Lección 6: Para el 10 de noviembre de 2012
VICTORIA SOBRE
LAS FUERZAS DEL MAL
Sábado 3 de noviembre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Efesios 1:18-22; Romanos 8:26-39; Santiago 4:7; 1 Pedro 5:6-10; Lucas 10:1-20; Hechos 5:12-16.
Efesios 1:18 al 22
18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza,
20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales,
21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero;
22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia.
Romanos 8:26 al 39.
26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero.
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Santiago 4:7
7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
Lee 1 Pedro 5:6 al 10.
6 Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
10 Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
Lucas 10:1 al 20
1 Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir.
2 Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.
3 Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos.
4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludéis por el camino.
5 En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa.
6 Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros.
7 Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa.
8 En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante;
9 y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.
10 Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, saliendo por sus calles, decid:
11 Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros. Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros.
12 Y os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma, que para aquella ciudad.
13 ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! que si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que sentadas en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido.
14 Por tanto, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón, que para vosotras.
15 Y tú, Capernaúm, que hasta los cielos eres levantada, hasta el Hades serás abatida.
16 El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió.
17 Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.
18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.
Hech. 5:12-16
12 Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.
13 De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente.
14 Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres;
15 tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos.
16 Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados.
PARA MEMORIZAR:
“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Rom. 8:37).
PENSAMIENTO CLAVE: En Cristo tenemos ganada la victoria sobre todas las fuerzas que nos oprimen.
EN ALGUNAS REGIONES, se considera la religión solamente como una ayuda para afrontar los desafíos de la vida diaria. La idea cristiana de la salvación del pecado, por ejemplo, es ajena a muchas religiones tradicionales. En esos lugares, el cristianismo puede verse únicamente como un medio para resolver los problemas diarios.
Aunque un estilo de vida cristiano tiene ventajas prácticas, debemos recordar que el cristianismo tiene una perspectiva “de otro mundo”, porque ve otra realidad más allá del mundo material. Ambas realidades son importantes, aunque en ellas hay fuerzas con propósitos opuestos entre sí. Podemos estar agradecidos por las promesas de victoria en ambas realidades.
Enfaticemos otra vez que la gran controversia entre Cristo y Satanás debe constituir el trasfondo de nuestra comprensión del mundo y de nuestro lugar en él. En este conflicto, el cristianismo no abandona a sus adherentes a las fuerzas hostiles. Por el contrario, en Cristo tenemos la promesa de victoria sobre ellas.
Domingo 4 de noviembre
UN ESCENARIO PARA NUESTRA VICTORIA
El cristiano no tendría esperanza de victoria sobre las fuerzas del mal a menos que hubiera un escenario para ella. En el estudio de la semana pasada llegó a ser claro que Cristo, por medio de su muerte en la cruz y su resurrección de la tumba, ganó la victoria sobre toda suerte de mal y de “poderes” impíos. En un sentido muy real, al desenmascarar y desarmar estos “poderes”, les puso un límite. El hecho de que los “poderes” hayan sido puestos bajo sujeción establece el escenario para la victoria del cristiano.
Estudia Efesios 1:18 al 22. Pablo ruega que los ojos de los cristianos de Éfeso sean iluminados. Según Pablo, ¿qué logró Cristo para nosotros? ¿Cómo entendemos esto en el contexto de la gran controversia? ¿Qué se nos promete? ¿Cómo hacemos que estas promesas sean reales en nuestra propia experiencia?
Efesios 1:18 al 22
18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza,
20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales,
21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero;
22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia.
Pablo ora pidiendo que una iluminación profunda acompañe al cristiano. Cuando esto haya sucedido, su vida estará llena de esperanza cristiana. Comprenderá sus privilegios como heredero de Dios, y conocerá por experiencia el poder de Dios, que tiene la misma magnitud que el que resucitó a Jesús de los muertos.
Lee Efesios 1:20 al 22. ¿Qué podemos reclamar de estas promesas, en nuestras luchas con fuerzas mayores que nosotros?
Efesios 1:20 al 22
20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales,
21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero;
22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia.
Como consecuencia de la crucifixión de Cristo y su resurrección, todo está en sujeción a él, incluyendo principados y potestades. El escenario está preparado para ganar victorias individuales sobre todo lo que nos oprime.
Considera los versículos para hoy. ¿Qué puedes obtener de ellos para ti en las luchas que estés afrontando? Piensa en lo que se nos promete en Cristo. ¿Cómo puede esto pasar de mera teología a la realidad de nuestra experiencia?
Lunes 5 de noviembre
ESPERANZA DE VICTORIA
No solo está listo el escenario para la victoria del cristiano sobre las fuerzas del mal, sino también la Biblia explícitamente nos da la esperanza de victoria sobre ellas.
Estudia Romanos 8:26 al 39. ¿Qué punto presenta Pablo aquí? ¿Qué razones da él para que el cristiano mire con confianza el futuro? Considera las maravillosas promesas y palabras de ánimo contenidas en estos versículos. ¿Cómo podemos llevarlas más allá de la teología y vivir de acuerdo con la enseñanza de la Palabra de Dios?
Romanos 8:26 al 39.
26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero.
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 8:29 y 30 ha sido base de discusiones sobre la predestinación. Pero el pasaje tiene, en el contexto, una gran promesa. Pablo presenta por lo menos dos razones para que el cristiano tenga confianza en Dios. Primera, el Espíritu nos ayuda en nuestras pruebas y “gemidos”. Segunda, según el eterno propósito de Dios, todas las cosas, aun las pruebas, contribuyen al bienestar definitivo del cristiano, aunque sean duras en este momento. Confiar en Dios durante las dificultades significa vivir por fe y no por vista.
En los versículos 29 y 30, Pablo justifica la confianza expresada en el versículo 28. Aquí muestra cómo se ha desarrollado el propósito de Dios para los que lo aman, que incluye el proceso de la salvación.
En los versículos 31 al 34, ¿cómo llega al clímax el argumento de Pablo para fortalecer la confianza del cristiano? Considera especialmente el versículo 31. En el contexto de la gran controversia, ¿qué obtenemos de este versículo para nosotros, personalmente?
Romanos 8:35 al 39 ofrece una lista de entidades sobre las cuales el cristiano puede vencer. Nota que “principados y potestades” están incluidos en la lista. Lo amplio de esta lista señala que no hay nada en el universo sobre lo que el cristiano no puede ser victorioso, gracias a Jesús.
Martes 6 de noviembre
EL CRISTIANO VERSUS EL DIABLO
Lee Santiago 4:7. ¿Qué clara promesa se da al que resiste al diablo? ¿Cómo podemos resistir, siendo que es una fuerza más poderosa que nosotros? Ver también Deut. 4:4.
Santiago 4:7
7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
Deut. 4:4.
4 Mas vosotros que seguisteis a Jehová vuestro Dios, todos estáis vivos hoy.
El cristiano no es una víctima impotente, a merced del diablo (¿puedes ver aquí, también, la importancia de comprender la realidad literal de Satanás y de sus ángeles caídos?). Sin embargo, el cristiano no debe levantarse en oposición al diablo, sino tomar una posición contra él. La palabra traducida como “resistir” es, en griego, anthístemi, que significa “tomar una posición contra algo”. Es una actitud que el cristiano toma, que hace que el diablo huya. Esa actitud es la de completa entrega a Jesús, el único que tiene poder para hacer que el diablo huya de nosotros.
Lee 1 Pedro 5:6 al 10. ¿Qué promesa se nos da frente a un enemigo que, como “león rugiente”, procura devorar a alguien? ¿De qué manera estos textos nos ayudan a comprender lo que escribió Santiago? Ver también Efe. 4:27 y 6:11.
Lee 1 Pedro 5:6 al 10.
6 Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
10 Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
Efe. 4:27 y 6:11.
7 ni deis lugar al diablo.
11Vestíos de toda armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Pedro escribió estas palabras para amonestar a los cristianos que estaban sufriendo persecución. Él sabía que, detrás de la persecución que sus lectores sufrían, estaba su archienemigo, Satanás. El apóstol amonesta a sus lectores a resistir al diablo. Aquí Pedro utiliza la palabra usada por Santiago, anthístemi, pero añade el modificador stereói (duro o firme). Así, él sugiere que el diablo puede huir de los que presentan un frente sólido, como de una roca, contra sus ataques. Una actitud cobarde no servirá. Pedro también sabe que, a pesar de una posición firme, el sufrimiento todavía puede perdurar por un tiempo; pero que Dios mismo perfeccionará y fortalecerá al cristiano (1 Ped. 5:10).
Aun con todas estas promesas, no se nos promete ser libres del sufrimiento. ¿Quién no conoce la realidad del sufrimiento? Como humanos, parecemos destinados a sufrir en este mundo. ¿Qué diferencia vital debería generar nuestra fe en medio del dolor y la tristeza?
Miércoles 7 de noviembre
EJEMPLOS DE VICTORIA
Hasta aquí vimos, por la Biblia, la esperanza y las promesas de victoria que el cristiano puede tener. En la Biblia tenemos registrados ejemplos reales de cristianos victoriosos sobre las fuerzas del mal. Comenzaremos con el ejemplo del ministerio de los primeros discípulos a quienes Jesús envió.
Lee Mateo 10:1 al 8; Marcos 6:7, 12 y 13; Lucas 9:1 y 2; y 10:1 al 20. ¿Qué se les encomendó hacer a estas personas? ¿Cómo deben entenderse estos textos en el contexto de la gran controversia? Además, ¿qué nos dicen estos textos hoy a nosotros, que fuimos llamados a predicar acerca de Jesús?
Mateo 10:1 al 8
1 Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
2 Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano;
3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo,
4 Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó.
5 A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis,
6 sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
7 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.
8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
Marcos 6:7, 12 y 13
7 Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos.
12 Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen.
13 Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban.
Lucas 9:1 y 2
1 Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades.
2 Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos.
Lucas 10:1 al 20
1 Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir.
2 Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.
3 Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos.
4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y a nadie saludéis por el camino.
5 En cualquier casa donde entréis, primeramente decid: Paz sea a esta casa.
6 Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros.
7 Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa.
8 En cualquier ciudad donde entréis, y os reciban, comed lo que os pongan delante;
9 y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.
10 Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, saliendo por sus calles, decid:
11 Aun el polvo de vuestra ciudad, que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros. Pero esto sabed, que el reino de Dios se ha acercado a vosotros.
12 Y os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma, que para aquella ciudad.
13 ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! que si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que sentadas en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido.
14 Por tanto, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón, que para vosotras.
15 Y tú, Capernaúm, que hasta los cielos eres levantada, hasta el Hades serás abatida.
16 El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí, desecha al que me envió.
17 Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.
18 Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
19 He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.
Es interesante que, cuando Jesús envió a los Doce a proclamar el evangelio de la venida del Reino de Dios, él les dio poder sobre los demonios y los espíritus inmundos. Se debería esperar la manifestación de los “poderes” al proclamarse el evangelio; por ello, existía la necesidad de darles poder sobre ellos. Las fuerzas malignas se manifestaron cuando los Doce predicaban, e igualmente cierto fue que muchos demonios y fuerzas malignas fueron expulsados.
Hasta donde se puede ver en los registros, Jesús no comisionó a los Setenta, específicamente, a echar fuera demonios (ver Luc. 10:9). No obstante, este es el aspecto de la misión que parece haberles entusiasmado más (Luc. 10:17). Con gozo, los Setenta informaron que, al predicar el evangelio del Reino, los demonios se les sujetaban. Por supuesto, ellos entendieron que era el poder de Jesús, que obraba a través de ellos, lo que lo hacía posible.
Aunque se puede debatir mucho acerca de estos textos y de cómo deberían ser comprendidos hoy, el punto importante es que, como cristianos llamados a proclamar el evangelio al mundo, por medio de Cristo tenemos el poder para hacerlo.
Lee Lucas 10:20. ¿Qué punto importante debemos obtener de las palabras de Jesús aquí? ¿Qué muestra su respuesta en cuanto a lo que es importante en nuestras vidas? ¿Cómo podemos asegurarnos de mantener este énfasis en la forma correcta?
Jueves 8 de noviembre
EJEMPLOS DE VICTORIAS (LIBRO DE HECHOS)
Hay ejemplos de victorias sobre fuerzas demoníacas que sucedieron en los días de Jesús. Sin embargo, las victorias no se limitaron a ese período. En el libro de Hechos, encontramos victorias continuadas de los seguidores de Jesús sobre las fuerzas de los demonios.
Por supuesto, esto no debería sorprendernos, pues Jesús dejó promesas a sus seguidores acerca de que el Espíritu Santo estaría con ellos cuando él se fuera (ver, p. ej., Juan 14:16).
Sabemos que la gran controversia entre Cristo y Satanás, aunque resuelta en forma final en la cruz, ha de continuar librándose hasta el fin. Así, los seguidores de Cristo, al procurar cumplir su comisión evangélica, iban a involucrarse en el gran conflicto.
Lee los siguientes ejemplos de algunas de esas victorias sobre las fuerzas del mal. ¿Qué lecciones podemos aprender para nosotros en el contexto de nuestros esfuerzos de evangelización y testimonio?
Hech. 5:12-16
12 Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.
13 De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente.
14 Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres;
15 tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos.
16 Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados.
Hech. 3:1-11
1 Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración.
2 Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo.
3 Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna.
4 Pedro, con Juan, fijando en él los Ojos, le dijo: Míranos.
5 Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo.
6 Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
7 Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos; 155
8 y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.
9 Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios.
10 Y le reconocían que era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del templo, la Hermosa; y se llenaron de asombro y espanto por lo que le había sucedido.
11 Y teniendo asidos a Pedro y a Juan el cojo que había sido sanado, todo el pueblo, atónito, concurrió a ellos al pórtico que se llama de Salmón.
Hech. 16:14-18
14 Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía.
15 Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.
16 Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando.
17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación.
18 Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.
Hechos 16:14 al 18 presenta un caso poco usual. Cuando la niña esclava mencionó al “Dios Altísimo”, sus palabras expresaban una gran verdad. Sin embargo, Pablo podía ver lo que realmente sucedía. Los poderes sobrenaturales que ella manifestaba daban ganancia a sus amos, pero no eran de Dios, y Pablo lo sabía. Cuando ella exclamó que estos hombres eran “siervos del Dios Altísimo”, ella no hablaba acerca del verdadero Dios sino, muy probablemente, acerca de un dios cananeo que también era llamado Elyon [Dios Altísimo]. Nota cuán fácilmente, solo por el uso de ciertos términos comunes, el error pudo comprometer grandemente la verdad.
Considera Hechos 5:12 al 16, y lo sorprendente de que la gente esperara que “a lo menos su sombra [la de Pedro]” cayese sobre ellos. ¿Qué advertencia debería dar esto para cualquier cristiano que trabaja para el Señor, especialmente cuando su obra se considera “de éxito”?
Viernes 9 de noviembre
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: Lee “No se turbe vuestro corazón”, El Deseado de todas las gentes, pp. 617-635; “Cómo apropiarse de la justicia de Cristo”, Fe y obras, p. 96; “La ciencia y la revelación”, Mensajes selectos, t. 3, pp. 354, 355.
“Jesús venció por la sumisión a Dios y la fe en él, y mediante el apóstol nos dice: ‘Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. [...]’ (Sant. 4:7, . No podemos salvarnos a nosotros mismos del poder del tentador; él venció a la humanidad y, cuando nosotros tratamos de resistirlo con nuestra propia fuerza, caemos víctimas de sus designios; pero ‘torre fuerte es el nombre de Jehová; a él correrá el justo, y será levantado’ (Prov. 18:10). Satanás tiembla y huye delante del alma más débil que busca refugio en ese nombre poderoso” (DTG 104, 105).
“El poder omnipotente del Espíritu Santo es la defensa de toda alma contrita. Cristo no permitirá que pase bajo el dominio del enemigo quien haya pedido su protección con fe y arrepentimiento. El Salvador está junto a los suyos que son tentados y probados. Con él, no puede haber fracaso, pérdida, imposibilidad o derrota; podemos hacer todas las cosas mediante aquel que nos fortalece. Cuando vengan las tentaciones y las pruebas, no esperéis arreglar todas las dificultades, sino mirad a Jesús, vuestro Ayudador.
“Hay cristianos que piensan y hablan demasiado del poder de Satanás. Piensan en su adversario, oran acerca de él, hablan de él, y parece agrandarse más y más en su imaginación. Es verdad que Satanás es un ser fuerte, pero, gracias a Dios, tenemos un Salvador poderoso que arrojó del cielo al maligno. Satanás se goza cuando engrandecemos su poder. ¿Por qué no hablamos de Jesús? ¿Por qué no magnificamos su poder y su amor?” (DTG 455).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Toma algunos de los ejemplos de esta semana que muestran las victorias reveladas en la Biblia. ¿De qué modo vemos cosas similares que suceden hoy? ¿Qué podemos hacer, si es posible, para ver más de ellas?
2. ¿Qué significa “acercaos a Dios”, como dice la cita arriba? ¿Cómo hacemos eso? Analiza en la clase qué significa, cómo puedes hacerlo y qué sucede cuando lo hacemos.
3. Imagínate que tú eres Pedro, y que la gente quiere que aunque sea la toque tu sombra. Piensa acerca de lo que podría hacerte espiritualmente. ¿Cuál es tu única seguridad en una situación como esa?
Compilado por: Delfino J.
Textos incluidos: Delfino J,