Para el 10 de enero de 2009
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Lee: Génesis 20:7; Éxodo 15:20; Deuteronomio 18:15; Mateo 11:11; Juan 6:14; Hebreos 11:24-26.
Descubre: ¿De qué manera se manifestó el don profético tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento? ¿Fueron santos los profetas del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento o fueron hombres y mujeres comunes como los demás? ¿Qué papel desempeñaron las profetisas en Israel? ¿Cuáles fueron las diferencias entre apóstoles y profetas en el Nuevo Testamento?
Memoriza y considera: “Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él” (Núm. 12:6).
Pensamiento clave: Así como los profetas sirvieron como mediadores entre Dios y su pueblo, nosotros, también podemos servir a Dios, no importa cuántas fallas tengamos.
PROPÓSITOS DE LA LECCIÓN DE ESTA SEMANA
· Saber que Dios nos habla por medio de otras personas a quienes llamamos profetas.
· Sentir respeto y buena disposición hacia los profetas e identificarse con ellos como seres humanos semejantes a nosotros.
· Hacer una consideración cuidadosa de la forma en que los profetas pueden hablamos a nosotros y a la iglesia.
I. EL DON PROFETICO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
1. ¿De qué manera se manifestó el don profético en el Antiguo Testamento?
a) Abrahán
En un sentido más amplio del vocablo, profetas hubo desde los primeros días del mundo. Tanto Abrahán (Gn. 20:7) como Moisés (Dt. 18:15) fueron llamados profetas.
“Ahora, pues, devuelve la mujer a su marido; porque es profeta, y orará por ti, y vivirás. Y si no la devolvieres, sabe que de cierto morirás tú, y todos los tuyos” (Gén. 20:7).
Esta es la primera vez en que aparece el término "profeta", nabi'. Su raíz está en la palabra naba', que significa "proclamar", "dar voces", "declarar". Por lo tanto, tal como se la usa en la Biblia, la palabra "profeta", nabi', describe a uno que proclama mensajes divinos. Esos mensajes pueden relacionarse con el pasado, el presente o el futuro y pueden consistir en descripciones, exhortaciones, instrucciones, consuelo o predicciones. Además el término implica la idea de ser intermediario. La palabra castellana "profeta" procede del griego profétes, una combinación de la preposición pro, o "en lugar de", con el verbo femí, "hablar". El profeta habla en lugar de alguien. Puede hablar al hombre en lugar de Dios, o viceversa. Parece claro por el vers. 7 que se habla aquí de Abrahán como profeta en el último de esos sentidos. Había de orar a Dios en favor de Abimelec.
· El hecho de que el término nabi' se use por primera vez aquí, no elimina la creencia de que el espíritu de profecía estaba entre los hombres desde el mismo principio (Gén. 9: 25-27; Hech. 3: 21; Jud. 14, 15).
· Tampoco tiene valor la observación de que el uso de este término en los libros de Moisés prueba que no pueden ser anteriores al tiempo de Samuel, antes del cual un profeta era llamado "vidente" (1 Sam. 9: 9).
· Tal como usa Moisés el término, generalmente se aplica a un receptáculo de las revelaciones divinas. Durante el período de los jueces, el término "vidente", ro'eh, parece haberse comenzado a usar y parece haberse mantenido hasta el tiempo de Samuel, cuando lo reemplazó a su vez el vocablo más antiguo.
· En Sant. 5: 16 se declara con todo énfasis el valor de la oración intercesora. La promesa hecha a Abimelec de que recobraría la salud mediante la intercesión de Abrahán respalda el principio de que un justo puede convertirse en el canal mediante el cual fluyen las bendiciones divinas (Hech. 9: 17, 18). El propósito de Dios es inducir a los que son sensibles a la verdad para que vayan a sus representantes humanos.
b) María
“Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas” (Exo. 15:20).
· María es la primera mujer a quien la Biblia honra con el título de profetisa.
· Otras aparecieron de cuando en cuando a través de la historia del pueblo de Dios (Juec, 4: 4; 2 Rey. 22: 14; Isa. 8: 3; Luc. 2: 36).
· María no es llamada profetisa aquí mayormente por ser inspiradas las palabras que cantó sino más bien en reconocimiento de su papel en el éxodo, superado sólo por los de Moisés y Aarón (PP 401).
· Específicamente alegó poseer el don profético (Núm. 12: 2), siendo que Dios había hablado mediante ella.
· El profeta Miqueas afirma que el Señor libró a Israel de Egipto por medio de Moisés, Aarón y María (Miq. 6: 4).
· La tarea de ella puede haber sido comunicar al pueblo mensajes por los cuales se mantuvo viva la esperanza de liberación durante los oscuros años de opresión. Ella puede haber enseñado, amonestado y reprochado al pueblo. Pero a orillas del mar Rojo aparece como una inspirada mujer, con talento para el canto y la música. En ese tiempo debe haber tenido más de 90 años (Exo. 2: 4; 7: 7).
c) Moisés
“Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis” (Det. 18:15)
"Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron", a fin de que por ellas "tengamos esperanza" (Rom. 15: 4). Pero no debiéramos olvidar que aunque "estas cosas" fueron escritas para amonestarnos, también "acontecieron como ejemplo" (1 Cor. 10: 11).
· Muchas declaraciones proféticas, muchos incidentes históricos, muchos símbolos que señalaban claramente al Mesías también tenían un sentido más inmediato para aquellos que oyeron esas cosas y fueron testigos de ellas.
· Los mensajes proféticos dirigidos al pueblo de Israel fueron pronunciados respecto a las circunstancias históricas que los provocaron, y fueron ordenados por Dios para llenar las necesidades de su pueblo en el momento cuando fueron dados.
“Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón”(Hebreos 11:24-26)
· Moisés rechazó los honores, la jerarquía y el poder del momento debido a su confianza en el elevado destino que Dios le había señalado a él y a su pueblo. Según todas las apariencias, nada podía ser de menos valor que poner la esperanza en tales cosas, pues el pueblo hebreo estaba sometido a la más vil servidumbre en la nación más poderosa de la tierra. Sólo la fe en las promesas de Dios pudo haberlo inducido a rechazar el trono de Egipto.
II. PREDICCIONES DE LOS PROFETAS EN EL ANTIGO TESTAMENTO
Las predicciones de los profetas del Antiguo Testamento pueden dividirse en cuatro categorías:
1. Predicciones que surgieron de la situación histórica inmediata y que sólo se relacionaban con ella o con los acontecimientos que estaban a punto de ocurrir. Tales fueron las profecías de Jeremías en cuanto a los yugos de hierro y de madera (Jer. 28), su compra simbólica de un campo cerca de Anatot (Jer. 32), y su predicción de la muerte del falso profeta Hananías (Jer. 28: 15-17). Así también Ezequiel sitió en forma simbólica un adobe en el mercado de Tel-abib (caps. 4 y 5). Amós amenazó a las naciones vecinas a Israel (caps. 1 y 2), y Nahúm predijo la caída de Nínive (caps. 2 y 3).
2. Predicciones que anticipaban manifiesta y exclusivamente hechos relacionados con la venida del Mesías, tales como las declaraciones proféticas de Isa. 9: 6, 7; 40: 3-5; 53; 61: 1-3; Dan. 9; Zac. 9: 9; 13: 1, 6, 7.
3. Las profecías del libro de Daniel que tienen que ver en primer lugar con los acontecimientos históricos del futuro lejano. Es decir, con la era cristiana y el tiempo del fin, según lo afirman las profecías mismas (Dan.2:44; 7: 27; 8: 14; 10: 14; 11: 40; 12: 4).
4. Profecías que tienen doble aplicación: primero, a una situación local e histórica; segundo, al Mesías y a su reino. Las profecías de esta cuarta categoría son las que más fácilmente resultan mal entendidas y mal aplicadas. Esto ocurre a menudo por no comprender 1031 que ciertas profecías tienen un aspecto doble.
III. PROFETAS EN EL NUEVO TESTAMENTO
a) Juan el Bautista
1. ¿Por qué Juan el Bautista fue mayor que todos los profetas del Antiguo testamento?
“De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él” (Mat.11:11)
· Juan el Bautista fue grande en carácter, en convicción y en fidelidad, ningún otro profeta había sobrepasado a él.
· No mayor que Juan en valor moral, valentía, carácter, o logros, sino mayor porque tenía el privilegio de relacionarse personalmente con Cristo. Además, ningún profeta había tenido mayor privilegio que el de ser el heraldo personal del Mesías en su primera venida (DTG 74-75).
· ¡Qué privilegio ser el primer heraldo de Jesús (Mat. 3: 1), de Aquél de quien dieron testimonio todos los profetas de la antigüedad, como el verdadero sacrificio!
· ¡Cuál de los profetas no se hubiera conmovido ante ese privilegio!
· No es de extrañarse que Jesús hablara de Juan como del profeta mayor que hubo en Israel (Luc. 7: 28).
· Juan el Bautista presenta a Jesús como "el Cordero de Dios" a Juan el evangelista (Juan 1: 35-36), y para el discípulo este título debe haber tenido un profundo significado. El símbolo que hace resaltar la inocencia de Jesús y su perfección de carácter, y por ende la naturaleza vicaria de su sacrificio (Isa. 53: 4-6, 11-12; Exo. 12: 5) hace recordar el cordero pascual de Egipto, que simbolizaba la liberación del yugo del pecado.
· "Nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada" (1 Cor. 5: 7).
· Mediante la figura de un cordero, Juan identifica al Mesías sufriente como aquel en quien se hace real y tiene significado el sistema de sacrificios de los tiempos del Antiguo Testamento.
· En la presciencia divina y en el propósito de Dios, él era el "Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo" (Apoc. 13: .
· Con toda probabilidad, cualquiera de los profetas del Antiguo Testamento habría sacrificado alegremente todos sus privilegios a cambio del supremo privilegio de presentar a Cristo al mundo.
· Al igual que Abrahán, todos habían esperado el día cuando Cristo habría de venir, y se alegraban aun de verlo por fe (Juan 8: 56).
· El cielo no estima la riqueza, la posición, la alcurnia, ni las dotes intelectuales, las cuales no constituyen la grandeza. Dios da importancia al valor moral y aprecia las virtudes de amor y pureza.
2. ¿Qué contrastes encentras entre Juan el Bautista y Herodes?
· Juan era grande "delante del Señor" (Mat. 11: 11) en contraste con Herodes que era grande ante quienes buscaban jerarquía, riqueza y poder.
· Juan fue un gran servidor de sus prójimos; Herodes fue un gran tirano.
· Juan vivió para servir a otros; Herodes vivió sólo para agradarse a sí mismo.
· Juan fue grande así como lo fue Elías, para hacer que "muchos de los hijos de Israel se convirtieran "al Señor Dios de ellos" (Luc. 1: 16).
· Herodes fue grande así como Nimrod (Gén. 10: 9-12): para inducir á muchos a dudar de Dios y oponerse a él (Gén. 10: 9-10; 11: 2-4; Mat. 11: 13-14).
En años posteriores Juan hizo el voto de ser nazareo, de acuerdo a la dedicación que sus padres habían hecho de él antes que naciera (DTG 76-77). Los padres de Juan, que ya eran de edad avanzada cuando él nació (Luc. 1:18), al parecer murieron cuando todavía era joven. Es posible que poco después de esto Juan se hubiera retirado a los lugares solitarios del desierto. La soledad fue para Juan un maestro superior al mejor rabino que Jerusalén pudiera ofrecer, y el desierto fue un aula mejor dotada que el palacio de Herodes o los atrios del templo. Las escuelas rabínicas habrían preparado mal a Juan para su misión (DTG 76). Únicamente las aguas tranquilas pueden reflejar el cielo estrellado, y, de igual manera, sólo el corazón que no está turbado por las ondas y los remolinos de este mundo puede reflejar perfectamente la luz de la "estrella de Jacob" (Núm. 24: 17). Juan eligió como domicilio suyo un lugar donde sólo se escuchaba la voz de Dios, donde en quietud podía aguardar delante del Señor. Allí, en la soledad del desierto, el silencio de su alma hacía más clara la voz de Dios (DTG 330-331). Allí transcurrió su vida, relativamente recluida, hasta que llegó el momento cuando debía iniciar su ministerio público.
· Así como el desierto fue la gran aula de Dios para educar a líderes como Moisés, Amós y Juan el Bautista, así también las vicisitudes del desierto de la vida pueden proporcionar excelentes oportunidades para poner el alma en armonía con el cielo. Los que Dios escoge hoy para preparar el camino para la venida de Jesús, necesitan la ecuanimidad de espíritu que se adquiere con la percepción de lo invisible.
3. ¿Qué podemos aprender de la vida de Juan el Bautista?
· La vida moderna no es propicia para la meditación acerca de la voluntad y de los caminos de Dios, revelados en su Palabra y en su trato providencial con los hombres. A menos que encontremos tiempo para escapar del bullicio del mundo y nos encerremos con Dios, aguardando en silencio ante él, posiblemente nunca escuchemos el "silbo apacible y delicado" que habla a nuestra alma (DTG 330-331; cf. 1 Rey. 19: 12). Deberíamos proponernos pasar cada vez menos tiempo en las cosas terrenas y dedicar 679 cada vez más tiempo a caminar con Dios como lo hizo el Enoc de antaño. Como Juan, necesitamos poner nuestra "mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra" (Col. 3: 2).
b) Jesús
“Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo” (Juan 6:14).
¿Por qué los hombres nombraron a Jesús como Profeta?
Juan es el único escritor evangélico, repetimos, que registra la impresión que recibió la gente con este milagro (Mat. 14: 22).
· La prontitud con que la gente común de Galilea estuvo dispuesta a aceptar a Jesús como el Mesías indica cuán general era la expectativa de un Salvador y cuán grande la popularidad que Jesús había alcanzado.
· Ya había demostrado que era un conductor de hombres; sabían que podría curar a cualquiera que fuera herido en batalla; habían visto cómo podía proporcionar alimento para un ejército. Ciertamente, un jefe tal sería invencible en una guerra contra los romanos opresores. ¡Tenía que ser el Mesías!
· Bien se daban cuenta los judíos que el verdadero don profético no se había manifestado entre ellos desde hacía varios siglos. No es, pues, sorprendente que esperaran su renovación junto con la venida del Mesías.
· Repetidas veces, en el siglo I d. C. algunos judíos demasiado entusiastas fueron engañados por impostores que se proclamaban a sí mismos como "profetas" y que prometían liberar a los judíos del yugo romano, tal como habría sucedido de acuerdo con el concepto popular en cuanto al Mesías. Josefo registra la caída de dos de esos "profetas": Teudas y un egipcio ( Hech. 5: 36; 21: 38). Jesús advirtió a sus discípulos respecto a la venida de falsos "cristos" o mesías (Mat. 24: 4-5).
c) ¿Puedes citar otros profetas del Nuevo testamento?
IV. PROFECIAS CON DOBLE APLICACIÓN
1. ¿Qué son las profecías de doble aplicación?¿Cuando se aplican esa profecías?
En las Escrituras abundan las ilustraciones de profecías que tienen doble aplicación. La promesa hecha a Abrahán de que tendría "descendencia" (Gén. 12: 7; 13: 15; 22: 18), señalaba claramente a Cristo (Mat. 1: 1; Gál. 3: 16), pero halló también un cumplimiento real y verdadero en el nacimiento de Isaac (Gén. 13: 16; 15: 4, 5, 13; 17: 7, 16, 19-21; 18: 10; 21: 1, 3). En verdad, el primer cumplimiento correspondiente a Isaac, simbolizaba el cumplimiento completo en Cristo. Una promesa similar, hecha a David, fue manifiestamente una profecía en cuanto a Cristo (2 Sam. 7: 12, 13; Mat. 1: 1; Hech. 2: 30), y sin embargo se aplicaba también al nacimiento de Salomón (1 Rey. 8: 20). Cuando Moisés estaba por dejar sus deberes como dirigente, y el pueblo se preguntaba quién ocuparía su lugar, hizo la predicción inspirada:
· "Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios" (Deut. 18: 15). Por el contexto resulta evidente que esta promesa tuvo aplicación inmediata en la dirección profética de Israel en los años que siguieron a la muerte de Moisés (Deut. 18: 18; cf. Exo. 20: 19; Deut. 5: 25-27; Núm. 27: 18-23; Deut. 34: 9, 10; Ose. 12: 10, 13), y sin embargo la Inspiración declara que "nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés" (Deut. 34: 10; cf. Núm. 12: 6-8).
· Sólo Cristo podía llenar plenamente las condiciones presentadas por Moisés en su predicción (Juan 1: 21; 6: 14; 7: 40).
· De modo similar el cordero pascual simbolizaba, en primer lugar, la liberación literal e histórica de Israel de Egipto y, en segundo lugar, la liberación espiritual del pecado, prometida a todo el pueblo de Dios mediante el Mesías (1 Cor. 5: 7).
· La roca golpeada en el desierto proporcionó agua literal para un pueblo sediento, y así se convirtió en símbolo de la Roca, Cristo Jesús, quien ofrecería gratuitamente el agua de la vida a todos los hombres (Juan 4: 10; 7: 37; 1 Cor. 10: 4). Así también el maná caído del cielo proporcionó pan para satisfacer el hambre de Israel, pero Jesús afirmó mucho más tarde, que él era el "verdadero pan del cielo" (Juan 6: 31-33).
· El sumo sacerdote Josué fue coronado con coronas literales, en anticipación profética de la coronación de Cristo como sacerdote y rey (Zac. 6: 9-13; 9: 9).
Al referirse a la liberación de Israel de la esclavitud, Oseas dijo que Dios llamó a su hijo de Egipto (Ose. 11: 1), pero Mateo vio en las palabras de Oseas una profecía referente a Cristo (Mat. 2: 15). La referencia de Jeremías a "Raquel que lamenta por sus hijos" (Jer. 31: 10, 11, 15, 16, 20) se aplicó originalmente al cautiverio babilónico, como lo revela claramente el contexto, pero el evangelista encontró en esa declaración una profecía acerca de la matanza de los niños de Belén por orden de Herodes (Mat. 2: 18). Isaías describió en forma vívida el estado espiritual de Israel en sus días (Isa. 6: 9, 10; 29: 13), pero Cristo declaro que esas palabras proféticas describían su generación (Mat. 13: 14, 15; 15: 7-9), diciendo: "Se cumple en ellos la profecía de Isaías". La exégesis hecha por Pablo de los incidentes históricos y de las declaraciones proféticas registrados en el AT se ajusta al molde trazado por Cristo y los evangelistas. En verdad, Pablo interpreta muchos pasajes de una manera que no siempre se hace evidente si sólo se usa el AT (ver Hech. 13: 32, 33; 2 Cor. 8: 15; Gál. 3: 13, 16; 4: 22-31; 1 Tim. 5: 17, 18; Heb. 1: 5-8; 10: 5). De esa manera los escritores del NT continuamente desarrollan, explican e interpretan las declaraciones proféticas del AT.
Estas, y otras numerosas ilustraciones que podrían presentarse, demuestran que las declaraciones bíblicas, que luego aparecen como profecías mesiánicas, tuvieron muchas veces sin sentido literal y más inmediato para el pueblo que las oyó en primera instancia y fue testigo de los acontecimientos descritos. Posiblemente su escasa visión haya limitado esas declaraciones inspiradas a sus propios días. Pero más tarde los santos profetas, guiados por la inspiración, vieron en esas mismas declaraciones un sentido profético más extenso (Luc. 24: 25-27, 32; Juan 16: 13; 1 Ped. 1: 10-12). Muchas veces sólo cuando Cristo o el Espíritu Santo "les abrió el entendimiento", los hombres de la era cristiana pudieron comenzar a entender las Escrituras del Antiguo Testamento en toda su plenitud (Luc. 24: 45). Antes de eso, al igual que sus compatriotas incrédulos, pasaron por alto muchas profecías que señalaban al primer advenimiento y aplicaron mal otras que se referían exclusivamente al segundo advenimiento (DTG 22, 722).
Además se hace evidente que ciertas profecías del Antiguo Testamento que señalan la venida del Mesías y el establecimiento de su reino, se aplican en parte al primer advenimiento, y en parte al segundo. Así Cristo, en su primer sermón predicado en Nazaret, citó Isa. 61: 1-3, diciendo que se cumplía "hoy" (Luc. 4: 16-21), pero en forma significativa omitió la referencia al "día de venganza del Dios nuestro" (Isa. 61: 2) -por la sencilla razón de que el "día de venganza" sólo ocurre en ocasión de la segunda venida. La obra encomendada a Elías de volver los corazones de los israelitas a su Padre celestial (1 Rey. 18: 36-40) es usada por profetas posteriores como símbolo de la obra de Juan el Bautista (Isa. 40: 3; Mal. 3: 1; 4: 5, 6; Juan 1: 23; Mat. 11: 9-17; 17: 10-13; Mar. 9: 11-13; Luc. 7: 24-27). Pero la predicción de la presencia de Elías "antes que venga el día de Jehová, grande y terrible" (Mal. 4: 5) hallará cumplimiento nuevamente en nuestro tiempo (3T 62). En Pentecostés (Hech, 2: 16-21), Pedro afirmó que en ese día se cumplía Joel 2: 28-32; pero las palabras de Joel habrán de hallar su segundo cumplimiento en nuestro tiempo (PE 143; HAp 44, 45). De la misma manera, ciertas predicciones de Mat. 24 anticipaban tanto la destrucción de Jerusalén en el año 70 DC, como el fin del tiempo (DTG 582; CS 24, 28).
2. Es natural que surja la pregunta: ¿Cómo podemos saber cuándo puede considerarse que cierto incidente histórico tiene su equivalente en un acontecimiento posterior, o cuándo una declaración profética tiene doble aplicación?
La respuesta es ésta: cuando un autor inspirado hace tal aplicación. El ir más allá de lo que está claramente expuesto por la Inspiración es entrar en el reino de la opinión personal. En esta época cuando sopla todo viento de doctrina, es necesario que nos aseguremos de que nuestra comprensión de la Escritura descansa sobre un firme y claro "así ha dicho Jehová" ( Deut. 29: 29; Isa. 50: 11; Jer. 2: 13; Mat. 7: 24-28; 1 Cor. 2: 4, 5, 12, 13; Efe. 4: 14; Col. 2: 2-4, 8; 2 Ped. 1: 16; Apoc. 22: 18). En la interpretación bíblica, la única regla segura es comparar unos con otros los diferentes pasajes de las Escrituras. De ninguna otra manera podremos estar seguros de evitar las explicaciones fantásticas, y hasta grotescas, de las profecías del Antiguo Testamento propuestas por algunos.
· Aunque en el momento de ser dada la profecía posiblemente nadie entendió más que la aplicación local e inmediata, sin embargo, en la presciencia de Dios, también se dispuso que esa profecía se aplicase completa y finalmente a Cristo, o a las señales que predicen su segundo advenimiento o al establecimiento de su reino. El hecho de que los profetas mismos no se hubiesen percatado de que sus declaraciones inspiradas, en algunos casos, tenían una doble aplicación, de ninguna manera perjudica la validez de esa aplicación. Por el contrario, da testimonio de que la sabiduría que inspiró la declaración fue más que humana. Abrahán no fue el único de quien Cristo pudo haber dicho que vio "mi día... y se gozó" (Juan 8: 56), porque los profetas mismos muchas veces estudiaron con diligencia sus propios mensajes, a fin de entender mejor el sentido mesiánico que en su primer momento no captaron sino débilmente (1 Ped. 1: 10-12).
· De ninguna manera la fuerza de una profecía concerniente a Cristo se debilita porque las palabras del profeta se apliquen en primer lugar a una situación histórica más inmediata. Muchas veces el cumplimiento primero y más inmediato no sólo sirve para confirmar y aclarar el segundo cumplimiento, sino que también puede ser una condición previa del mismo. Cuando un escritor del NT aplica la declaración de un profeta del AT a los tiempos del NT, o a tiempos posteriores, el negar la validez de tal aplicación equivale a negar la inspiración de dicho autor. Pero cuando el contexto de una declaración del AT hace evidente que se aplica también a una situación histórica inmediata, el negar esta aplicación sería violar una regla básica de interpretación: la que afirma que el estudio del contexto y del marco histórico es fundamental para llegar a la comprensión correcta de cualquier pasaje.
· Puesto que creemos que tanto los autores del Nuevo Testamento como los del Antiguo Testamento fueron plenamente inspirados, para ser consecuentes debemos creer que ciertas profecías tienen doble aplicación. Las promesas hechas originalmente en el AT al Israel literal han de cumplirse, en principio al menos, con relación al Israel espiritual. Y así como el Israel literal anhelaba un "reposo" en la Canaán terrenal, pero no entró en él, tenemos el privilegio de anticipar, con fe y esperanza, un reposo eterno en la Canaán celestial (Heb. 4: 8-11; ver también Mat. 25: 34).
3. ¿Cuál es la tarea principal de un profeta?
La palabra traducida "profeta" viene del verbo "contar", "anunciar". Difícilmente podría considerarse que la predicción de acontecimientos futuros sea la tarea principal del profeta.
· Su tarea más importante es hablar, en lugar de Dios, palabras de consejo, amonestación y reprobación.
· La palabra "profeta" viene del Griego profétes, "hablar en favor de", o en lugar de otro. Este es el concepto bíblico de un profeta.
· Es el portavoz de Dios,
REFLEXIONES Y APLICACIONES PARA LA VIDA
Mí querido(a) amigo(a) o hermano(a): ¿Qué hizo Juan el Bautista para que fuera el mayor de los demás profetas que le precedieron? ¿Has escuchado la voz de Dios a través de sus profetas? ¿Qué bendiciones has recibido?
Resumen: A lo largo de toda la historia, Dios usó a personas comunes, en diversas circunstancias, para hablar en nombre de él. Estos profetas han fortalecido, corregido, guiado y animado al pueblo de Dios en su viaje hacia la Tierra Prometida, donde un día hablaremos cara a cara con Dios otra vez.
Ore conmigo, por favor…“Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas” (Amos 3:7)… Feliz sábado
Elaboró: Delfino Jarquín
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http://www.pmministries.com/CEES/2008/ES4/Index.html
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Bibliografía: Pfandl Gerhard, El don profético en las Escrituras y en la historia adventista, Guía de estudio de la Biblia, Edición para maestros, enero-marzo de 2009__Notas de E.G. White para las Lecciones de la Escuela Sabática, enero-marzo de 2009__G. White Ellen: El misterio de curación, Patriarcas y profetas, Los hechos de los apóstoles, Primeros escritos, Mensajes selectos Tomo I, III, Fe y Obras, La educación, El Conflicto de los siglos__Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día: Comentario Bíblico adventista del Séptimo Día, Tomo I, IV, V &,VII- Diccionario Bíblico Adventista del Séptimo día, - Creencias de los Adventistas del Séptimo Día, 1988 & 2006, _D. Thomas Jerry, Las 28 Creencias fundamentales para mí, APIA, 2007.
Hermanos y maestros de la Escuela Sabática, espero que les pueda servir de ayuda este material. El propósito es, abarcar toda la lección de la semana; considerando los objetivos principales y aplicándolos en nuestra vida cristiana...gracias por las sugerencias y comentarios que nos han enviado; que la honra y la gloria sea para Dios. Si gusta escribirnos este es el correo: delfino_comessab@hotmail.com; delfinosabbathschoolcomment@gmail.com ¡Dios les bendiga en cada una de sus actividades!, y esperando pronto la bendita esperanza de la Segunda Venida de Cristo Nuestro Señor.