar el amor hacia nuestros prójimos? En su carta, Juan está principalmente interesado en la comunidad cristiana. Esto no significa que él negaría el hecho de que los cristianos están llamados a amar a sus prójimos y aún a sus enemigos. Pero esta no es la preocupación de él aquí.
Conclusión
Aunque en la vida los cambios son normales y aún necesarios, no todos los cambios son deseables y beneficiosos. Las creencias y las prácticas no llegan a ser correctas automáticamente sencillamente porque son una expresión de nosotros mismos, o de la cultura que nos rodea. La voluntad de Dios, revelada en las Escrituras, sustituye todas las costumbres e instituciones humanas. Por lo tanto, tenemos que reconocer y resistir los conceptos y prácticas culturales que se oponen al evangelio de Cristo, a menos que dañemos nuestra relación con Dios y diluyamos nuestro mensaje y misión. Entonces, las palabras de Jesús se aplicarían también a nosotros: "Dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres" (Marcos 7:8). Los verdaderos cristianos andarán como Jesús anduvo, guardarán los mandamientos de Dios, y amarán no sólo a Dios sino también a sus hermanos y hermanas.
Wilma Ann Bailey, "You Shall Not Kill" or "You Shall Not Murder?" The Assault on a Biblical Text (Collegeville: Liturgical Press, 2005).
Bailey, p. 52.
Cf.Ben Witherington III, Letters and Homilies for Hellenized Christians, tomo 1: A Socio-Rhetorical Commentary on Titus, 1-2 Timothy and 1-3 John (Downers Grove: InterVarsity Press, 2007), p. 466.
Cf.John R. W. Stott, The Letters of John: An Introduction and Commentary, Tyndale New Testament Commentaries (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Company, 1988), p. 94.
Cf.I. Howard Marshall, Las cartas de Juan (Buenos Aires y Grand Rapids: Nueva Creación, Wm. B. Eerdmans Publishing Company, 1991), p. 121.
Daniel I. Akin, 1, 2, 3 John, The New American Commentary (Nashville: Broadman and Holman Publishers, 2001), pp. 90, 91.
Thomas F. Johnson, 1, 2 and 3 John, New International Biblical Commentary (Peabody: Hendrickson Publishers, 1993), p. 40,
Witherington, p. 466.
Stephen S. Smalley, 1 ,2 ,3 John, Word Biblical Commentary (Waco Word Publishers, 1984), pp. 45, 46.
Cf. Klaus Wengst,Der erste, zweite und dritte Brief des Johannes,Ökumenischer Taschenbuch-Kommentar zum Neuen Testament Gütersloher Verlagshaus Gerd Mohn, 1978), p. 67.
Smalley, p. 49.
Juan 14 contiene una secuencia similar: 1) guardar los mandamientos de Jesús (versículos 15, 21) y 2) guardar sus palabras (versículos 23, 24).
Marshall, p. 123.
Johnson, p. 42.
Stott, p. 97.
Marshall, p. 124.
Ibíd., pp. 124, 125.
Witherington, p. 472.
Ver Akin, p. 96, y Smalley, p. 56.
Stott, p. 99.
Cf. Wengst, p.77.
Cf.Johnson, pp. 44, 45; Smalley, p. 62.
Painter, p. 170.
Fuente: http://www.escuelasabatica.cl/2009/tri3/lecc4/leccion.htm