Lección 8: La autoridad de los profetas
Para el 21 de febrero de 2009
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Lee: Éxodo 4:10-16; 1 Samuel 12:1-14; 2 Reyes 22:10-13; Jeremías 36:22-31; Marcos 1:21-27; Hechos 16:25-34.
Descubre: ¿Por qué Moisés resistió a ser un profeta de Dios? ¿Qué autoridad tuvieron los profetas en Israel, aun los que no escribieron ningún libro de la Biblia? ¿Hay alguna diferencia entre la autoridad de los profetas canónicos y los extracanónicos? ¿Qué clase de inspiración tiene el predicador en un buen sermón? ¿Con qué autoridad deberíamos recibir su mensaje? ¿Cuánta autoridad deberías conceder a los escritos inspirados fuera del canon bíblico? ¿Cómo podemos asegurarnos que no estamos dando más autoridad a los escritos de Elena de White, a los autores contemporáneos o a los dirigentes de la iglesia que a las Escrituras?
Memoriza y considera: “No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno” (1 Tes. 5:20, 21).
Pensamiento clave: Un profeta es el instrumento humano de Dios para proclamar su Palabra. La autoridad de los 66 libros de la Biblia sobrepasa cualquier otra expresión profética.
PROPÓSITOS DE LA LECCIÓN DE ESTA SEMANA
· Saber que la autoridad de un profeta proviene de Dios.
· Sentir la disposición de aceptar el mensaje que Dios comunica por medio de sus profetas.
· Hacer la decisión de considerar la Biblia como la autoridad suprema para la vida y las doctrinas cristianas.
Afirmaciones de Elena G. de White acerca de la Biblia
· “Libro de los libros” (CN.486); “Su propio Libro” (MSI 20); “El inspirado Libro de Dios” (IT497); “Oráculos divinos” (CS86); “El libro más precioso en el mundo” (RH 1895); “Consejero y Guía infalible (MJ441); “Puede guiar cada paso del camino hasta la ciudad de Dios” (C M 445).
· “Es la voz de Dios hablándonos tan ciertamente como si pudiéramos oírlo con nuestros oídos”, su estudio debería ser “considerado como una audiencia con el Altísimo” (En los Lugares Celestiales, p136);
· “Las verdades de la Palabra de Dios son la expresión del Altísimo” (MM1952).
· “Las Santas Escrituras deben ser aceptadas como dotadas de autoridad absoluta y como revelación infalible de su voluntad” (Conflicto de los Siglos, p 9).
· “La mente y voluntad divinas se combinan con la mente y voluntad humanas. De ese modo, las declaraciones del hombre son la palabra de Dios“(M S I 24).
· Más, ella animó a su iglesia, “aferraos a vuestra Biblia, a lo que dice, y terminad con vuestra crítica en cuanto a su validez, y obedeced la Palabra, y ninguno de vosotros se perderá. (Testimonios Selectos I, p. 20).
· El poder de la Palabra de Dios se experimenta, cuando nosotros abrimos nuestros corazones y mentes a su mensaje: “Los hombres tendrían una amplitud de opiniones, una nobleza de carácter y una estabilidad de propósito que rara vez se ve en estos tiempos” (Consejos para los Maestros, p 444).
· “Allí están los artificios del tentador y las armas que se le pueden oponer con éxito”. (Conflicto de los Siglos, p. 585).
· “Contiene justamente la clase de alimento que necesita el cristiano a fin de crecer con fortaleza espiritual e intelectual” (Hijos e Hijas de Dios p. 110).
I. EL PROFETA COMO VOCERO DE DIOS
· ¿De qué maneras cada uno de nosotros, sin tomar en cuenta nuestra situación en la iglesia, somos llamados a “comunicar a los demás lo que te he revelado”? ¿Qué te ha revelado Dios? ¿Cómo puedes compartirlo mejor con otros?
1. ¿Cuál fue la base de la autoridad de Moisés? ¿Cuál es la importancia respectiva de ser llamado, ser enviado, y encontrarse con Dios?
“Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua. Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? Ahora pues, vé, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar. Y él dijo: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar. Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y he aquí que él saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su corazón. Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer. Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Dios” (Éxodo 4:10-16).
· Dios prometió estar con ambos: con Moisés para que pudiera expresar con exactitud lo que Dios le reveló, y con Aarón para que pudiera hablar clara y persuasivamente. Era más honorable la posición de Moisés, aunque la de Aarón le hubiera parecido superior al pueblo.
· Dios prometió a Moisés que su hermano sería su profeta o portavoz. La inspiración divina habría de descansar sobre Moisés. Aarón aceptaría las palabras de Moisés como palabras de Dios y haría todo lo que Moisés le ordenara.
· “Jehova dijo a Moisés: Mira, yo te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta”(Exo. 7:1).
· Así como un profeta es un portavoz de Dios, así Aarón había de hablar para Moisés, había de interpretar sus órdenes para Faraón y para los israelitas.
II. LA AUTORIDAD DE LA PALABRA ENCARNADA
· Vivimos en una época cuando está de moda cuestionar la autoridad. ¿Cómo nos relacionamos con la autoridad? ¿Qué factores deberían determinar nuestra respuesta?
1. ¿Quién es la palabra encarnada?
2. ¿Cuál fue la base y la evidencia de la autoridad de Jesús (Mat. 21:23; Juan 17:2)? ¿De qué manera se aplica esto a los profetas?
“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra” (Mat. 28:18).
“Cuando vino al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se acercaron a él mientras enseñaba, y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿y quién te dio esta autoridad? Respondiendo Jesús, les dijo: Yo también os haré una pregunta, y si me la contestáis, también yo os diré con qué autoridad hago estas cosas. El bautismo de Juan, ¿de dónde era? ¿Del cielo, o de los hombres? Ellos entonces discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, nos dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis? Y si decimos, de los hombres, tememos al pueblo; porque todos tienen a Juan por profeta. Y respondiendo a Jesús, dijeron: No sabemos. Y él también les dijo: Tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas.”(Mat. 21:23).
· Esta ocasión, el martes antes de la pascua del año 31 d. C., fue la última vez cuando Jesús enseñó en el templo. Ya estaba enseñando a la gente cuando los dirigentes judíos se le acercaron (Luc. 20: 1).
· Muchos de ellos eran saduceos y la mayoría de los escribas eran fariseos. Tanto Marcos (Mar. 11: 27) como Lucas (Luc. 20: 1) incluyen a los escribas en su relato de este suceso.
· Según DTG 544, el sanedrín ya se había reunido esa mañana y había acordado exigirle a Jesús que mostrara de dónde procedía su autoridad. Hacía como tres años y medio que las autoridades judías habían enviado a preguntar algo parecido a Juan el Bautista (Juan 1: 19). Si alguno de los que participaron de la primera misión fue enviado nuevamente, ya había oído cuando Juan declaraba que Jesús era el Mesías (Juan 1: 26-27, 29).
La pregunta de los dirigentes judíos ¿Con qué autoridad?
· En ocasión de la primera limpieza del templo, los dirigentes judíos habían exigido que Jesús realizara una señal como prueba de su autoridad para enseñar (Juan 2: 18). Desde ese momento, los dirigentes de Israel habían recibido repetidas evidencias del poder y de la autoridad de Jesús (Mat. 16: 1). Los judíos reconocían que un profeta podía enseñar sin aprobación rabínica, pero esperaban que diera evidencias de su misión divina. En este momento, con esta pregunta, los dirigentes judíos buscaban alguna evidencia para incriminar a Jesús.
La respuesta de Jesús. “Yo también os haré una pregunta”
· El procedimiento de responder una pregunta con otra era aprobado en los debates rabínicos. Se entendía que la segunda pregunta tenía el propósito de señalar el camino para la respuesta de la primera pregunta. En esta ocasión, Jesús adoptó este método. En realidad, Jesús no estaba evadiendo responder a la pregunta, porque la respuesta de ellos en principio proporcionaría una respuesta a su propia pregunta. La sabiduría y la habilidad que Jesús empleó para responder al desafío llamó la atención de quienes escuchaban y muchos comenzaron a notar claramente la diferencia entre Jesús y los dirigentes judíos (DTG 545).
· El bautismo había sido el rasgo distintivo del ministerio de Juan y se convirtió en el nombre que la gente daba a ese ministerio.
· Ni Juan ni Jesús habían recibido autorización de los dirigentes de Jerusalén para ejercer su ministerio. La autoridad que tenían no era de los hombres, sino procedía directamente de Dios. Por lo tanto, la pregunta de los dirigentes y la pregunta con la cual respondió Jesús, giraban en torno de la capacidad para evaluar las credenciales divinas.
· Los dirigentes judíos no sabían qué hacer, y rápidamente discutieron entre sí cómo responderían.
· Los dirigentes judíos bien sabían que si respondían honradamente, Jesús les haría esta pregunta: “¿Por qué, pues, no le creísteis?”. Pero había mucho más en juego. Si reconocían las credenciales divinas de Juan, necesariamente tendrían que aceptar su mensaje, y el pináculo de su mensaje fue la identificación de Jesús de Nazaret como el Mesías (Juan 1: 26-27, 29). Por eso, reconocer la autoridad de Juan, equivaldría a reconocer la de Jesús.
· Es evidente que el temor a la violencia física dominaba la mente de los dirigentes ( Luc. 20: 6). Si la opinión popular se volcaba en contra de ellos, se perdería la influencia que ejercían sobre el pueblo. Para ellos, eran más importantes la posición y la influencia que l verdad. El sentimiento popular apoyaba decididamente a Juan el Bautista, y ahora se volcaba también en favor de Jesús (Mar. 12: 37; DTG 544).
· Sin duda, los dirigentes judíos sabían que Juan era profeta, pero para escapar del dilema se refugiaron en una supuesta ignorancia. Aun así, no escaparon ilesos. Su respuesta a la pregunta de Jesús automáticamente les quitaba su derecho de seguir insistiendo en que él contestara su pregunta original, y por eso dejaron de insistir. Además, perdieron el respeto del pueblo. Se habían enredado completamente en la red que ellos mismos habían tendido con tanta astucia para Jesús. El había puesto a prueba su supuesta habilidad para evaluar las credenciales divinas, y ellos habían fracasado miserablemente. En realidad, habían renunciado a su pretensión de ser los dirigentes espirituales de la nación.
III. LA AUTORIDAD DE LA PALABRA ESCRITA
· ¿Cuánto tiempo te dedicas al estudio de la Palabra escritas? ¿Con cuánta seriedad sigues sus enseñanzas? Cuando lees, ¿estás tratando de encontrar faltas en ellas? ¿Cuál es tu actitud hacia aquellos pasajes perturbadores, o que expresan ideas que no te gustan? ¿Qué puedes aprender de tus respuestas?
“Asimismo el escriba Safán declaró al rey, diciendo: El sacerdote Hilcías me ha dado un libro. Y lo leyó Safán delante del rey. Y cuando el rey hubo oído las palabras del libro de la ley, rasgó sus vestidos. Luego el rey dio orden al sacerdote Hilcías, a Ahicam hijo de Safán, a Acbor hijo de Micaías, al escriba Safán y a Asaías siervo del rey, diciendo: Id y preguntad a Jehová por mí, y por el pueblo, y por todo Judá, acerca de las palabras de este libro que se ha hallado; porque grande es la ira de Jehová que se ha encendido contra nosotros, por cuanto nuestros padres no escucharon las palabras de este libro, para hacer conforme a todo lo que nos fue escrito”(2 Reyes 22:10-13).
· Josías se conmovió profundamente cuando Safán leyó los mensajes del antiguo y sagrado libro. Comprendió claramente que el camino de la desobediencia llevarla a la nación a una terrible maldición, pero que la obediencia conduciría a la bendición, la vida y la prosperidad.
· Ahicam era Amigo y protector de Jeremías (Jer. 26: 24), padre de Gedalías. Este fue gobernador de Judea después de que Nabucodonosor tomó la ciudad de Jerusalén (2 Rey. 25: 22).
· Los emisarios eran varios de los siervos en quienes más confianza tenía Josías. El rey comprendió la seriedad de lo que estaba en juego. Sabiendo cuán lejos había errado el pueblo de los caminos de justicia y hasta qué punto había abandonado al Señor, reconoció el grave peligro que corría la nación. Decidió hacer todo lo posible por salvar a su pueblo.
· Varios profetas actuaron durante el reinado de Josías Jeremías ya estaba haciendo su importante tarea (Jer. 1: 2). Habacuc y Sofonías también profetizaron durante el reinado de Josías (Sof. 1: 1; PR 283, 284, 287). Entre las profetisas que se mencionan en la Biblia están María (Exo. 15: 20), Débora (Juec. 4: 4), Noadías (Neh. 6: 14), Ana (Luc. 2: 36) y las cuatro hijas de Felipe (Hech. 21: 8, 9).
1. Lee Jeremías 36:22-31. ¿Pierden autoridad los profetas si nadie los escucha? ¿De qué modo te hace sentir el ver que la gente rechaza la Biblia o los escritos de Elena de White?
“Y el rey estaba en la casa de invierno en el mes noveno, y había un brasero ardiendo delante de él. Cuando Jehudí había leído tres o cuatro planas, lo rasgó el rey con un cortaplumas de escriba, y lo echó en el fuego que había en el brasero, hasta que todo el rollo se consumió sobre el fuego que en el brasero había. Y no tuvieron temor ni rasgaron sus vestidos el rey y todos sus siervos que oyeron todas estas palabras. Y aunque Elnatán y Delaía y Gemarías rogaron al rey que no quemase aquel rollo, no los quiso oír. También mandó el rey a Jerameel hijo de Hamelec, a Seraías hijo de Azriel y a Selemías hijo de Abdeel, para que prendiesen a Baruc el escribiente y al profeta Jeremías; pero Jehová los escondió. Y vino palabra de Jehová a Jeremías, después que el rey quemó el rollo, las palabras que Baruc había escrito de boca de Jeremías, diciendo: Vuelve a tomar otro rollo, y escribe en él todas las palabras primeras que estaban en el primer rollo que quemó Joacim rey de Judá. Y dirás a Joacim rey de Judá: Así ha dicho Jehová: Tú quemaste este rollo, diciendo: ¿Por qué escribiste en él, diciendo: De cierto vendrá el rey de Babilonia, y destruirá esta tierra, y hará que no queden en ella ni hombres ni animales? Por tanto, así ha dicho Jehová acerca de Joacim rey de Judá: No tendrá quien se siente sobre el trono de David; y su cuerpo será echado al calor del día y al hielo de la noche. Y castigaré su maldad en él, y en su descendencia y en sus siervos; y traeré sobre ellos, y sobre los moradores de Jerusalén y sobre los varones de Judá, todo el mal que les he anunciado y no escucharon” (Jeremías 36:22-31).
· Como esto ocurrió en el mes de Quisleu (noviembre-diciembre, comienzos del invierno en el hemisferio norte), era necesario que hubiera fuego para la calefacción.
· Las hojas separadas en las cuales se escribía, generalmente se unían para formar un rollo.
· Tres de los príncipes, Elnatán, Delaía y Gemarías, tuvieron el valor de rogar al rey que no quemara el rollo; pero no les hizo caso.
· Hijo de Hamelec o "el hijo del rey". Jerameel debe haber sido "hijo" del rey, en el sentido de que pertenecía a la casa real (Est. 1:9), porque Joacim sólo tenía 25 años cuando comenzó a reinar (2 Rey. 23: 36); y en esa ocasión no podría haber tenido un hijo suficientemente grande para cumplir sus órdenes.
· Jeremías y Baruc se ocultaron, pero la divina providencia fue la que impidió que el rey los hallara.
· En el segundo rollo no debía faltar nada de lo que había estado en el primero.
· Evidentemente Joacim objetaba, más que nada, esa parte del mensaje de Jeremías que predecía que la desolación de Judá, causada por el rey de Babilonia, sería tan completa que el país quedaría prácticamente sin habitantes (Jer. 4: 25; 32: 43).
· Ahora la predicción divina de castigo sobre Judá y Jerusalén se enfoca directamente sobre Joacim. Aunque fue sucedido por su hijo Joaquín (2 Rey 24:6), este joven sólo reinó tres meses (2 Rey. 24: . El siguiente rey, Sedequías, fue el tercer hijo de Josías (1 Crón. 3: 15; 2 Rey. 24: 17) y el último rey del reino del sur, de Judá.
IV. LA AUTORIDAD DE LA PALABRA HABLADA
· ¿Qué efecto tuvo la Palabra de Dios hablada sobre la gente, en los días de Jeremías?
“Oyeron Sefatías hijo de Matán, Gedalías hijo de Pasur, Jucal hijo de Selemías, y Pasur hijo de Malquías, las palabras que Jeremías hablaba a todo el pueblo, diciendo: Así ha dicho Jehová: El que se quedare en esta ciudad morirá a espada, o de hambre, o de pestilencia; mas el que se pasare a los caldeos vivirá, pues su vida le será por botín, y vivirá. Así ha dicho Jehová: De cierto será entregada esta ciudad en manos del ejército del rey de Babilonia, y la tomará. Y dijeron los príncipes al rey: Muera ahora este hombre; porque de esta manera hace desmayar las manos de los hombres de guerra que han quedado en esta ciudad, y las manos de todo el pueblo, hablándoles tales palabras; porque este hombre no busca la paz de este pueblo, sino el mal”(Jer. 38:1-4).
· Los príncipes se negaron a aceptar el mensaje de Jeremías. Consideraban que el profeta era un traidor, que se pasaría a los babilonios para protegerse.
· Ellos pidieron la pena máxima para Jeremías.
· El agua pudo haberse agotado durante el asedio, o quizá esto ocurrió en octubre o noviembre, cuando ya no quedaba mucha agua después del verano. En todo caso, no había sino un depósito de lodo fétido en el fondo de la cisterna. Es evidente que los príncipes temían la reacción del pueblo si ejecutaban públicamente a Jeremías. Por eso dejaron al profeta en la cisterna para que muriera de hambre (Jer. 38:9). Es muy probable que en Lam. 3: 53-55 Jeremías se refiriera a ese momento de dolor y sufrimiento.
1. Lee Hebreos 4:12. La Palabra de Dios siempre demanda una respuesta, o elección. ¿Qué papel desempeñan las emociones en nuestra respuesta?
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” (Heb. 4:12).
· La "palabra" a la cual se hace referencia es la misma que fue "anunciada" tanto al antiguo Israel como a los cristianos, y fue oída por ambos (Heb. 4: 2), especialmente en cuanto a la invitación para entrar en el "reposo" de Dios. Como es claro en Heb. 4: 2, esta "palabra" equivale como el mensaje de la "buena nueva"; y en sentido más genérico, la "palabra" en Heb. 4:12 podría pensarse que incluye todos los escritos del Canon Sagrado, pues toda la Biblia es la "Palabra" de Dios y presenta la "buena nueva" de Jesucristo.
· Se necesita una fuerza viviente y activa para crear en el hombre un corazón nuevo y renovar un espíritu recto dentro de él (Sal. 51: 10). La "palabra" de Dios es viva, imparte vida. Así sucedió en la obra de la creación (Sal. 33: 6, 9) y así sucede en la nueva creación de la imagen de Dios en el alma del hombre. Cristo, la Palabra encarnada (o "Verbo"), también tiene vida en sí mismo (Juan 1: 4, 12; 5: 26). La "palabra de Dios" es la fuerza que da poder en y para la conversión. El cristiano renace "por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre" (1 Ped. 1: 23).
· La palabra "energía" deriva de energes. En la "palabra" de Dios hay poder para transformar a pecadores en santos.
· La "palabra" de Dios es viva, eficaz y cortante: puede cumplir plenamente su obra en beneficio de la humanidad (Isa. 46: 10; 55: 10-11).
· La división entre "el alma y el espíritu" y "las coyunturas y los tuétanos" describe hasta dónde penetra la "palabra" de Dios. El valor de esta figura de lenguaje radica en que "vida" y "aliento" son, por lo menos para los propósitos prácticos, inseparables.
· La Palabra hablada y escrita es: "capaz de discernir", "capaz de juzgar", "capaz de discriminar"; es decir, que posee la facultad de discernimiento o discriminación. La palabra "crítica" deriva de kritikós. Mediante una respuesta favorable a la impresión hecha en la conciencia por la "palabra" de Dios, el sincero cristiano evita caer en "desobediencia", abandona sus propias "obras" y entra en el "reposo" de Dios.
· Como una espada cortante que separa "coyunturas" y "tuétanos", los claros principios de la "palabra de Dios" disciernen entre buenos y malos pensamientos, entre motivos correctos e incorrectos.
V. LA AUTORIDAD DE LOS PROFETAS NO CANÓNICOS
· Supongamos que los arqueólogos encontraran hoy un libro escrito por Natán. ¿Se lo añadirían a la Biblia? No; permanecería como un libro inspirado fuera del canon. Y si una afirmación teológica se encontrara en el libro, permanecería como una afirmación inspirada y con autoridad fuera del canon.
“Y los hechos del rey David, primeros y postreros, están escritos en el libro de las crónicas de Samuel vidente, en las crónicas del profeta Natán, y en las crónicas de Gad vidente” (1 Crón. 29:29)
Se sabe que existen una cantidad de libros importantes que registraban la historia antigua de Israel, pero no se incluyeron en el canon.
1. ¿Qué clase de inspiración tiene el predicador en un buen sermón? ¿Con qué autoridad deberíamos recibir su mensaje?
2. ¿Cuánta autoridad deberías conceder a los escritos inspirados fuera del canon bíblico?
3. ¿Cómo podemos asegurarnos que no estamos dando más autoridad a los escritos de Elena de White, a los autores contemporáneos o a los dirigentes de la iglesia que a las Escrituras?
“Los demás hechos de Salomón, primeros y postreros, ¿no están todos escritos en los libros del profeta Natán, en la profecía de Ahías silonita, y en la profecía del vidente lddo contra Jeroboam hijo de Nabat?”(2 Crón. 9:29).
Aquí se nombra una cantidad de registros importantes que tratan de la vida y de los tiempos de Salomón. Sin duda esos testimonios documentales contenían muchos asuntos que no se incorporaron en una historia somera como es la de Crónicas.
“Aconteció, pues, en aquel tiempo, que saliendo Jeroboam de Jerusalén, le encontró en el camino el profeta Ahías silonita, y éste estaba cubierto con una capa nueva; y estaban ellos dos solos en el campo. Y tomando Ahías la capa nueva que tenía sobre sí, la rompió en doce pedazos, y dijo a Jeroboam: Toma para ti los diez pedazos; porque así dijo Jehová Dios de Israel: He aquí que yo rompo el reino de la mano de Salomón, y a ti te daré diez tribus; y él tendrá una tribu por amor a David mi siervo, y por amor a Jerusalén, ciudad que yo he elegido de todas las tribus de Israel; por cuanto me han dejado, y han adorado a Astoret diosa de los sidonios, a Quemos dios de Moab, y a Moloc dios de los hijos de Amón; y no han andado en mis caminos para hacer lo recto delante de mis ojos, y mis estatutos y mis decretos, como hizo David su padre. Pero no quitaré nada del reino de sus manos, sino que lo retendré por rey todos los días de su vida, por amor a David mi siervo, al cual yo elegí, y quien guardó mis mandamientos y mis estatutos. Pero quitaré el reino de la mano de su hijo, y lo daré a ti, las diez tribus. Y a su hijo daré una tribu, para que mi siervo David tenga lámpara todos los días delante de mí en Jerusalén, ciudad que yo me elegí para poner en ella mi nombre. Yo, pues, te tomaré a ti, y tú reinarás en todas las cosas que deseare tu alma, y serás rey sobre Israel. Y si prestares oído a todas las cosas que te mandare, y anduvieras en mis caminos, e hicieres lo recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como hizo David mi siervo, yo estaré contigo y te edificaré casa firme, como la edifiqué a David, y yo te entregaré a Israel. Y yo afligiré a la descendencia de David a causa de esto, mas no para siempre” (1 Rey. 11: 29- 39).
Jeroboarn era activo y hábil, capaz y valeroso para tomar decisiones y 785 para ejecutarlas. Pocas veces hubo tanto en juego al encumbrar a un individuo a un puesto de confianza como cuando Salomón eligió a Jeroboam para un cargo de responsabilidad. Sin duda Salomón miró las características externas del joven sin poder juzgar lo que tenía adentro. Los talentos naturales de Jeroboam para el liderazgo, consagrados a Dios, lo capacitarían para hacer mucho en la causa de la justicia, pero si no fuera así, haría mucho en la causa de la injusticia.
· Salomón colocó a Jeroboam como superintendente de todos los que realizaban trabajos forzados en la tribu de Efiaín para la construcción de Milo y la fortificación de la Ciudad de David.
· El profeta tenía puesta la capa. La capa nueva representaba el nuevo reino tan recientemente establecido, pero que estaba por ser despedazado. Los actos simbólicos son frecuentes en la profecía (Jer. 13: 1-11; 19: 1; 27: 2; Eze. 4: 1-4, 9; 12: 3-7; 24: 3-12, 15-24), y eran un medio eficaz para hacer ver claramente y con vigor los mensajes del Señor.
· Iba a ser despedazada la monarquía unificada, y diez de sus tribus iban a dar su lealtad a un nuevo señor que no era de la casa de David. Es muy cierta la lección que enseña que "el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él quiere lo da" (Dan. 4: 17).
· En tanto que diez tribus iban a seguir a Jeroboam (vers. 31), solo dos irían con la casa de David, pues la "una tribu" de Judá incluía a Benjamín (2 Crón. 11: 12, 13). El reino de Judá también llegó a ser un asilo para los levitas que rehusaron apoyar, la religión apóstata de Jeroboam.
· Debido a que David fue obediente al Señor, guardando sus mandamientos y estatutos, Dios le concedió grandes favores. Es notable este elogio de David en vista de sus graves errores, como en el caso de Urías heteo (2 Sam. 11) y cuando efectuó el censo de Israel (2 Sam. 24). David se arrepintió sinceramente de ambas faltas, y debido a las disposiciones de la gracia fue aceptado como si nunca hubiera cometido esas infracciones. Finalmente el carácter no se determina por hechos o faltas ocasionales sino por la tendencia habitual de la vida.
El propósito de Dios es que la senda de los justos sea como "la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto" (Prov. 4: 18). Así debería haber sido en el caso de la luz de David. Nunca debiera haberse apagado sino que debería haber aumentado su brillo en su posteridad (1 Rey. 15: 4; 2 Rey. 8: 19; cf. 2 Sam. 14: 7). Sucedió precisamente lo contrario. Con Roboam disminuyó grandemente el brillo de la luz. Continuó borrosamente a través de los siglos, hasta que al fin vaciló y se apagó cuando el remanente de Judá fue llevado cautivo a Babilonia (2 Rey. 25).
Jeroboam era un joven promisorio. Tenía notables facultades que lo habrían convertido en un poderoso caudillo sumamente influyente para el bien, si hubiese caminado en las sendas del Señor. Dios no es parcial sino que concede sus bendiciones a todos los que le son fieles.
La promesa era condicional, y no se realizó porque Jeroboam no cumplió la condición. La desobediencia es un fundamento de arena y ninguna casa que se construye sobre ella puede resistir (Mat. 7: 24-27). La dinastía de Jeroboam terminó con su hilo Nadab (1 Rey. 15: 25, 28).
Dios aflige transitoriamente, no para siempre. Sus misericordias duran para siempre (Sal. 103: 8, 9, 17). Debido al fracaso de los desendientes de David, las promesas hechas al hijo de Isaí iban a hallar su cumplimiento en la casa espiritual de la iglesia del NT y en Cristo, el Hijo de David, Cabeza de la iglesia.
4. ¿Por qué aun los escritos de Elena de White deben ser probados por la Biblia? ¿Por qué ella no debe ser la autoridad final en asuntos de doctrina?
La autoridad de Elena de White puede compararse con la autoridad de los profetas extracanónicos. Los mensajes inspirados que ella recibió para la iglesia no son una adición al canon. Sus escritos no son otra Biblia, ni tienen la clase de autoridad que tiene la Biblia. Al fin, la Biblia y solo la Biblia es nuestra autoridad final.
REFLEXIONES Y APLICACIONES PARA LA VIDA
Mí querido(a) amigo(a) o hermano(a): ¿Cuál es la autoridad de los escritos de Elena de White? ¿Qué autoridad deberían tener los escritos de Elena de White en nuestras vidas?
"Cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios" (1 Tes. 2:13).
En 1982, una comisión especial de la Asociación General preparó una declaración sobre la relación entre la Biblia y los escritos de Elena de White. En parte, dice:
Afirmaciones
1. Creemos que las Escrituras son la Palabra de Dios divinamente revelada y son inspiradas por el Espíritu Santo.
2. Creemos que el canon de las Escrituras está compuesto solo por sesenta y seis libros del Antiguo y del Nuevo Testamentos.
3. Creemos que la Escritura es el fundamento de la fe y la autoridad final en todos los asuntos de doctrina y práctica.
4. Creemos que la Escritura es la Palabra de Dios en lenguaje humano.
5. Creemos que la Escritura enseña que el don de profecía se manifestará en la iglesia cristiana después de los tiempos del Nuevo Testamento.
6. Creemos que el ministerio y los escritos de Elena de White fueron una manifestación del don de profecía.
7. Creemos que Elena de White fue inspirada por el Espíritu Santo y que sus escritos son el producto de esa inspiración, y son específicamente aplicables y dotados de autoridad especialmente para los Adventistas del Séptimo Día.
8. Creemos que el propósito de los escritos de Elena de White incluyen dirección para comprender las enseñanzas de las Escrituras y la aplicación de esas enseñanzas, con urgencia profética, a la vida moral y espiritual.
9. Creemos que la aceptación del don profetice de Elena de White, aunque no es un requisito para continuar en la feligresía de la iglesia, es importante para el nutrimento y la unidad de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
10. Creemos que el uso que hizo la Sra. Elena de White de fuentes literarias y de asistentes, encuentra un paralelo en algunos de los escritos de la Biblia.
Negaciones
1. No creemos que la calidad o el grado de inspiración en los escritos de Elena de White sea diferente de la inspiración de las Escrituras.
2. No creemos que los escritos de Elena de White tengan el mismo propósito que las Escrituras, que son el único fundamento y la autoridad final de la fe cristiana.
3. No creemos que los escritos de Elena de White son una adición al canon de la Sagrada Escritura.
4. No creemos que los escritos de Elena de White puedan ser usados como base de doctrinas.
5. No creemos que el estudio de los escritos de Elena de White pueda ser usado para remplazar el estudio de las Escrituras.
6. No creemos que las Escrituras puedan solo ser comprendidas por medio de los escritos de Elena de White.
7. No creemos que los escritos de Elena de White agotan el significado de la Escritura.
8. No creemos que los escritos de Elena de White son esenciales para la proclamación de las verdades de la Escritura para la sociedad en general.
9. No creemos que los escritos inspirados de Elena de White son meramente el producto de la piedad cristiana.
10. No creemos que el uso que dio Elena de White a las fuentes literarias y a los asistentes niega la inspiración de sus escritos.
Estas afirmaciones y negaciones indican claramente que la Iglesia Adventista del Séptimo Día afirma que la calidad o el grado de inspiración en los escritos de Elena de White no es diferente del de la inspiración de las Escrituras; para citar la negación: "No creemos que los escritos de Elena de White son una adición al canon de la Sagrada Escritura".
Por lo tanto, la conclusión es que "una comprensión correcta de la inspiración y la autoridad de los escritos de Elena de White evitará dos extremos:
1) Leer esos escritos como actuando en un nivel canónico igual al de la Escritura
2) Considerarlos como literatura cristiana común".
Resumen: La autoridad profética deriva de su Fuente, su contenido y el propósito del mensaje. El poder personal, la influencia o el carisma no deben ser confundidos con la autoridad profética. Las Escrituras son la autoridad última.
Ore conmigo, por favor… “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” (Heb. 4:12).… Feliz sábado.
Elaboró: Delfino Jarquín.
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http://www.pmministries.com/CEES/2008/ES4/Index.html
http://comentariosdeescuelasabatica.blogspot.com; http://www.adventistas.com.mx.
Bibliografía: Pfandl Gerhard, El don profético en las Escrituras y en la historia adventista, Guía de estudio de la Biblia, Edición para maestros, enero-marzo de 2009__Notas de E.G. White para las Lecciones de la Escuela Sabática, enero-marzo de 2009__G. White Ellen: El misterio de curación, Patriarcas y profetas, Los hechos de los apóstoles, Primeros escritos, Mensajes selectos Tomo I, III, Fe y Obras, La educación, El Conflicto de los siglos__Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día: Comentario Bíblico adventista del Séptimo Día, Tomo I, IV, V &,VII- Diccionario Bíblico Adventista del Séptimo día, - Creencias de los Adventistas del Séptimo Día, 1988 & 2006, _D. Thomas Jerry, Las 28 Creencias fundamentales para mí, APIA, 2007.
Hermanos y maestros de la Escuela Sabática, espero que les pueda servir de ayuda este material. El propósito es, abarcar toda la lección de la semana; considerando los objetivos principales y aplicándolos en nuestra vida cristiana...gracias por las sugerencias y comentarios que nos han enviado; que la honra y la gloria sea para Dios. Si gusta escribirnos este es el correo: delfino_comessab@hotmail.com; delfinosabbathschoolcomment@gmail.com ¡Dios les bendiga en cada una de sus actividades!, y esperando pronto la bendita esperanza de la Segunda Venida de Cristo Nuestro Señor..