Lección 7: Para el 19 de mayo de 2012
EVANGELIZACIÓN Y TESTIFICACIÓN CORPORATIVAS
Sábado 12 de mayo
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Eclesiastés 4:9-12; Salmo 37; Filipenses 1:5-18; Efesios 4:15, 16; Colosenses 1:28, 29.
PARA MEMORIZAR: “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros” (2 Timoteo 2:2).
PENSAMIENTO CLAVE: Diseminar la verdad de Dios no se limita a los ministros. Debe ser esparcida por todos los que dicen ser discípulos de Cristo.
YA HEMOS VISTO CUÁN IMPORTANTE es que todos los creyentes reconozcan su potencial dado por Dios. En la Biblia hay muchos ejemplos de personas que usaron sus dones mientras trabajaban con los líderes designados, evangelizando en equipo. En Hechos 13:13, la referencia a “Pablo y sus compañeros” sugiere que Pablo era el líder reconocido de un grupo misionero que incluía a Bernabé (versículo 1). Lucas nos dice que a veces Pablo y Bernabé trabajaban juntos (Hechos 13:50; 14:1). Algunas veces, es difícil para alguien participar en la testificación y la evangelización en una iglesia local, porque los líderes no buscan siempre a personas que tengan dones, para incorporarlos a ese trabajo. La semana pasada vimos las contribuciones de miembros individuales en la testificación y la evangelización de la iglesia. Esta semana consideraremos algunos aspectos de las tácticas del cuerpo de la iglesia y cómo los individuos pueden involucrarse.
Lección 7 // Domingo 13 de mayo
QUE AMBAS MANOS LO SEPAN
La mayor parte de los feligreses están ocupados; otros hacen poco. A veces la gente no sabe lo que su iglesia está planificando; por ello, no ven cómo pueden ayudar a alcanzar las metas.
Lee Eclesiastés 4:9 al 12. ¿Qué nos enseña Salomón acerca de trabajar juntos? ¿Cómo podría esto ayudarnos en otras circunstancias?
Aquí se describen los beneficios de la ayuda mutua y el apoyo en toda situación. Lo que es cierto para dos o tres personas también es cierto para la iglesia local. Para que las bendiciones descritas en Eclesiastés 4:9 al 12 se cumplan, cada persona debe conocer las actividades de los demás. Si una persona no sabe lo que los otros hacen o planean, ¿cómo puede saber qué apoyo se necesita y cuándo? Esto sucede también con la testificación y la evangelización en muchas iglesias, y por eso no reciben apoyo ni ayuda cuando hace falta. Es triste, pero por esa falta los que están trabajando a veces sienten que nadie se interesa en su ministerio; pero es porque los demás no saben qué está sucediendo.
Los siguientes versículos registran el caso de personas que realizaron tareas especiales de apoyo. Anota cómo crees que estas actividades con-tribuyeron a la misión de esparcir el evangelio. Hechos 16:14, 15, 33, 34.
Lo que pareciera que no tiene nada que ver con los planes de testificación y evangelización, al considerarlo con más cuidado, se verá cuán vital es para todo el proceso. Aquellos que proveen alimentos y alojamiento al evangelista visitante desempeñan una parte tan vital como los que dan la bienvenida al público al programa. Muchos feligreses, cuando conocen el programa y lo que se necesita, y cuando ven que contribuyen al programa de la iglesia, se ofrecerán para apoyar. Por eso, la mano derecha debe saber lo que hace la izquierda.
Reflexiona sobre la testificación y la evangelización de tu iglesia. ¿Sabes cuáles son sus metas y planes? ¿Conoces en qué etapa está la iglesia en el programa de este año? ¿Cómo podrías llegar a participar más en tu iglesia al cumplir la comisión evangélica?
Lección 7 //Lunes 14 de mayo
PLANIFICANDO JUNTOS
A menudo, unas pocas personas preparan las metas y las estrategias de las actividades misioneras. Entonces, cuando se han aprobado esos planes, esas pocas personas tratan de que los demás se involucren en las etapas de puesta en práctica. Es mucho mejor conseguir que un grupo mayor se involucre desde el principio. Por esto, el Manual de la Iglesia Adventista del Séptimo Día declara que una preocupación importante de la Junta Directiva de una iglesia es la tarea de planificar y fomentar la evangelización en todas sus fases.
¿Qué nos indican las palabras de Pablo en 1 Corintios 14:40 acerca de la necesidad de tener planes? ¿Cuáles serán los resultados de una falta de planes, o de planes inadecuados?
Hay diversos errores que pueden cometer las iglesias cuando consideran su participación en la tarea evangelizadora. Pueden fijar blancos pero descuidar la presentación de las estrategias necesarias para alcanzarlos; pueden tratar de presentar algunas estrategias sin tener blancos fijos; o pueden intentar alguna de estas cosas sin considerar un proceso de evaluación. Las metas y los planes van juntos, pero los blancos siempre vienen primero, de modo que los planes permitan alcanzar esas metas. Además, el proceso de evaluación ayuda a mantener a la iglesia en la dirección correcta y mide el progreso hacia los blancos.
Los feligreses deberían sentir que los blancos son propios. Los que fijan las metas y están involucrados en la planificación de las estrategias son típicamente los que toman a su cargo la dirección y el proceso. Es importante, por lo tanto, que tantas personas como sea posible tengan algo que decir en todas las fases de la planificación, a fin de que también ellos tengan un sentido de propiedad. Si esto no sucede, entonces es muy probable que los planes de largo alcance lleguen a ser la propiedad de unos pocos elegidos que lucharán para cumplirlos. En este caso, es poco probable que tengan éxito.
Lee el Salmo 37. ¿Qué seguridad podemos encontrar, en este texto, con respecto al éxito de nuestra tarea de evangelizar (así como de muchas otras cosas)? ¿Qué principios y promesas podemos obtener de este pasaje?
Lección 7 // Martes 15 de mayo
TRABAJANDO EN EQUIPOS
Es lógico pensar que hubo veces cuando los discípulos compartieron su fe de uno a uno, pero en su mayor parte los vemos en un ministerio compartido con otros discípulos y siendo apoyados por otros creyentes. Hay algo especial al trabajar en un plan general, y recibir apoyo y estímulo de otros en el equipo. La Biblia nos da un modelo para la testificación y la evangelización efectivas, y no debe sorprendernos que aún hoy, cuando Dios levanta a alguien para una responsabilidad importante, inspire a un equipo que se reúna alrededor del líder.
Lee Mateo 10:2 al 4; Marcos 3:16 al 19; y Lucas 6:12 al 16. ¿Qué lección sencilla podemos aprender de estas listas?
Sin duda, los primeros creyentes trabajaron en grupos. Tiene mucha lógica. Además de que cada uno tiene dones y talentos específicos que otros no tienen, hay también protección en el número. Hay un sentido de responsabilidad: otros te están observando, otros pueden guiarte, otros pueden evitar que te desvíes en direcciones que pueden descarriarte. Un equipo sólido de hermanos fieles, si todos tienen una meta común, y cada uno busca el bien de los demás, es la forma ideal de hacer este trabajo de difusión.
Lee Filipenses 1:5 al 18. ¿Qué hay en las felicitaciones de Pablo a los creyentes en Filipos, que indica que estaban ocupados en la difusión del evangelio como cuerpo?
Al comienzo de su carta a los Filipenses, Pablo habla de su compañerismo, o comunión, en el evangelio (versículo 5). Habían defendido y confirmado el evangelio (versículo 7) y habían hablado la palabra de Dios sin temor (versículo 14). También comparte su gozo porque Cristo es predicado (versículos 15-18). Nota, Pablo está escribiendo a una iglesia, no a personas. Es cierto que los que predicaron a Cristo serían personas individuales, pero el hecho de que Pablo felicite a la iglesia revela que esta predicación evangelizadora era una estrategia del cuerpo.
Ansioso de testificar, ¿alguna vez te encontraste tentado y el grupo te protegió de ella? ¿Por qué es importante cultivar una actitud de humildad y responsabilidad al trabajar en un grupo?
Lección 7 //Miércoles 16 de mayo
CADA PARTE HACE SU PARTE
Cuando una iglesia unida está concentrada en la tarea evangelizadora, el Señor bendecirá sus esfuerzos. Un estudio cuidadoso del Nuevo Testamento revelará cuánto se escribió para mostrar a los cristianos cómo vivir y trabajar juntos en armonía. Los pasajes que hablan de “unos a otros” están esparcidos por todas sus páginas. Se nos ordena amarnos unos a otros (Juan 15:12), perdonarnos unos a otros (Efesios 4:32), orar los unos por los otros (Santiago 5:16). Además de estos pasajes, hay muchos otros que se relacionan con la iglesia como cuerpo, con la obra que hace y con el crecimiento correspondiente.
Lee Efesios 4:15 y 16. ¿De qué modo el trabajar juntos contribuye al crecimiento y a la edificación de la iglesia?
Pablo dice que la voluntad de Dios es que crezcamos en Jesús. Por eso, todos estamos en una jornada espiritual, y cada uno en la suya. Sin embargo, el texto explica que el crecimiento de cada persona afectará el crecimiento del cuerpo, tanto numéricamente como espiritualmente. A medida que los creyentes crecen en Cristo, algo maravilloso sucede. Están “concertados y unidos entre sí” por medio de sus contribuciones personales a la iglesia como un todo. La efectividad óptima de cualquier iglesia se logra cuando cada uno hace su parte. De acuerdo con Hechos 1:12 al 14, ¿qué hicieron los primeros creyentes mientras esperaban en Jerusalén la promesa del Espíritu Santo? La respuesta debería decirnos mucho acerca de lo que significó la adoración corporativa. Recién cuando el Espíritu Santo descendió, estos primeros creyentes estuvieron listos para cumplir la comisión evangélica. Este grupo, de como 120 personas, estaba unido en oración constante. Sin duda, la promesa del Espíritu Santo los unió y los llevó a estar juntos para orar, mientras esperaban el poder que los capacitaría para cumplir la orden del Señor. Nosotros, como iglesia, deberíamos hacer lo mismo.
¿Cuánto tiempo y esfuerzo pone tu iglesia local en buscar a otros, testificar y evangelizar, en contraste con cuánto tiempo pasa en asuntos internos, como la liturgia, el formato del culto, la música, y otros temas? Analiza la respuesta el sábado.
Lección 7 // Jueves 17 de mayo
LA NECESIDAD DE SER UN CUERPO UNIDO
Se ha afirmado que el cristianismo que no comienza con el individuo, en realidad, nunca empieza, pero que un cristianismo que termina en el individuo se acaba. Esto señala la importancia de que cada nuevo creyente se incorpore al cuerpo de los creyentes. Esa incorporación no pueden hacerla solo ciertas personas. La incorporación es tarea de la iglesia entera.
Lee Colosenses 1:28 y 29. ¿Qué blanco específico puso Pablo ante sus nuevos conversos?
La madurez del cristiano, crecer hacia la plenitud de Cristo (Efesios 3:19), es la meta de la congregación. Ayudar a la madurez de los nuevos conversos es tan importante como trabajar para que acepten a Cristo y se unan a su iglesia. La iglesia, al incorporarlos, se asegura de que sus esfuerzos evangelizadores no sean una pérdida de tiempo. Antes de comenzar algún proyecto misionero, la iglesia debe prepararse. Nos concentraremos en el transporte, la atención de los niños, quiénes recibirán a las visitas, los equipos de oración y los de visitación. Pero Pablo quiere que nos concentremos en otra parte de la preparación.
Indica por qué es importante preguntar cómo pueden involucrarse los creyentes nuevos en la vida de la iglesia y sus programas. ¿Cómo puede la iglesia entrar en la vida de los creyentes nuevos y ayudarlos a madurar? ¿Están relacionados estos dos conceptos? Si es así, ¿de qué modo?
A menudo pensamos que el seguimiento y la incorporación del nuevo creyente debe hacerlos la persona que la llevó a Jesús. Para Pablo sería imposible alimentar a todos los que creyeron a través de su ministerio. Esta no es la manera bíblica de obrar. El seguimiento es la obra de la iglesia entera. Con frecuencia, lamentamos que las personas nuevas entran por la puerta del frente y salen por la puerta de atrás poco después. Esta es una tragedia de consecuencias eternas.
Piensa en los miembros nuevos de tu iglesia local. ¿Cómo puedes tú –y no el pastor, el anciano, sino tú– involucrarte en ayudarlos a llegar a estar firmemente arraigados en la comunidad de la iglesia y en sus enseñanzas?
Lección 7 //Viernes 18 de mayo
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Establecer metas realistas. Tanto la tarea de la iglesia como la de un ministerio más pequeño necesitan metas que sean realistas. Las siguientes son áreas clave para considerar: Contar con los recursos apropiados. Las finanzas son importantes en muchos planes de la iglesia: costos de propaganda, transporte, recursos, franqueo, alquiler del local, entre otros gastos de una actividad evangelizadora. Alcanzables. Los blancos fijados ¿son realistas y alcanzables? ¿Tenemos el dinero, el tiempo, el apoyo, las instalaciones y el personal para alcanzar los resultados planificados? Es mejor comenzar en pequeño, y construir poco a poco un proyecto más grande, cuando otros se unan al equipo y se dé un apoyo clave en otras áreas importantes. Sustentable. Si el ministerio de testificación y evangelización tiene éxito, es bueno repetirlo. Si tu ministerio es parte de una estrategia continua, necesitarás mirar hacia adelante, a fin de organizar lo necesario para continuar ese ministerio. Poder evaluarlo. Debes evaluar todos los aspectos del ministerio: el personal, las finanzas, el adiestramiento y los resultados, entre otros. Para los ministerios permanentes, debes fijar momentos específicos de evaluación, y cumplirlos. También examina de qué manera esta actividad contribuye a los planes generales de la iglesia en la evangelización.
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Repasen en la clase la respuesta que dieron a la pregunta de la sección del miércoles. ¿Cómo puede el trabajo de extensión del evangelio unificar a una iglesia que de otro modo estaría ocupada con luchas internas? ¿Cómo puedes ayudar a la iglesia a alejarse de las preocupaciones acerca de ella misma y ocuparse en la obra de alcanzar a otros? ¿Por qué eso es tan importante?
2. Al considerar la siguiente cita, piensa en tu iglesia local. ¿Están los miembros involucrados en equipos de testificación y de evangelización? ¿Qué parte puedes desempeñar en organizar eventos de entrenamiento de equipos? ¿Cuál es tu actitud personal hacia el trabajo en equipo? “Cuando trabaje donde ya haya algunos creyentes, el predicador debe primero no tanto tratar de convertir a los no creyentes como preparar a los miembros de la iglesia para que presten una cooperación aceptable” (Obreros evangélicos, p. 206). ¿Cuántos de los miembros de tu iglesia tienen idea de cómo trabajar por la conversión de las almas? Si no son muchos, ¿cómo puede cambiar esa situación?
Compilador:Delfino J.