Lección 12: Para el 22 de diciembre de 2012
ACONTECIMIENTOS FINALES
Sábado 15 de diciembre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Hebreos 8:15; Isaías 53:6; Romanos 3:24, 25; 1 Timoteo 2:5; Hebreos 9:23; Hechos 3:1921.
PARA MEMORIZAR:
“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo” (Hech. 3:19-21).
PENSAMIENTO CLAVE: La enseñanza bíblica del ministerio de Cristo en el Santuario celestial, de su segunda venida y de la resurrección de los muertos constituye un mensaje de esperanza para quienes confían en Dios.
LA GRAN CONTROVERSIA ha tenido muchos momentos críticos, pero el clímax fue la cruz, donde se aseguró la derrota definitiva y la destrucción de Satanás. La profecía bíblica señala un “tiempo del fin” (Dan. 12:4, 9), un período de gran importancia en la relación entre Dios y su pueblo. Los eventos de este “tiempo del fin” se conocen como escatológicos, que significa “las cosas últimas”.
Esta semana veremos tres eventos que tienen implicaciones espirituales: el ministerio de Cristo en el Santuario celestial, la segunda venida de Cristo y la resurrección de los que murieron en la fe verdadera.
Lección 12//Domingo 16 de diciembre
EL SANTUARIO CELESTIAL: Parte 1
La Creencia Fundamental nº 24 comienza diciendo: “En el cielo hay un Santuario, el verdadero Tabernáculo que levantó el Señor y no el hombre” (ver Heb. 8:2). Esta es una de las presuposiciones de la Biblia (Sal. 11:4).
Lee Hebreos 8:1 al 5. ¿Qué enseñan estos versículos?
El Santuario terrenal se describe como un tipo, o modelo, del celestial; esto significa que el primero tiene algún parecido con el segundo. El Santuario terrenal nos enseña mucho acerca del celestial. A pesar de lo que ese Santuario significaba para Israel, su verdadera importancia se encuentra en el celestial y lo que sucede allí. Por medio de los sacrificios y el ministerio sacerdotal, el modelo nos enseña realidades del Santuario celestial. Los servicios del Santuario terrenal fueron el medio que usó Dios para explicar los principios de la salvación a su pueblo, una sombra del real ministerio de Cristo (Heb. 9:9-15), tanto en su muerte como en su intercesión en el Santuario celestial.
El Santuario terrenal enseñaba que, aunque era necesario el derramamiento de sangre (Heb. 9:22) para expiar el pecado, todavía existía la necesidad de un mediador sacerdotal entre los pecadores y un Dios santo. El ministerio del sacerdote en el Lugar Santísimo purificaba el Santuario del pecado, y requería que la gente se afligiera y arrepintiera. Así, el Juicio también se destacaba como una parte integral del ministerio total de salvación.
Es fascinante notar que Hebreos 8:1 y 2 dice que la meta de los siete capítulos anteriores del libro era señalar la realidad del Santuario celestial y el lugar de Cristo como Sumo Sacerdote en ese Santuario. Hebreos asigna gran importancia al ministerio de Cristo en el Santuario celestial como parte de todo el plan de salvación. Nada indica que el Santuario en el cielo, y mucho menos el ministerio de Cristo allí, fuera como metafórico o simbólico. En realidad, el versículo 5 deja en claro que el Santuario terrenal –una estructura real con sacerdotes y sacrificios reales– era solo una “sombra” de la realidad de lo que Cristo está haciendo por nosotros en el Santuario celestial.
Lección 12 // Lunes 17 de diciembre
EL SANTUARIO CELESTIAL: Parte 2
El servicio del Santuario terrenal revelaba tres fases de la salvación: el sacrificio sustitutivo, la mediación sacerdotal y el juicio. La Biblia enseña que las tres fases de la salvación están incorporadas en el ministerio de Cristo en favor de los pecadores.
Lee Isaías 53:6; Romanos 3:24 y 25; y 2 Corintios 5:21. ¿De qué forma la muerte de Cristo en la cruz satisfizo el aspecto sustitutivo de la salvación?
¿Qué dicen estos textos acerca de Cristo y de su mediación en favor de los pecadores? 1 Tim. 2:5; Heb. 7:25.
Así como los sacrificios de animales señalaban la muerte de Cristo, el ministerio sacerdotal era una sombra del verdadero ministerio de Cristo en el Santuario celestial. Específicamente, el ministerio continuo, o diario, de los sacerdotes en el Lugar Santo simbolizaba el acceso que el pecador tiene a Dios por medio del ministerio de Cristo como Intercesor y Mediador en el Santuario celestial (Heb. 4:14-16).
Estudia Hebreos 9:23. ¿Cómo se relaciona la purificación de las cosas en los cielos con la obra sacerdotal en el Santuario terrenal el Día de la Expiación?
Recordando los servicios del Santuario terrenal, Hebreos 9:23 señala claramente un ministerio purificador de Cristo en el cielo. Este es un texto que durante siglos ha dejado perplejos a muchos eruditos, porque enseña que algo en el cielo ha sido contaminado y necesita ser purificado. Para los adventistas, con nuestra comprensión de las dos fases de la obra celestial de Cristo, esta purificación es el antitipo de la purificación anual del Santuario terrenal en el Día de la Expiación.
Piensa en la expiación: lo que significa, cómo se realiza y quién es el único que puede hacerla por nosotros. ¿Por qué, entonces, la noticia de que estamos viviendo en el “Día de la Expiación” debe ser algo positivo y lleno de esperanza?
Lección 12//Martes 18 de diciembre
LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO
Lee Hechos 3:19 al 21. Aquí se dice que los pecados serán borrados. ¿Cómo se relaciona esto con la purificación del Santuario?
Si bien Pedro pudo no haber conocido “los tiempos y las sazones”, su referencia a la profecía de Joel, en Hechos 2:14 al 21, señala su comprensión del cumplimiento de la profecía en su tiempo. En su pensamiento profético, “hablando por inspiración y por lo tanto más allá de su propia comprensión limitada, Pedro se refiere [...] a dos grandes acontecimientos de los últimos días [...]: 1) El gran derramamiento del Espíritu de Dios, y 2) la eliminación final de los pecados de los justos. Estos acontecimientos están ligados con un tercer acontecimiento culminante: la segunda venida de Cristo” (CBA 6:162).
La iglesia primitiva estaba segura de la segunda venida de Cristo y de la promesa de una Tierra y un cielo nuevos (2 Ped. 3:13). La primera venida de Cristo habría sido inútil sin la segunda. La solución al problema del pecado, un proceso que comenzó con el sacrificio de Cristo en la cruz, alcanzará su consumación cuando, después de la purificación del Santuario, aparezca “por segunda vez [...] para salvar a los que le esperan” (Heb. 9:26, 28). De hecho, sin la segunda venida y la resurrección que viene con ella, ¿qué significaría la promesa de salvación para nosotros (ver 1 Tes. 4:16-18)? ¡Nada!
La segunda venida de Cristo será el fin de la gran controversia. Satanás, sabiendo que el final está cerca, procura desviar a tantos como le es posible. Se nos dice que, “a medida que se acerca la segunda aparición de nuestro Señor Jesucristo, instrumentos satánicos son impulsados desde abajo. Satanás no solo aparecerá como un ser humano, sino también personificará a Jesucristo; y el mundo que ha rechazado la verdad lo recibirá como el Señor de señores y el Rey de reyes” (EUD 172). La venida de Cristo será un evento literal, personal y visible que impactará al mundo entero y terminará con el pecado, el sufrimiento, la miseria, la enfermedad y la muerte.
Considera nuestro mundo. ¿Cuánto éxito hemos tenido en hacerlo un lugar mejor? Aunque tenemos que tratar de mejorar la suerte de los menos afortunados que sufren y padecen necesidad, ¿por qué debemos tener siempre ante nosotros la única solución para ello?
Lección 12 // Miércoles 19 de diciembre
ESPERANDO LA VENIDA
Lee 1 Tesalonicenses 5:1 al 11. ¿Cuál es el mensaje aquí, y por qué es relevante en la época en que vivimos? ¿Cómo podemos aplicar estas palabras a la vida diaria en forma práctica?
Hay que destacar aquí la esperanza que deben tener los cristianos que esperan el retorno de Cristo. Necesitamos ser vigilantes y sobrios, de modo que ese día no nos tome por sorpresa. Pero, también debemos estar llenos de fe, amor y esperanza; porque, “sea que velemos o que durmamos” (es decir, si morimos antes del regreso o estamos vivos cuando retorne), tenemos la promesa de vida eterna con él.
En esta época, cuando vemos señales a nuestro alrededor, debemos ser cuidadosos en el modo de interpretar y entender su importancia. Muy a menudo, podemos ser atrapados por eventos que producen gran excitación y expectativa, solo para verlos desvanecerse. Esta clase de cosas, una vez terminadas, pueden dejar chasqueados y llenos de dudas a los feligreses. Necesitamos ser vigilantes, pero también cautos, sabios y humildes, al procurar discernir las señales de los tiempos (ver Mat. 16:1-4).
¿Cuál es el propósito de las “señales de los tiempos”, según Juan 13:19 y 14:29?
Las predicciones acerca de los últimos tiempos no fueron dadas para satisfacer la curiosidad, sino para mantener vigilantes a los creyentes (Mat. 24:32-44). Mientras esperamos la segunda venida, necesitamos mantener abiertos los ojos y saber qué enseña la Palabra de Dios acerca de los eventos finales. Esto es importante, porque hay muchos conceptos falsos dentro del cristianismo con respecto a las señales de los tiempos.
¿Cómo llegamos a un equilibrio correcto al vivir con la esperanza de la segunda venida mientras, al mismo tiempo, nos abstenemos de ver cada titular como una señal del fin? ¿Cómo evitamos la apatía, por un lado, y el fanatismo, por el otro?
Lección 12//Jueves 20 de diciembre
MUERTE Y RESURRECCIÓN
Uno de los eventos relacionados con la segunda venida de Cristo es la resurrección de quienes murieron creyendo en él. Para la mayoría de los creyentes, esta es la parte más importante de la segunda venida, porque muchos de ellos estarán muertos cuando él retorne.
¿Qué nos enseñan los siguientes textos acerca de la resurrección de los muertos cuando Cristo regrese?
1 Tes. 4:13-16
1 Cor. 15:13-25
Rom. 8:11
Fil. 3:20, 21
La Biblia enseña que, en la resurrección, el “cuerpo” vuelve a la vida. Es decir, la resurrección bíblica es una resurrección corporal. Esta verdad es más clara cuando recordamos que, después de su resurrección, la tumba de Cristo estaba vacía. Entonces, por su resurrección tenemos la certeza de la nuestra.
Si la resurrección equivale a quebrantar el poder de la muerte, ¿cómo es que podemos acceder a ella solo estando “en Cristo”? 2 Tim. 1:8-10.
La clave para la inmortalidad no es el descubrimiento científico más grande. El poder de la muerte ya ha sido quebrado por la muerte y la resurrección de Cristo (Rom. 6:9). Basado en ese logro, él otorga inmortalidad a quienes se identifican con su muerte y su resurrección mediante el bautismo (Rom. 6:23). Además, la Biblia aclara que el don de la inmortalidad se dará a los creyentes cuando Jesús venga por segunda vez, a la “final trompeta” (1 Cor. 15:51-54), y no al morir.
“Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25). ¿De qué modo puedes aferrarte a esta esperanza? ¿Cómo te sentirías sin ella?
Lección 12 // Viernes 21 de diciembre
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: “La intercesión de Cristo por el hombre en el Santuario celestial es tan esencial para el plan de la salvación como lo fue su muerte en la cruz. Con su muerte dio principio a aquella obra para cuya conclusión ascendió al cielo después de su resurrección. Por la fe debemos entrar velo adentro, ‘donde entró por nosotros como precursor Jesús’ (Heb. 6:20). Allí se refleja la luz de la cruz del Calvario; y allí podemos obtener una comprensión más clara de los misterios de la redención. La salvación del hombre se cumple a un precio infinito para el Cielo” (CS 543).
“Para el creyente, Cristo es la Resurrección y la Vida. En nuestro Salvador, la vida que se había perdido por el pecado es restaurada; porque él tiene vida en sí mismo para vivificar a quienes él quiera. Está investido con el derecho de dar la inmortalidad. La vida que él depuso en la humanidad, la vuelve a tomar y la da a la humanidad” (DTG 730, 731).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Juan Calvino llamó a la obra de intercesión de Cristo la “continua aplicación de su muerte por nuestra salvación”, y se dice que “la existencia de un Santuario celestial era una teología corriente entre los clérigos puritanos”. La obra de intercesión de Cristo es una enseñanza muy importante. Considera cuánto del Antiguo Testamento está centrado alrededor del Santuario y el Templo, y cuánto del Nuevo también lo está. ¿Qué debería decirnos esto acerca de la importancia de esta doctrina?
2. Hebreos 9:23 ha tenido perplejos por siglos a los eruditos, que no pueden entender cómo algo en el cielo podría necesitar purificación. Aunque como adventistas tenemos aún mucho que aprender de lo que significa este texto, ¿de qué manera nuestra comprensión de Daniel 8:14, por ejemplo, nos ayuda a clarificar este importante concepto?
3. La resurrección de Cristo es realmente esencial para la fe cristiana. Sin ella, no tenemos nada. Lee 1 Corintios 15:1 al 6. Pablo, aquí, procura persuadir a sus lectores de la evidencia de la resurrección de Cristo. Nota especialmente el versículo 6. ¿Qué dice allí? ¿Por qué enfatiza el hecho de que muchas personas a quienes Cristo apareció todavía vivían? Es como si él dijera: “No tomen solo mi palabra. Pregunten a algunos de los que lo vieron por sí mismos”. Estas no son palabras que uno esperaría de alguien que no estuviera seguro de lo que enseña. ¿Qué otra evidencia bíblica puede ayudarnos a reafirmar nuestra certeza de la resurrección de Cristo?
Compilador: Delfino J.