Lección 13: Para el 30 de junio de 2012
UN MINISTERIO PERPETUO
Sábado 23 de junio
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Juan 4:7-30; Hechos 2:42; 11:19-23; 2 Timoteo 2:1-7; 2 Corintios 5:18-20.
PARA MEMORIZAR: “Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé? Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas” (Lucas 13:18, 19).
PENSAMIENTO CLAVE: La evangelización y la testificación son los me-dios por los cuales la semilla de mostaza llega a ser un gran árbol que llena todo el mundo.
TAL VEZ OÍSTE DECIR (o lo dijiste) “He hecho mi parte; lo dejaré ahora a la generación más joven”. O bien, “He liderado durante años, permitiré que gente nueva lo haga ahora”. En un sentido, estas afirmaciones son comprensibles. La gente se hace mayor, su salud falla, u otras circunstancias le impiden seguir como líderes en la iglesia. Otros se agotan y necesitan un descanso. Algunos creen que Dios requiere que cumplan tareas en otras áreas de la iglesia. Pero hay una diferencia entre cambiar el énfasis del ministerio y dejar de ministrar; mientras tengamos aliento, debemos cumplir un ministerio. Esta semana nos concentraremos en la necesidad de mantenernos involucrados en los ministerios de testificación y evangelización. No importa cuál sea nuestra función en la iglesia, siempre habrá oportunidades para ministrar.
Lección 13 // Domingo 24 de junio
LA EVANGELIZACIÓN Y LA TESTIFICACIÓN NUNCA TERMINAN
Debemos enfatizarlo: la testificación y la evangelización deben continuar mientras haya gente que necesite la salvación. Dios quiere salvar a tantos como sea posible. Los que han aceptado a Jesús como Salvador personal son llamados a trabajar en la obra de salvar almas. No importa quiénes seamos, o dónde estemos, si estamos conectados con Cristo, si apreciamos lo que él hizo por nosotros, siempre tendremos la oportunidad de testificar y de ministrar.
Repasa la conversación de Jesús con la mujer samaritana en Juan 4:7 al 30. ¿Qué le dijo Jesús que la entusiasmó a compartirlo con sus conciudadanos? ¿Qué principios de testificación obtenemos de este informe, que nos ayudan al procurar alcanzar a otros?
Jesús usó una “fórmula” sencilla al hablar con la mujer de Samaria. 1. Captó su atención: “Dame de beber” (versículo 7); 2. Consiguió su interés: “¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber? (versículo 9); 3. Creó un deseo: “Dame esa agua” (versículo 15); 4. La llevó a una convicción: “Señor, me parece que tú eres profeta” (versículo 19); 5. Siguieron acciones: “Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No será éste el Cristo?” (versículo 29). Estas cinco etapas de la evangelización no siempre suceden en una sola reunión, como ocurrió con la mujer samaritana. Pueden suceder a lo largo de un tiempo mientras testificas a alguien. Las situaciones variarán, pero estos principios pueden ser aplicados en nuestros intentos de alcanzar a las almas. Además, aunque la conversación inicial trató del agua literal, la meta de Jesús era lograr que la mujer samaritana deseara y bebiera el Agua de vida. A fin de cuentas, aunque somos llamados a ayudar a la gente en cualquier situación y ministrar a sus necesidades de toda manera posible, no debemos olvidar que la necesidad más grande de ellas es la salvación en Jesús.
¿Cuán frecuentemente aprovechas las oportunidades de testificar o de ministrar? A menudo nos encontramos con personas que no tienen idea de lo que creemos o de la esperanza que tenemos. ¿Cómo podemos ser mejores testigos para ellos?
Lección 13// Lunes 25 de junio
UN AMBIENTE DE NUTRICIÓN
Una parte vital de la evangelización ocurre en la iglesia cada semana. Este aspecto de la evangelización se llama “nutrición” e “incorporación”. Hacemos bien en invitar a las personas a la iglesia, pero no siempre creamos un ambiente que las estimule a volver y a entrar en el compañerismo. Si hemos de hacer discípulos, debemos prestar atención al establecimiento y la alimentación de cada cristiano nuevo. ¿Qué significa esto? “Establecimiento” da la idea de poner algo sobre una base firme y permanente. Es ayudar a darles un fundamento de fe y compañerismo. “Nutrir” generalmente se explica con conceptos tales como “criar”, “cuidar de”, “adiestrar”, “educar”. Cuando alguien acepta a Jesús como Salvador, todas esas áreas del establecimiento y la nutrición deben ser aplicadas espiritualmente y socialmente dentro del compañerismo cristiano. Es decir, un cristiano nuevo necesita ser criado, cuidado, adiestrado y educado en los caminos del Señor. El “compañerismo” es clave. En él, las vidas se tocan y se afectan unas a otras. La gente que se une a la iglesia necesita el compañerismo espiritual. ¿Qué nos enseñan los siguientes versículos acerca de la importancia del compañerismo espiritual entre los creyentes? ¿Por qué estas cosas son importantes para quienes han entrado en la iglesia por medio de nuestra evangelización? 1 Juan 1:7; Hechos 2:42; 11:19-23; 20:35; Romanos 1:11, 12. El uso del “nosotros”, implícito en 1 Juan 1:7, nos impresiona porque, aunque debemos andar en la luz como individuos, tenemos que andar en la luz juntos. Si los creyentes andan en la luz, habrá comunión y unidad, y un ambiente de nutrición en el que la gente está concentrada en hacer la voluntad de Dios y en estimularse mutuamente en el sendero cristiano. Aunque es importante ayudar a los miembros nuevos a estar felices en la iglesia, también es importante conducirlos a ser discípulos, es decir, desarrollar en ellos la capacidad de llevar a otros a una relación salvadora con Jesús.
¿Tiene tu iglesia un plan para confirmar a los miembros nuevos? ¿Cómo puedes llegar a estar más involucrado en ayudar a nutrir a los miembros nuevos?
Lección 13 // Martes 26 de junio
ENTRENANDO ENTRENADORES
Vivimos en un mundo en el que la gente se muda mucho. Las iglesias locales deben transferir en forma regular a miembros que vienen y van, y a menudo lamentan la pérdida de feligreses capaces que han estado involucrados en ministerios importantes. Por causa de esta posible transferencia de habilidades, y porque los ministerios de testificación y evangelización deben continuar expandiéndose, hay una gran necesidad de multiplicar estos ministerios.
¿Qué principios con respecto a la preparación de entrenadores podemos obtener de las instrucciones de Pablo a Timoteo en 2 Timoteo 2:1 al 7? ¿Cómo deberían aplicarse estas palabras a nosotros hoy en nuestra obra para el Señor, en cualquier cargo en que nos encontremos?
Pablo le comunica a Timoteo la importancia de mirar el cuadro grande de la obra de la iglesia, tanto con respecto a la extensión como a la duración. Los ministerios pastoral y de enseñanza no deben estar centrados en un hombre solo. Deben ser la obra de un gran número de testigos y evangelistas en la iglesia. Principalmente, Pablo le está diciendo a Timoteo que adiestre a otros para el liderazgo de la iglesia porque, finalmente, la generación de líderes de más edad pasará. Lo implícito en esta instrucción a Timoteo es que aquellos que él instruya a su vez tendrán que instruir a otros, con lo que se asegura que la misión de la iglesia en el mundo continuará y se expandirá. Esto está en armonía con el llamado de Jesús por más obreros para la mies.
Se ha dicho: “Dale a un hombre un pez, y lo alimentarás un día; enséñale a pescar, y lo alimentarás a él y a su familia mientras viva”. El problema es que si el hombre no enseña su habilidad de pescar a sus hijos, entonces la siguiente generación pasará hambre. Tal vez el dicho debería modificarse para que diga: “Dale a un hombre un pez, y lo alimentarás un día; enséñale a pescar y a pasar ese conocimiento y técnicas, y un número incontable de personas seguirá siendo alimentada”. Esta es la diferencia entre adiestrar a alguien y adiestrarlo para ser adiestrador.
Piensa en tu experiencia en la iglesia. ¿Te enseñó alguien cómo testificar a otros? ¿Has pedido ser adiestrado en cómo testificar a otros? Analiza tus respuestas en la clase el sábado.
Lección 13//Miércoles 27 de junio
RECUPERAR EX MIEMBROS
Apóstata es una palabra que nos gustaría que no existiera en el vocabulario cristiano. Sin embargo, muchas personas se alejan de la iglesia y de una relación salvadora con el Señor. Aunque a veces algunos se apartan por asuntos de doctrina, la mayoría de las veces se van por disputas personales, y otras cosas así. Cualesquiera que sean las razones, necesitamos hacer todo lo posible para crear un ambiente agradable, a fin de que los que se unen a la iglesia deseen quedarse entre nosotros, a pesar de que surja algún problema.
También debemos tener un ministerio hacia los ex miembros y los miembros que no asisten. Una mirada a las listas de miembros de las iglesias probablemente revelará que hay muchos más nombres en las listas que los que asisten a la iglesia cada sábado. Estos nombres podrían formar el comienzo de un ministerio especial en favor de la gente a la que Dios nunca ha dejado de amar.
Considera seriamente 2 Corintios 5:18 al 20. Aunque el contexto sea algo diferente del nuestro, el principio es importante. ¿De qué manera el “ministerio de reconciliación” es especial para quienes una vez siguieron a Dios pero que se han apartado?
Recuperar a los ex miembros es un ministerio especial. Además, este ministerio es tan evangelizador como el de buscar a las personas que nunca antes aceptaron a Cristo. La misma palabra reconciliación implica que había una unidad anterior entre la humanidad y Dios, que ahora se ha restaurado por medio de Jesucristo. Además, se nos ha dado un ministerio de reconciliación que incluye recuperar a los que una vez adoraron con nosotros.
Podríamos alegar que, en Mateo 10:5 y 6, Jesús envió a sus discípulos a recuperar a los miembros de la nación judía que se habían apartado de su Señor. De este modo, es muy apropiado que hoy también hagamos una obra por esas personas que tienen una historia especial con Dios y con su iglesia.
Piensa en los que dejaron la iglesia y la razón por la que lo hicieron. ¿Hay alguna persona con la que podrías restablecer contacto, renovar una amistad y ministrarla, y procurar conectarla de nuevo con la iglesia? Ora acerca de cómo podrías hacer algo así.
Lección 13 // Jueves 28 de junio
LA PUERTA DE ATRÁS
¿Has notado cuántas personas lamentan que los miembros se vayan por “la puerta de atrás”? Hasta afirman que la puerta de atrás de la iglesia debe cerrarse, pero no dicen cómo cerrarla, o siquiera dónde está esa puerta. Algunas iglesias que crecen pueden pensar que su puerta de atrás está cerrada, pero puede ser que lo que sucede es que entren más personas por la puerta del frente que las que salen por atrás. Y, aunque eso es mejor que si salen por atrás más personas que las que entran (lo que sucede en algunos casos), todavía queremos retener a esos miembros.
Descubrir la puerta de atrás e intentar cerrarla requerirá planes evangelizadores, ya que el mandato no es solo ganar personas para Dios, sino retenerlas.
Lee Hebreos 10:25. ¿Por qué es importante que los cristianos se reúnan regularmente? Cuando estamos juntos en compañerismo, ¿cuánto “estímulo” nos damos unos a otros? ¿Cómo podríamos hacer más de lo que hacemos?
La decisión de abandonar la comunión suele no ser repentina. Más bien, la mayoría pasa por un proceso y sale en forma silenciosa. Así como ir a Cristo y a su iglesia fue un proceso, dejar la iglesia lo es también. A menudo no es planificado. La persona comienza lentamente a desconectarse, desencantada e insatisfecha con las cosas de la iglesia. En algunos casos, hasta eso puede ser justificado. Por lo tanto, debemos procurar observar el proceso por el que atraviesan los que nos rodean en la iglesia.
Lee Romanos 14:13, Gálatas 5:13 y Efesios 4:32. ¿De qué manera el vivir en armonía con estas amonestaciones nos ayudará a mantener cerrada la puerta de atrás? ¿Qué puede hacer tu iglesia para vivir esas importantes verdades?
Una iglesia que se preocupa es un lugar en el que cada persona está concentrada en su relación personal con Jesús. Tiene un claro concepto del valor que Jesús le asigna a cada individuo. Cerrar la puerta de atrás involucra estar cerca de las personas, reconocer sus necesidades y atenderlas en forma apropiada. Ningún programa de la iglesia puede hacer esto. Solo las personas amantes y preocupadas por otros pueden hacerlo.
Lección 13// Viernes 29 de junio
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Planifica continuar con tu ministerio y hacerlo crecer.
Todos los que participan en ministerios de testificación y de evangelización deberían hacer que el suyo sea un ministerio continuo en vez de ser un evento temporario. ¿Cómo podemos lograr esto? Repasaremos algunos aspectos vitales.
1. Estar cómodo al compartir el liderazgo en vez de ser una banda de una persona. Que sea un equipo en el que el trabajo y la afirmación se comparten.
2. Haz lo que puedas para mantener la importancia del ministerio de tu equipo ante la iglesia. Esto incluirá informes regulares a la comisión de evangelismo, inserciones en los boletines, cartas de noticias, carteles en los tableros de anuncios y pedidos de presupuesto.
3. Busca continuamente a gente a la que puedas invitar en persona a unirse a tu equipo o a formar otro equipo. Si alguno se ofrece para unirse a tu equipo como resultado de tus actividades y tus informes, está bien; sin embargo, será mejor invitar personalmente a la gente, en lugar de dar una invitación general pidiendo voluntarios.
4. Los eventos regulares de adiestramiento son necesarios, especialmente con respecto a las actividades de testificación y evangelización.
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. En la clase, analicen las respuestas a la pregunta final de la sección del martes.
2. “Hemos de ser canales por los cuales Dios pueda enviar luz y gracia al mundo. Se debe recuperar a los que se apartaron. Hemos de abandonar nuestros pecados, por la confesión, el arrepentimiento y humillando nuestros orgullosos corazones ante Dios. Inundaciones de poder espiritual han de ser derramadas sobre los que estén preparados para recibirlo” (Testimonios para la iglesia, tomo 8, p. 46). ¿Qué se necesita hacer, y por qué, para traer a las personas de regreso a la iglesia que predica la “verdad presente”?
3. Cuando la gente se va, amémosla, mantengámonos en contacto, que nadie les arroje en el rostro citas de Elena de White acerca de las personas que se apartan. En lugar de eso, usemos estas tristes experiencias para hacer lo que dice Pablo: “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe” (2 Corintios 13:5). Preguntemos qué podríamos haber hecho en forma diferente para ayudar a mantener a esas almas entre nosotros. Más aún, no hagamos nada que, si cambiaran su decisión, les hiciera más difícil el regreso. ¿De qué modo podemos, como iglesia, aplicar estos principios a aquellos que nos dejaron por cualquier razón?
Compilador: Delfino J.