Lección 4: La sabiduría de sus enseñanzas
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Para el 19 de abril de 2008
Lee: Mateo 5-7; 20:25-28; Juan 4:22-24; 8:1-11.
Descubre: ¿Qué es la sabiduría? ¿Qué es la felicidad? ¿De qué trata la mayor parte las enseñanzas de Jesús en el Sermón de la Montaña? ¿Por qué las enseñanzas de Jesús son para todos los tiempos y para todos los niveles sociales? ¿Sabes algo…? ¿Existen temas que el Señor Jesús no dijo nada? ¿Si? ¿No? ¿Por qué? ¿Qué otros temas expuso el Señor Jesús?
Memoriza y considera: “Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene
autoridad, y no como los escribas” (Mar. 1:22).
Pensamiento clave: En las enseñanzas de Jesús fueron variados, pero principalmente trato de cómo una persona puede ser transformada por su gracia a una nueva criatura y heredar la vida eterna. En sus enseñanzas utilizó ilustraciones de la vida cotidiana: la luz, la sal, las aves, los lirios del campo. Enseño acerca de la confianza, lo horrible del pecado, la oración, el perdón, de la humildad, de la gracia y la fe, entre otros temas de gran interés para todos los tiempos, épocas y generaciones.
Tal vez algunos dirán que la felicidad consiste en obtener todo lo que deseamos. Alguien desea un coche, lo obtiene y es feliz. Otros desean lograr una carrera, el éxito de un negocio, lograr una cadena de tiendas en todo un país o una empresa trasnacional, y si lo consiguen son felices, y si no la consiguen son desdichados. Así es, lo que muchos llaman felicidad es obtener lo que desean. Tal parece que la felicidad se encuentra por medio de cosas, de pensamientos e ideas, a través de la relación. Se persigue la felicidad por medio de algo, ese algo adquiere un valor mayor que la felicidad misma. Buscamos la felicidad en la familia, en la propiedad, en el nombre, entonces, adquieren una extrema importancia, y entonces la felicidad se pierde en medios de esas cosas. ¿Podrás atrapar el agua en un río que mojó tus pies? ¿Qué es lo que buscamos la mayoría de nosotros? ¿Qué es lo que deseamos? ¿Es la felicidad, o buscamos alguna clase de satisfacción, comodidad o conformismo? ¿Puede uno encontrar la felicidad en este mundo? ¿Existe la posibilidad de encontrar la felicidad en alguna parte? ¿Es felicidad ser conscientes de que somos felices? ¿Podemos hallar la felicidad por medio de cosas? ¿Cómo puede llegar a nosotros la felicidad? Entonces, es bueno hacernos una pregunta en el fondo de nuestro ser, ¿Felicidad en qué o en Quién? ¿Quién es la fuente de la felicidad? Evidentemente es Jesús.
PROPÓSITOS DE LA LECCIÓN DE ESTA SEMANA
· Saber reconocer que Jesús mostró compasión por la gente común, incluyendo a los más débiles de la sociedad.
· Sentir un deseo de ministrar a la gente en forma personal, como lo hizo Jesús, y alimentar ese deseo.
· Hacer que nuestra vida sea de humildad, al perdonar a otros como nosotros hemos sido perdonados.
I. LA SABIDURIA DIVINA
1. Desde un enfoque bíblico, ¿Qué es la sabiduría?
Del griego sofía significa, "sabiduría", "sagacidad", "prudencia" (Luc. 2:52; 1 Cor. 1: 17). La verdadera sabiduría proviene de Dios. El Señor promete dárselo a todos los que sinceramente la piden (Sant. 1:5).
• El simple conocimiento no garantiza un proceder correcto ni siquiera el razonamiento correcto.
• La sabiduría nos ayuda a dar el verdadero valor a todo lo que exige nuestra atención, y nos asegura el debido uso del conocimiento cuando nos esforzamos por proceder con rectitud.
• La sabiduría debe buscarse constantemente para poder enfrentar con éxito cada nueva prueba de fe y resistencia.
• Muchos problemas de la vida son desconcertantes para el que no sabe hacerles frente dándoles un enfoque cristiano.
• Para ver la vida como Dios quiere que la veamos, diariamente necesitamos asegurarnos de que nuestros ojos han sido ungidos con el óleo de la sabiduría celestial (Mat. 7: 1 l; Luc. 18: 1-18)
2. ¿Quién es la fuente de la sabiduría? ¿Por qué?
“Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia” (Prov. 2:6).
Jehová es la fuente de la sabiduría, y su gran amor lo mueve a recompensar a todos los que le buscan. Salomón presenta las razones por las cuales el ferviente buscador de la verdad siempre puede estar seguro de que encontrará sabiduría.
• Mediante su Santa Palabra Dios nos reanima en medio de las complejas y difíciles pruebas, y debido al enfoque celestial que esa sabiduría nos proporciona podemos tener "por sumo gozo" cuando los problemas de la vida nos abruman.
• Nuestro Dios es uno que "da" y también un Dios "justo" y "amante". En Sal. 145:17-19 se sugiere que debido a que el Señor es "justo", siempre está dispuesto a cumplir "el deseo de los que le temen". Dios es generoso por naturaleza (Juan 3:16), y no podemos atribuirle mayor honor que buscar con humildad sus dádivas de sabiduría y fortaleza día tras día.
• Cuando un hombre busca sabiduría, Dios responde su pedido sin vacilación y con buena voluntad. Dios no da con mezquindad ni parcialidad.
• Dios no nos censura por nuestros muchos fracasos, ni nos recuerda constantemente las continuas mercedes que ya nos ha concedido. Debemos ir a él como hijos que buscan el amor y la ayuda de un Padre solícito (Heb. 4:16; Mat. 7:11).
3. ¿Cuál es el requisito para recibir sabiduría de Dios?
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada” (Sant. 1:5).
El requisito para recibir sabiduría de Dios es pedirla con sinceridad. Para el mejor beneficio del hombre, Dios no concede todo pedido; pero si con sinceridad buscamos sabiduría, nos será dada.
Dios puede dar sabiduría al hombre de varias maneras:
• Podría aumentar la comprensión que tenemos de su Palabra, de modo que discernamos claramente su voluntad para nosotros.
• Podría impresionar nuestro corazón mediante su Espíritu Santo en cuanto al curso de acción que es mejor para nosotros (Isa. 30:2 l).
• Dios nos ha dado inteligencia y lo honramos cuando la usamos para resolver los problemas de la vida bajo la conducción del Espíritu Santo. No sería sabio que él hiciera por nosotros lo que él quiere que hagamos nosotros mismos bajo su conducción.
4. ¿Qué características presenta la persona que tiene la verdadera sabiduría?
“Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. (Sant. 3:17).
1. La sabiduría que proviene de Dios es pura, del griego hagnós, "sin contaminación". Esta cualidad es la primera porque las siguientes proceden de la filosofía de una vida incontaminada, dada por Dios. Esta sabiduría está libre de principios, propósitos y metas "terrenales".
2. La segunda cualidad es pacífica, en el sermón de la montaña, Jesús dijo: “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mat. 5:9). Como cristianos hemos de orar por la paz, trabajar por la paz e interesarse en forma constructiva en las actividades que contribuyan a la paz de la sociedad. El que es verdaderamente sabio procura evitar luchas y contiendas; pero su deseo de paz no le impedirá presentar la verdad aunque eso le acarree dificultades. Jesús predijo que la proclamación de la verdad causaría luchas en el mundo (Mat. 10:34); pero esas contiendas son producidas por los que se oponen a la verdad, no por los que la presentan sabiamente. La pureza de vida y de doctrina jamás se debe sacrificar en un esfuerzo por asegurar la paz.
3. La tercera cualidad tiene que ver con la palabra amable, que proviene de la palabra griega epieikes, que significa: "razonable", "moderado"; "complaciente" (1 Tim. 3:3; Tito 3:2). La verdadera sabiduría es suave, perdonadora ante la afrenta y comprensiva con los errores ajenos. Hace que un hombre se convierta en un caballero cristiano y una dama se convierta en una hermosa flor en medio del rosal.
4. La cuarta cualidad es benigna. Uno de los valores universales que debe ser es practicando en el remanente, es la benignidad, los que pretenden tener la sabiduría divina deben ser benignos en todo el sentido de la palabra, practicando el eupeithes, "dócil", "fácil de persuadir", es decir, no es obstinada ni difícil de manejar. Una persona afable es de temperamento suave, tranquilo y apacible. Un cristiano nunca debe ser áspero ni hosco o grosero, sino siempre alegre, considerado y cortés.
5. Quien haga un acto de misericordia habrá pasado la prueba de fuego de una vida pura, pacífica, amable y benigna. Es muy fácil mencionar la palabra misericordia, del griego. éleos, "compasión", "piedad", "misericordia", pero, ¿Realmente hacemos los actos de misericordia?, si lo hacemos, ¿Por qué los hacemos? ¿Cómo lo hacemos?
6. Los buenos frutos provienen de vidas consagradas entregadas al servicio de Dios. El Jesús dijo: “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos” (Mat. 7:17; 21:34) y el apóstol Pablo, refiriéndose de aquellos que tienen una relación continua con Jesús, en sus vidas es simple producirán los frutos del Espíritu (Gál. 5:22-23). Los verdaderos cristianos reconcilian las diferencias en la familia y en la iglesia (Mat. 5:9). El que siembra semillas de paz se goza en los frutos de la paz en esta vida, y los disfrutará plenamente en la vida venidera, en el reino del "Dios de paz" (1 Tes. 5:23).
Tal vez podríamos hablar demasiado, sobre la sabiduría, en los dos enfoques: la humana y la divina, sin embargo, es necesario hacernos algunas preguntas, ¿Hemos permitido que el Espíritu Santo obre nuestras vidas para experimentar las características de una persona sabia? ¿Cuál es tu actitud como padre, como madre, como hijo, como hija en tu familia? ¿Has tratado con humildad a los que te rodean?
II. LAS ENSEÑANZAS DE JESÚS Y LA FELICIDAD
1. Realmente, ¿No hay esperanza de una verdadera felicidad? ¿No hay esperanza de felicidad para los hijos, para la esposa, para el esposo? ¿Quién no ha tenido un momento de alegría y repente viene un estado de tristeza? ¿Por qué? Como cristianos, ¿Cómo definimos la felicidad? ¿Cómo define el mundo, el término “felicidad”? ¿Por qué esa felicidad es temporaria e inestable? ¿Qué medios nos ha dado Dios para alcanzar el gozo aún en un mundo pecaminoso? ¿Por qué las cosas celestiales nos deben dar gozo y alegría?
Los que han estudiado el estado anímico de las personas; representan en una gráfica el estado anímico (alegría o tristeza) frente al tiempo, se tiene que cumplir que la suma de las áreas bajo la curva en la zona positiva sea igual a la suma de las áreas sobre la curva en la zona negativa (resolviendo por integración). Esto se cumple precisamente porque dichas áreas representan la felicidad de cada individuo que se contrarresta con la propia infelicidad de tal manera que al final todo queda cero.
felicidad = ( estado anímico de la persona)( tiempo)
felicidad = ∫ estado anímico . dt = 0
Por tanto, la felicidad puede ser expresada mediante una serie de ecuaciones que expliquen las reacciones físico-químicas que producen en las personas el estado psíquico. La definición de estado anímico vendría ser dada como una variación de felicidad con respecto al tiempo (derivando).
estadoanimico = d(felicidad)/ dt
Diríamos la ecuación mencionada anteriormente, se cumple en función de las situaciones físicas y reacciones químicas de la persona, así lo define el mundo. Esos parámetros nos dicen que la persona tiene un estado anímico positivo (felicidad) y estado anímico negativo (infelicidad). Así, es la felicidad que ofrece este mundo, es pasajera y efímera.
2. Considera las enseñanzas de Jesús en el Sermón de la Montaña, que se encuentra en Mateo 5-7 y contesta las siguientes preguntas. ¿Sabes algo…? ¿Qué es el Sermón del monte? ¿Para quién o quiénes fueron dirigidos estas enseñanzas? (Mat. 5-7).
En el sermón de la montaña, el Señor Jesús cita a menudo "la ley y los profetas" (Mat. 5:17-22, 27, 38; Exo. 21:24; de este modo, enriquece la comprensión espiritual de sus oyentes y aplica en forma práctica los principios del Antiguo Testamento a su reino de justicia. La verdadera religión, afirma, controla los motivos y las actitudes, como asimismo las palabras y los hechos que se derivan de ellos, puesto que es posible tener la forma de la religión y la apariencia del recto vivir sin que el corazón y la vida estén sinceramente dedicados a Dios, o sin tener un verdadero y cordial interés en el prójimo.
· Mateo 5 presenta el carácter motivado por el amor al prójimo como el objetivo final de la ciudadanía en el reino, y alcanza su culminación mediante una invitación a ser "perfectos", así como Dios es perfecto (Mat. 5:48).
· Mateo 6 se refiere a los incentivos para la vida recta, y se cierra con un desafío a hacer del reino de los cielos el supremo blanco de la vida.
· El capitulo 7 de Mateo se dedica a ciertos privilegios y responsabilidades específicos del cristiano, y termina con un llamamiento a una acción decisiva para lograrlos y cumplirlas (Mat. 7: 24-27).
3. ¿Para qué nos sirve estas enseñanzas que pronunció el Señor Jesús? ¿Cuáles son los aspectos más significativos para nuestra experiencia que este mismo momento estamos viviendo? ¿Por qué estos mensajes son únicos, con respecto a las enseñanzas de otros maestros que han existido en la historia y de aun de los mejores maestros, filósofos, doctores, psicólogos, entre otros, que se encuentran en el siglo XXI? ¿Cuál es el meollo de estas enseñanzas? (Mat. 5:3-12).
La palabra griega de la que deriva es makários, que significa "dichoso", "feliz", "afortunado", "bendito". Las bienaventuranzas (de "buena aventura", "buen futuro") registradas por Mateo son bendiciones sobre quienes:
1. Reconocen su pobreza espiritual.
2. Lloran.
3. Son mansos.
4. Desean la justicia así como un hombre sediento y hambriento quiere agua y comida.
5. Son misericordiosos.
6. Son de "limpio corazón", cuyos pensamientos y motivos están dirigidos hacia el cielo.
7. Promueven la paz.
8. Son perseguidos y maltratados por causa de Cristo.
En las bienaventuranzas Cristo anunció que los objetivos de su ministerio y de su reino eran traer la felicidad a la humanidad. Los principios enunciados destruyen el concepto de que la felicidad verdadera se encuentra en los niveles materiales o carnales.
§ El comienzo de su discurso inaugural como Rey del reino de la gracia divina, Cristo proclama que el principal propósito del reino es el de restaurar en el corazón de los hombres la felicidad perdida en el Edén y que los que escojan entrar por la "puerta estrecha" y el camino "angosto" (Mat. 7: 13-14) encontrarán la verdadera felicidad.
§ En las bienaventuranzas Cristo anunció que los objetivos de su ministerio y de su reino eran traer la felicidad a la humanidad. Los principios enunciados destruyen el concepto de que la felicidad verdadera se encuentra en los niveles materiales o carnales.
§ En las primeras palabras del Sermón del Monte, Cristo se dirige al deseo supremo de todo corazón humano: el de la felicidad.
§ Ese deseo fue implantado en el hombre por el Creador mismo, y originalmente tenía el propósito de llevarlo a encontrar la verdadera felicidad mediante la cooperación con Dios que lo creó.
§ Se incurre en pecado cuando el hombre intenta encontrar la felicidad como un fin en sí misma, pasando por alto la obediencia a los requerimientos divinos.
§ Hallarán paz y gozo interiores, satisfacción verdadera y durable para el corazón y el alma, que sólo se logran cuando la "paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento" está presente para guardar el corazón y el pensamiento (Fil. 4: 7).
§ Cuando Cristo volvió al Padre, dejó con sus seguidores esa paz que el mundo no puede dar (Juan 14: 27).
§ Sólo pueden ser felices los que tienen paz con Dios (Rom. 5: 1) y con sus semejantes (Miq. 6: , que caminan conforme a los dos grandes mandamientos de la ley de amor (Mat. 22: 37-40).
§ Sólo los que son verdaderos súbditos del reino de la gracia alcanzan esa disposición de la mente y del corazón.
1. Reconocen su pobreza espiritual.
“Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos” (Mat. 5:3)
· Sólo los "pobres en espíritu" entrarán en el reino de la gracia divina. Los demás no anhelan las riquezas del cielo y se niegan a aceptar sus bendiciones.
· La comprensión de la necesidad propia es la primera condición para entrar en el reino de la gracia de Dios (DMJ 13).
· En el reino de los cielos no hay lugar para los orgullosos, los que están satisfechos de sí mismos, los que dependen de su justicia propia.
· Cristo invita a los pobres en espíritu a que cambien su pobreza por las riquezas de su gracia.
2. Lloran.
“Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación” (Mat. 5:4)
· Este es un mensaje de consuelo para quienes lloran debido a desengaños, luto, o algún otro dolor (DMJ 15-17).
· Pero más que un consuelo para el enlutado, Dios satisface la necesidad espiritual con las riquezas de la gracia del cielo. El responde al llanto por el pecado con el consuelo de los pecados perdonados.
· Si no se experimenta primero una sensación de necesidad, no se puede lamentar por lo que falta, en este caso la rectitud de carácter. Lamentarse por el pecado es, pues, el segundo requisito para los que se presentan como candidatos para el reino de los cielos, y su secuencia, en forma natural, es después del primer paso.
3. Son mansos.
“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad” (Mat. 5:5)
· La mansedumbre es una actitud del corazón, de la mente y de la vida, que prepara el camino para la santificación.
· La "mansedumbre" en relación con Dios significa que habremos de aceptar su voluntad y la forma en que nos trata, que nos someteremos a él en todas las cosas sin vacilación (DMJ 18).
· Una persona "mansa" domina perfectamente su yo. Debido al enaltecimiento del yo, nuestros primeros padres perdieron el reino que les había sido confiado. Por medio de la mansedumbre éste puede ser recuperado (DMJ 20; Miq. 6: .
4. Desean la justicia así como un hombre sediento y hambriento quiere agua y comida.
“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados” (Mat. 5:6)
· Sólo los que anhelan justicia con la apremiante ansiedad del que se muere por falta de alimento o de agua, la encontrarán.
· Ningún recurso terrenal puede satisfacer el hambre y la sed del alma.
· No son suficientes ni riquezas materiales, ni profundas filosofías, ni la satisfacción de los apetitos físicos, ni el honor, ni el poder. Después de probar todas esas cosas, Salomón llegó a la conclusión de que "todo es vanidad" (Ecl. 1: 2, 14; 3: 19; 11: 8; 12: 8; 2: 1, 15, 19).
· Nada produce la satisfacción y la felicidad que el corazón humano anhela. La conclusión del sabio fue que reconocer al Creador y cooperar con él proporcionan la única satisfacción duradera (Ecl. 12: 1, 13).
· Jesús es el Pan de vida (Juan 6:26-59), es el "pan" del cual los hombres deben tener hambre, y participando de ese "pan" pueden mantener la vida espiritual y satisfacer el hambre de su alma (Juan 6: 35, 48, 58).
· Se invita bondadosamente a los que tienen hambre y sed que vayan al Proveedor celestial y reciban alimento y bebida "sin dinero y sin precio" (Isa. 55: 1-2).
· El hecho de que el corazón anhele justicia demuestra que Cristo ya ha comenzado allí su obra (DMJ 2l).
· La justicia de Cristo es tanto imputada como impartida. La justicia imputada produce justificación; pero el alma justificada crece en la gracia. Por medio del poder de Cristo que vive en el alma, el cristiano conforma su vida con los requisitos de la ley moral tal como fue expuesta por precepto y ejemplo por Jesús. Esta es la justicia impartida (PVGM 251-253). Esto es lo que Cristo quería decir cuando animó a sus oyentes a que pensaran en ser "perfectos" así como su Padre celestial es perfecto (Mat. 5: 48). Pablo dice que la vida perfecta de Jesús ha hecho que sea posible que "La justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu" (Rom. 8: 4).
5. Son misericordiosos.
“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (Mat. 5:7)
· La misericordia de la cual habla Cristo aquí es una virtud activa que se proyecta hacia los seres humanos. Tiene poco valor mientras no se convierta en obras de misericordia.
· En Mat. 25: 31-46 se presentan las obras de misericordia como el elemento decisivo para la admisión en el reino de la gloria.
· Santiago incluye los actos de misericordia en su definición de la "religión pura" (Sant. 1: 27). Miqueas resume la obligación del hombre para con Dios y sus prójimos: "hacer, justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios"(Miq 6:8).
· Miqueas, al igual que Cristo, menciona tanto la humildad ante Dios como la misericordia para con los hombres. Estos dos procederes pueden compararse con los dos mandamientos, de los cuales "depende toda la ley y los profetas" (Mat. 22: 40).
· La persona cruel, de corazón duro y espíritu desconsiderado, rara vez recibe un trato bondadoso y misericordioso de parte de su prójimo. Pero muchas veces los que son bondadosos y considerados con las necesidades y los sentimientos ajenos, encuentran que el mundo les paga con la misma moneda.
6. Son de "limpio corazón", cuyos pensamientos y motivos están dirigidos hacia el cielo.
“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios” (Mat. 5:8)
· El ser de "limpio corazón" equivale a estar revestido con el manto de justicia de Cristo (Mat. 22: 11-12), el "lino fino" del cual están ataviados los santos (Apoc. 19: 8; 3: 18-19), es decir, la perfección del carácter.
· Los de corazón limpio han abandonado el pecado como principio gobernante de la vida, y su existencia está enteramente consagrada a Dios (Rom. 6: 14-16; 8: 14-17).
· El tener "limpio corazón" no significa que la persona no tenga ningún pecado, pero sí significa que sus motivos son correctos, que por la gracia de Cristo se ha apartado de sus errores pasados y que prosigue hacia la meta de perfección en Cristo Jesús (Fil. 3: 13-15).
· Sólo aquellos cuyo corazón es limpio y sincero "verán a Dios".
· Si el "ojo es bueno", toda la vida estará llena de "luz" (Mat. 6: 22-23).
· Muchos cristianos sufren de estrabismo espiritual por intentar tener un ojo fijo en la Canaán celestial y el otro en los "deleites temporales del pecado" (Heb. 11: 25) y las "ollas de carne" de Egipto (Exo. 16: 3).
· Nuestra única seguridad está en vivir según los principios y colocar a Dios en primer lugar en nuestra vida.
· Quienes hoy vean que las cosas de este mundo son "deseables" y cuya atención está fija en las relucientes baratijas de la tierra que Satanás les muestra, nunca considerarán como de mayor valor el obedecer a Dios. Si queremos ver a Dios, debemos mantener limpia la ventana del alma.
7. Promueven la paz.
“Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mat. 5:9)
· Cristo es el "Príncipe de paz" (Isa. 9: 6-7; Miq. 5: 5). Fue el mensajero de paz de Dios ante el hombre,"justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios" por medio de Jesús (Rom. 5: 1).
· Cuando Jesús hubo cumplido con la tarea que le fue asignada y volvió al Padre, pudo decir: "La paz os dejo, mi paz os doy" (Juan 14: 27; 2 Tes. 3: 16).
· Los cristianos han de estar en paz los unos con los otros (1 Tes. 5: 13) y deben seguir "la paz con todos" (Heb. 12: 14).
· Han de orar por la paz, trabajar por la paz e interesarse en forma constructiva en las actividades que contribuyan a la paz de la sociedad.
· Los judíos se consideraban "hijos de Dios" (Deut. 14: 1; Ose. 1: 10), concepto que también comparten los cristianos (1 Juan 3: 1).
· El ser hijo de Dios significa parecerse a él en carácter (1 Juan 3: 2; Juan 8: 44).
· Los "pacificadores" son "hijos de Dios" porque ellos mismos están en paz con Dios, y están dedicados a la tarea de inducir a sus prójimos a que estén en paz con él.
8. Son perseguidos y maltratados por causa de Cristo.
“Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos” (Mat. 5:10)
· Los ciudadanos del reino celestial pueden esperar tribulaciones en este mundo (Juan 16: 33), porque su carácter, sus ideales, sus aspiraciones y su conducta dan un testimonio unánime y silencioso contra la impiedad de este mundo (1 Juan 3: 12).
· Los enemigos del reino celestial persiguieron a Cristo, el Rey, y se ha de esperar que persigan a sus súbditos leales (Juan 15: 20). "Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución" (2 Tim. 3: 12).
· Quienes más sufren por Cristo son los que mejor pueden apreciar cuánto sufrió él por ellos. Es apropiado que en la primera bienaventuranza y en la última esté la seguridad de que esas personas serán súbditos del reino.
Los que cumplan con las ocho condiciones aquí enumeradas para ser ciudadanos, son dignos de un lugar en el reino y además en este mismo momento se experimenta la verdadera felicidad en Cristo Jesús.
III. MAS ENSEÑANZAS DE JESÚS
1. ¿Por qué existen una infinidad de familias en este mundo que están al borde de la desgracia y de la miseria? ¿Por que dentro de las familias más pudientes de la sociedad y/o de la iglesia misma existen la rivalidad, el odio, el engaño, la hipocresía y que terminan con el divorcio? ¿Por qué hay tantos hijos descarriados en el mundo? ¿Cuál es el antídoto ante semejantes atrocidades y desvergüenzas? ¿Hay remedio para curar esas heridas?
2. Considera el texto de Mateo, los capítulos 5 al 7 y contesta. ¿Cuáles son los temas principales que pronunció el Señor Jesús?¿Por qué son tan importantes ?
• Nuestra influencia en la sociedad (Mat. 5:13-16)
• La Ley de Dios (Mat. 5:17-20)
• Religión del corazón (Mat. 5:21-30)
• Divorcio (Mat. 5:31, 32)
• Venganza (Mat. 5:38-42)
• Amor a los enemigos (Mat. 5:43-48)
• La oración (Mat. 6:5-15)
• El hogar debe ser hecho todo lo que la palabra implica.
• Debe ser un pequeño cielo en la tierra, un lugar donde los afectos son cultivados en vez de ser estudiosamente reprimidos.
• Nuestra felicidad depende de que se cultive así el amor, la simpatía y la verdadera cortesía mutua.
• Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza (Salmo 40:4).
• Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera (Salmo 112:1).
• Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis puertas cada día, aguardando a los postes de mis puertas (Prov. 8:34).
• Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios; mas el que endurece su corazón caerá en el mal (Prov. 28:14).
• Sin profecía el pueblo se desenfrena; mas el que guarda la ley es bienaventurado (Prov. 29:18).
3. ¿Cómo es carácter de Dios? ¿Qué dijo Jesús al respecto? ¿Qué cuadro de Dios presenta Jesús? (Mat. 5:8, 9; 18:5, 6, 10; 19:13, 14; Juan 4:22-24; 10:27-30)
4. ¿Qué es la humildad? ¿Qué significa ser humilde?
“Cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos” (Mateo 18:4)
“El que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro siervo” (Mateo 20:26-27)
“El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido” (Mateo 23:12)
IV. “TODO PECADO Y BLASFEMIA SERÁ PERDONADO”
1. ¿Qué significa perdonar setenta veces siete? (Mat. 6:12-14).
“Tus pecados te son perdonados” (Lucas 5:20)
“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34)
2. ¿Qué es la blasfemia contra el Espíritu Santo? ¿En qué consiste el pecado contra el Espíritu Santo? ¿Por qué es imperdonable? ¿Es un asunto del hombre o de Dios?
“Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada” (Mateo 12:31-32)
“De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído” (Gal. 5:4)
Dios no abandona al hombre, es éste el que se aparta del Señor y rechaza sus ofrecimientos de misericordia. Dios promete perdón a todos los que se aparten de sus caminos caprichosos (Juan 3: 16; 1 Juan 1: 9). El único que cae de la gracia de Dios es el que voluntariamente ha elegido un proceder que sabe que es contrario a la voluntad divina. Esta es la deplorable condición de muchos llamados cristianos hoy día. Esta condición es el resultado del deseo de seguir las inclinaciones naturales del corazón humano disfrutar de los placeres del pecado en vez de prestar atención a las insinuaciones del Espíritu de Dios. Hasta que estas personas no cometan el pecado imperdonable, que consiste en resistir persistentemente las insinuaciones del Espíritu (Mat. 12: 31, 32, 43-45), hay esperanza de que puedan ser restauradas a la gracia.
“Y no contrastéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención “(Efe. 4:30). Se espera que el creyente persevere y sea glorificado. Esto sólo ocurrirá si retiene "firme hasta el fin la confianza y el" gloriarse "en la esperanza" (Heb. 3: 6). El acto del sellamiento no garantiza para siempre la salvación, pues es posible pecar contra el Espíritu Santo y así perder el derecho a la redención (Mat. 12:3 l; Heb. 6: 4-6). El pecado imperdonable es la culminación de una serie de actos con los que se ha entristecido o contristado al Espíritu Santo. Por esta razón es importante no cometer ni un solo acto de esa naturaleza.
“Y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe” (1 Tes. 3:2). Quienes se han entregado completamente al mal tienen sus conciencias cauterizadas (1 Tim. 4: 2). Algunos que cierran del todo su mente ante la evidencia demostrada en su corazón por el Espíritu Santo, se colocan más allá del alcance del Evangelio. Cuando el Señor demostró indiscutiblemente su divinidad mediante sus maravillosas obras en la carne, hubo algunos que insensibilizaron hasta tal grado su corazón para no aceptar que él era el Mesías, que atribuyeron su poder milagroso a Satanás. El Señor les advirtió que estaban en peligro de cometer el pecado imperdonable, más aún, que quizás ya lo habían cometido. Algunos que aún no han llegado hasta ese punto se han endurecido tanto por los afanes de este mundo, que el Evangelio no puede penetrar en su corazón, así como la buena semilla no puede arraigarse en la tierra pisada junto al camino (Luc. 8: 5, 12). Necesitan que el terreno de su corazón sea arado por un sincero arrepentimiento, para que la Palabra pueda arraigar en ellos y dar fruto de fe (Ose. 10: 12).
La blasfemia contra el Espíritu Santo, o sea el pecado imperdonable, consiste en la resistencia progresiva a la verdad, y culmina en una decisión final e irrevocable en contra de ella, hecha deliberadamente y sabiendo muy bien que al proceder así se está escogiendo seguir una conducta propia que se opone a la voluntad divina.
La conciencia está cauterizada por la resistencia continua a las impresiones del Espíritu Santo y quien está en esa situación difícilmente comprende que ha hecho la decisión fatal. Puede también ocurrir que simplemente no se llegue nunca a hacer la decisión de actuar en armonía con la voluntad de Dios (DTG 291). La persona que se siente temerosa de que pudiera haber cometido el pecado imperdonable, en ese mismo temor tiene la evidencia concluyente de que no lo ha cometido.
La persona más desgraciada es aquella cuya conciencia la molesta por hacer el mal cuando sabe que debería hacer el bien. Una vida cristiana desdichada generalmente es el resultado de no vivir a la altura de la luz que se tiene. La persona cuya conciencia la molesta puede resolver el problema y librarse de la tensión de dos maneras: puede someterse al poder transformador del Espíritu Santo y responder a los impulsos del Espíritu rectificando los yerros cometidos con Dios y con el hombre, o puede cauterizar su conciencia y eliminar sus dolorosos impulsos, silenciando así al Espíritu Santo (Efe. 4: 30). El que hace esto último no puede arrepentirse porque su conciencia se ha tornado para siempre insensible y no quiere arrepentirse. Deliberadamente ha colocado su alma más allá del alcance de la gracia divina. Su persistente perversión del libre albedrío da por resultado la pérdida de la capacidad de discernir entre el bien y el mal. Por último el mal parece ser bueno, y el bien parece ser malo (Miq. 3: 2; Isa. 5: 20).
3. ¿Puede arrepentirse el que ha cometido el pecado contra el Espíritu Santo?
“Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Juan 16:8)
No, no porque Dios no esté dispuesto a perdonar, sino porque el que ha cometido este pecado no tiene deseo de ser perdonado. Tal deseo es imprescindible para alcanzar el perdón. La persona que ha cometido el pecado imperdonable ha cortado la comunicación con el cielo a fin de no ser molestada más por las advertencias y las admoniciones del Espíritu Santo. Bien se ha dicho que la conciencia es el ojo de Dios en el alma del hombre. Es un amonestador divinamente implantado que impulsa a los hombres a vivir siempre en armonía con la luz que les ha sido revelada. Corromper la conciencia, aun en el grado más pequeño, es arriesgarse a la muerte eterna. La desobediencia persistente y deliberada a Dios finalmente se transforma en hábito que no puede quebrantarse (DTG 291). Compárese esto con el proceso comúnmente descrito como endurecimiento del corazón (Exo. 4: 21).
“Porque si pecaremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios” (Heb.10:26,27).
La flexión del verbo griego que se usa indica continuar pecando voluntariamente. "Si continuamos pecando deliberadamente". “Hiciere afrenta” (Heb. 10:29), viene de la palabra griega enubrízo, "insultar", "ultrajar". El rechazo persistente a las insinuaciones del Espíritu Santo refleja un desprecio por ellas. Acerca de las diversas formas en que los hombres pueden afrentar al Espíritu Santo y cometer el pecado imperdonable, ver com. Mat. 12: 31-32; Efe. 4: 30. Es la actitud mental que prevalece cuando una persona deliberadamente renuncia a Cristo, rechaza la salvación y desprecia al Espíritu Santo. Este es un pecado deliberado, persistente y desafiante: es una reversión voluntaria de la decisión anterior de aceptar la salvación en Cristo y de entregarle el corazón y la vida, una apostasía premeditada que conduce al pecado imperdonable (Mat. 12: 31-32), un estado continuo de rebeldía contra Dios.
“Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida” (1 Juan 5:16).
Parece innegable que Juan está distinguiendo entre clases de pecado, pues en este mismo versículo habla de "pecado de muerte"; pero debe tenerse en cuenta el contexto. En los vers. 14 y 15 nos ha dado la seguridad de que las oraciones del creyente serán contestadas. Aquí está aplicando esta promesa a un tipo específico de oración -la que se eleva en favor de otro- y explica en qué circunstancias puede ser eficaz; y al hacerlo trata de dos clases de pecados: aquellos para los cuales hay perdón y esperanza para el pecador, y aquellos para los cuales no hay perdón. En el primer caso, la oración puede ser una ayuda eficaz para la redención; en el segundo, como Juan después lo explica, no hay ninguna garantía de que la oración sea eficaz. Generalmente se entiende que el pecado de muerte es el pecado imperdonable (Mat. 12:31-32). Por lo tanto, un pecado que no es de muerte es cualquier otra clase de pecado en que puede caer un hermano.
· El “pecado imperdonable” significa el rechazo completo y definitivo del Espíritu Santo (Mar. 3:28, 29).
· Este no es un pecado surgido de la ignorancia, sino el resultado de un esfuerzo decidido de la voluntad humana.
V. LA GRACIA Y LA FE
• Cristo perdona la mujer adúltera, las palabras de Jesús, “Ni yo te condeno; vete, y no peques más” (Juan 8:1-11).
1. Descubre, ¿Cuáles fueron las enseñanzas de Jesús, acerca de la gracia y la fe en los siguientes textos? (Mat. 14:28-31; 20:1-15; Luc. 7:36-48; 15:11-31)
2. ¿Qué es la gracia? (Efe 2:8,9).
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efe 2:8,9).
• Dos cosas solamente se necesitan para ser salvos, la gracia de parte de Dios y fe de parte del hombre.
• Para que la fe sea una realidad en el hombre es necesario acepta la dádiva divina.
• Somos salvos cuando confiamos en Cristo y nos entregamos completamente a él.
• Jesús vino como el compendio de la gracia. Él era la gracia personificada. Encontrarse con él era encontrarse con la gracia. Juan escribió: “(Y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14).
3. ¿Por qué se hace tanto hincapié en la gracia?
El principal exponente de la doctrina de la salvación por gracia es Pablo. Su tesis es que la salvación es el resultado, no de la ley o libros o la nacionalidad, sino del favor divino otorgado libremente y por la fe humana. "Por gracia sois salvos por medio de la fe" (Ef. 2:8). Pablo describe una de las bendiciones del evangelio como la "entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes" (Rom. 5:2).
4. ¿Están relacionadas la gracia y la fe? ¿No es suficiente solamente la gracia para nuestra salvación? ¿Puede acaso el hombre con su naturaleza pecaminosa tener fe? ¿Entonces, de donde provienen la gracia y la fe? ¿Por qué?
• La gracia es la mano de Dios que baja a la tierra.
• La fe es la mano del hombre que se extiende hacia arriba para asir la de Dios.
La dinámica de la salvación es la gracia divina. El ha establecido que su gracia esté disponible para todos los hombres de todas las nacionalidades y condiciones de vida de todos los tiempos. Pero la fe es la que se apropia de ella (Efe. 4:7; Tito 2:11).
• Por medio de la gracia Dios llama a los hombres a su servicio (Gál. 1:15, 16), y es su operación la que influye sobre los hombres para que respondan al llamado de Dios (Hech. 20:32).
• Ella conduce a los hombres al arrepentimiento (2 Tim. 2:25) e imparte fe (Rom. 12:3; Heb. 12:2).
• Fue traída a los hombres por medio de Jesucristo (Rom. 5:15) e imparte consolación y esperanza (2 Tes. 2:16).
• Esta es la gracia de Dios de acuerdo al significado peculiar que tiene en el Nuevo Testamento.
• No es únicamente el favor de Dios para los que podrían merecer su aprobación; es su amor transformador, ilimitado y que todo lo abarca, para los pecadores tanto hombres como mujeres, y la buena nueva de que esta gracia, tal como se revela en Jesucristo, es "poder de Dios para salvación" (Rom. 1: 16).
• No comprende sólo la misericordia y buena voluntad de Dios para perdonar, sino que es un poder vigorizante y transformador para salvar. Por eso puede llenar a una persona (Juan 1: 14) y ser dada (Rom. 12: 3), todo lo abarca (2 Cor. 12: 9; Rom. 5: 20), reina (Rom. 5: 21), enseña (Tito 2: 11-12), afirma el corazón (Heb. 13: 9).
5. ¿Cuál es tu premisa con respecto la doctrina de la Salvación por la fe y las obras?
El estado de justicia en el que entra el pecador arrepentido cuando es justificado por fe es de "paz para con Dios" (Rom. 5:1). Fue la obediencia de Cristo a los justos requerimientos de la ley lo que le permitió justificar o declarar justos a los que vienen a él por la fe (Rom 5:16-19). En virtud de esta correcta relación en la que entra el cristiano, éste puede llevar los "frutos de justicia" (Fil. 1:11; Rom. 7:19-8:4; Gál. 2:20). Sin embargo, una vida justa que siga a la justificación no nos produce méritos ante Dios, porque ningún acto humano puede ser meritorio a su vista. Pero sin los frutos exteriores de justicia (Gál. 5:22, 23) no puede existir en el corazón un estado de relación correcta con Dios. Una fe no acompañada por las "obras" que la fe produce, es "muerta en sí misma" (Sant. 2:17); es espuria.
Los judíos llegaron a creer que la justicia se podía obtener por una observancia puntillosa de la ley. La conformidad mecánica con la norma de justicia prescripta por ella era considerada como suficiente para que el hombre fuera hecho justo, sin fe en la gracia de Dios. Antes de su conversión, Pablo era irreprensible" "en cuanto a la justicia que es en la ley" (Fil. 3:6). Esta justicia legal no dejaba lugar para el ejercicio de la fe, Porque "si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo", declaró enfáticamente Pablo (Gá. 2:21). "Por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él" (Rom. 3:20).
6. Si el Señor nos ofrece su gracia, ¿que espera de nosotros?
• Debe haber una completa transformación de la vida por el poder del Espíritu Santo, el único que da fortaleza a los creyentes para que sean "hacedores de la palabra".
“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos”
En el Sermón del Monte, Jesús explicó a sus oyentes el papel que juegan las buenas obras (Mat. 7:21-29). Esto amplía el significado del precepto de ser "pronto para oír" (Sant. 1: 19).
• No es suficiente recordar lo que oímos o aun enseñarlo a otros.
• Debemos practicar sistemática y persistentemente la "palabra de verdad" en nuestra vida diaria.
• El apóstol Santiago concuerda de este modo perfectamente con las enseñanzas de Pablo: "Porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados" (Rom. 2:13).
7. ¿Qué principios prácticos de la Biblia es necesario considerar? ¿Cómo debiéramos aplicarlos en las diversas situaciones de la vida que enfrentamos todos los días? (Salmo 19:7-10)
“La ley le Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal” (Salmo 19:7-10)
Nombre de la ley
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Su naturaleza
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Sus efectos
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Ley
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Perfecta
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Convierte
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Testimonio
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Fiel
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Hace sabio
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Mandamientos
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Rectos
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Alegran
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Precepto
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Puro
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Alumbra
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Temor
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Limpio
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Permanece
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Juicios
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Verdad
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Justos
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"Cuando el corazón está en armonía con la Palabra, surgirá dentro de vosotros nueva vida, una luz nueva brillará sobre cada línea de la Palabra y llegará a ser la voz de Dios para tu alma" (FCE 183).
8. ¿Cuál es la promesa de Dios, si nos acercamos a él con todo nuestro corazón, mente, espíritu, alma, cuerpo y todas nuestras fuerzas? ¿De qué manera nuestra relación personal con Cristo Jesús ha sido posible una obediencia genuina en nuestra vida cristiana? (Juan 15:5)
“Toda verdadera obediencia proviene del corazón. La de Cristo procedía del corazón. Y si nosotros consentimos, se identificará de tal manera con nuestros pensamientos y fines, amoldará de tal manera nuestro corazón y mente en conformidad con su voluntad, que cuando le obedezcamos estaremos tan sólo ejecutando nuestros propios impulsos. La voluntad, refinada y santificada, hallará su más alto deleite en servirle. Cuando conozcamos a Dios como es nuestro privilegio conocerle nuestra vida será una vida de continua obediencia. Si apreciamos el carácter de Cristo y tenemos comunión con Dios, el pecado llegará a ser odioso” (Deseado de Todas las Gentes, p. 621).
“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones” (Sant. 4:8).
“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra” (Eze. 36:26,27).
REFLEXIONES Y APLICACIONES PARA LA VIDA
Mí querido(a) amigo(a), hermano(a): Para ti, ¿Qué es la felicidad? ¿Cuáles son los parámetros que consideras para ser feliz? ¿Satisfacer necesidades en un momento dado? ¿Comer lo que te gusta? ¿Comprar un auto nuevo? ¿Casarse con una persona que teme a Dios? ¿Encontrarse con los amigos del antaño y disfrutar una cena con ellos? ¿Usted cree que el pueblo de Dios es feliz? ¿Por qué razones la gente es feliz? ¿Por qué razones la gente no es feliz? ¿Crees que la felicidad es pasajera? ¿Cuál es la causa principal por la que muchos no son felices? ¿Has sido víctima de la infelicidad? ¿Sí? ¿No? ¿Por qué? ¿Eres feliz? ¿Qué consejo podrías dar a un matrimonio que tiene conflictos? ¿Eres un promotor de la felicidad? ¿Vives lleno de gozo, de alegría y felicidad con la gente que te rodea y contigo mismo? ¿Por qué crees que la felicidad que ofrece este mundo es pasajera? ¿Qué es la verdadera felicidad? ¿Quién es la fuente de la felicidad? ¿Te regocijas porque conoces a Jesús y eres feliz ahora mismo?
¿De qué manera aplicarías en tu vida las enseñanzas de Jesús? ¿Quieres gozar y tener felicidad, ahora mismo?
Reflexiona conmigo el siguiente texto: “El corazón humano nunca conocerá la felicidad hasta que se someta a ser amoldado por el Espíritu de Dios. El Espíritu conforma la vida renovada al modelo, Jesucristo. Mediante la influencia del Espíritu, se transforma la enemistad hacia Dios en fe y amor, el orgullo en humildad. El creyente percibe la belleza de la verdad, y Cristo es honrado por la excelencia y perfección del carácter. Al efectuarse estos cambios, prorrumpen los ángeles en arrobado canto, y Dios y Cristo se regocijan por los que fueron convertidos a la semejanza divina” (Mensajes para los jóvenes, pp. 53, 54)
“Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia." "Porque él será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viniere el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de hacer fruto." (Proverbios 3: 13; Jeremías 17: .
¡Goza y se feliz cada día con la presencia de Cristo Jesús!
• Practica la unidad con tus hijos y tu cónyuge. Pues la felicidad y la prosperidad del matrimonio dependen de la unidad que haya entre los esposos.
• Aprenda en la escuela de Cristo y se humilde. La verdadera felicidad no se encuentra en la gratificación propia y en la complacencia propia, sino en aprender de Cristo, en tomar su yugo y llevar su carga.
• Obedece a Jehová. La verdadera felicidad en esta vida y en la vida futura dependen de la obediencia a un "así dice Jehová".
• Haz el bien sin mirar a quien. Esforcémonos por ayudarnos y fortalecernos mutuamente. La búsqueda del bien de los demás es el camino por el que puede hallarse la verdadera felicidad.
• Vive para Cristo y sé tu invitado de honor. La verdadera vida de gozo del alma es tener a Cristo, la esperanza de gloria, modelado en ella.
• Propicie que en tu hogar sea un pequeño cielo. El hogar debe ser hecho todo lo que la palabra implica. Debe ser un pequeño cielo en la tierra, un lugar donde los afectos son cultivados en vez de ser estudiosamente reprimidos. Nuestra felicidad depende de que se cultive así el amor, la simpatía y la verdadera cortesía mutua.
• Lee, oye y guarda la Palabra de Dios. “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca"(Apoc. 1: 3).
• Vence la tentación. “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman”. (Sant. 1: 12).
• Recurre a la sabiduría de Dios. “Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia." "Porque él será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viniere el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de hacer fruto." (Proverbios 3: 13; Jeremías 17: .
• Ve y no peques más. "¡Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado! ¡Bienaventurado el hombre a quien Jehová no atribuye la iniquidad, cuyo espíritu no hay engaño! (Salmo 32: 1, 2). “Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado” (Rom. 4: 7, 8.).
• Guarda el sábado con gozo y alegría. “Bienaventurado el hombre que esto hiciere, y el hijo del hombre que esto abrazare: que guarda el sábado de profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal."(Isa. 56:2).
• Agradece a Dios por sus consejos. "Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos.... Antes en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Y será como el árbol plantado junto a arroyos de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace prosperará." (Salmo 1: 1-3.).
• Comparte lo que tienes y aprende a ofrendar. "Más bienaventurado es dar que recibir" (Hech 20:35).
• Pide la ayuda de Dios siempre. "Bienaventurado aquel en cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza es en Jehová su Dios." (Sal. 146: 5)
• Prepárate para el encuentro de tu Dios. “¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro”.(Apoc. 22: 7). “Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo y vean su vergüenza" (Apoc. 16: 15).
Ore conmigo, por favor… “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca” (Mat. 7:24)...Feliz sábado.
RESUMEN
Las palabras y los hechos de Jesús revelan la verdadera naturaleza de Dios y nos enseñan el significado real de la humildad.
Elaboró: Delfino Jarquín L, Si usted gusta toda la versión haga clic en:
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Bibliografía: Adams Roy, Jesús es maravilloso, Guía de estudio de la Biblia, Edición para maestros, Abril-Junio de 2008__Notas de E.G. White para las Lecciones de la Escuela Sabática, , Abril-Junio de 2008__G. White Ellen: El Deseado de todas las gentes,__Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día: Comentario Bíblico adventista del Séptimo Día, Tomo IV, V&,VI- Diccionario Bíblico Adventista del Séptimo día, - Creencias de los Adventistas del Séptimo Día, 1988 & 2006, _D. Thomas Jerry, Las 28 Creencias fundamentales para mí, APIA, 2007,__R. Thiele Edwin, ¡Mi Dios sin igual!, APIA,1998__H. Woolsey Raymond, El Amor más admirable, APIA, 1995,_ B. Cabusog Jr Hermenio, Emen Louie, et al, Jesús: un don maravilloso, Guía de es estudio de la Biblia para jóvenes, El universitario, Abril-Junio de 2008.
Hermanos y maestros de la Escuela Sabática, espero que les pueda servir de ayuda este material. El propósito es, abarcar toda la lección de la semana; considerando los objetivos principales y aplicándolos en nuestra vida cristiana...gracias por las sugerencias y comentarios que nos han enviado; que la honra y la gloria sea para Dios. Ahora el correo es: delfino_comessab@hotmail.com; delfinosabbathschoolcomment@gmail.com ¡Dios les bendiga hermanos en cada una de sus actividades!, y esperando pronto la bendita esperanza de la Segunda Venida de Cristo Nuestro Señor, se despide su hermano en Cristo: Defino Jarquín López.