Lección 8: La experiencia del discipulado
Para el 23 de febrero de 2008
Lee: Mateo 17:1-13; 18:1-4, 24; Marcos 8:27-30; Juan 6:43-58.
Descubre: ¿Qué significa ser discípulo? ¿Qué es el discipulado? ¿Qué significa tener una experiencia personal con Cristo? ¿A qué refiere el titulo de la lección, cuando el autor menciona la experiencia del discipulado?
Memoriza y considera: “Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” (Mar. 8:34).
Pensamiento clave: Qué significa comer la carne y beber la sangre de Cristo? ¿Qué lecciones acerca de la fe podemos aprender de la Transfiguración? ¿Por qué Jesús nos dice que debemos llegar a ser como niños pequeños? ¿Qué significa llevar nuestra cruz por Jesús?
El discipulado es una experiencia. Para ser verdaderos seguidores de Cristo, necesitamos tener una experiencia con Jesús. Necesitamos conocer a Jesús; necesitamos haber sido cambiados por Jesús; necesitamos participar de Jesús y de lo que él nos ofrece.
El conocimiento intelectual no es suficiente; ser capaz de recitar textos bíblicos no es suficiente; conocer doctrinas no basta.
¿Qué significa ser un discípulo de Cristo?
Es tener una experiencia personal con Cristo. Es experimentar la gracia de Cristo en nuestras vidas. Es aceptar el poder transformador del Espíritu Santo para hacer cambios en nuestra vida. Es aceptar a Cristo como nuestro Dios y Salvador personal, y permanecer en él, Jesús dijo: “El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él”. Significa crecer en Cristo, dando testimonios vivientes ante Dios y con los que nos relacionamos. Es negarse así mismo, es someterse a la voluntad de Dios, para que nos otorgue su justicia a saber: la imputada e impartida.
· ¿Cuál es el mensaje central de esta lección?
· ¿Cómo aplicarías este mensaje en tu vida?
PROPÓSITOS DE LA LECCIÓN DE ESTA SEMANA
· Saber reconocer que lo que el alimento es para el cuerpo, Jesús es para el alma.
· Sentir un deseo de no permitir que nada ocupe el lugar de Cristo en nuestras vidas.
· Hacer la decisión de recibir a Cristo en el corazón, de modo que él pueda vivir su vida por medio de nosotros.
I. EXPERIMENTANDO EL AMOR Y LA GRACIA DE DIOS
El Pan de Vida
· ¿Cómo podemos mantener una relación personal con Cristo en este agitado mundo moderno?
· ¿Cuál es la diferencia entre hacer una campaña evangelística y hacer discípulos?
1. Lee Juan 6:43-58 y contesta, ¿Quién es el Pan de Vida? ¿Qué significa comer y beber la sangre de Cristo?
“De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Este es el pan que descendió del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan, vivirá eternamente” (Juan 6:43-58).
· Mediante la fe en Cristo, el cristiano participa de la vida de Dios.
· Al tener fe ahora, también recibe de esa vida eterna ahora (3 Juan 8: 51; 10: 10; 1 Juan 5: 21; DTG 352).
· Jesús declaró -que él que era el pan que descendió del cielo- podía dar vida eterna.
· Al hablar de la dádiva de Cristo para el mundo en Juan 6: 32-33 se usa el tiempo presente (“Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo), con lo que resalta que Cristo es una dádiva continua, eterna. Pero en Juan 6:51, como en Juan 6:27(“Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre”), se usa el futuro, lo que enfoca el acontecimiento específico de la cruz, cuando Cristo dio su "carne", en un acto culminante, "por la vida del mundo'.
· La evidencia textual establece una variante más sencilla en este punto, pero esa variante de ninguna manera cambia el sentido de la sentencia: "Y el pan que yo daré es mi carne, por la vida del mundo".
“El pan que yo daré es mi carne… El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero” (Juan 6:51,53)
Al tomar sobre sí la humanidad, el Hijo de Dios pudo dar su "carne", es decir, morir y de esa manera hacer que su perfecta humanidad estuviera al alcance de los que participan de él por fe. Cuando Jesús afirmó ser el pan del cielo, los judíos comenzaron a murmurar (Juan 6:41). Ahora, cuando los invitó a comer de su carne, sus emociones fueron más violentas. Sin duda, algunos vieron un significado más profundo en sus palabras que otros, pero todos ellos parecen haber estado confundidos al dar un significado demasiado literal a sus expresiones.
· Cuando Jesús dijo el que bebe mi sangre, debe haber escandalizado aún más a los oyentes de Jesús, que interpretaban todo en forma literal (Juan 6: 52), pues la ley prohibía específicamente que se usara sangre como alimento (Gén. 9: 4; Deut. 12: 16).
· Si los judíos hubieran recordado la razón de esa prohibición, podrían haber entendido mejor el significado de las palabras de Jesús.
· La razón dada para la prohibición es que la sangre es la vida (Gén. 9: 4). Así podrían haber comprendido que comer la carne de Cristo y beber su sangre significaba apropiarse de su vida por fe.
· "Comer la carne y beber la sangre de Cristo es recibirlo como Salvador personal, creyendo que perdona nuestros pecados, y que somos completos en él" (DTG 353; SC 108).
· Tan sólo porque Cristo dio su vida humana por nosotros, podemos participar de su vida eterna, divina. Por eso es claro que comer su carne y beber su sangre significa creer, tener fe en él.
2. ¿Por qué Jesús usó la analogía de comer su carne y beber su sangre para mostrar la importancia de permanecer en él? (Juan 15:5).
“El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él”
“Comer la carne y beber la sangre de Cristo es recibirlo como Salvador personal, creyendo que perdona nuestros pecados y que somos completos en él. Contemplando su amor, y espaciándonos en él, absorbiéndolo, es como llegamos a participar de su naturaleza. Lo que es el alimento para el cuerpo, debe serlo Cristo para el alma. El alimento no puede beneficiarnos a menos que lo comamos; a menos que llegue a ser parte de nuestro ser. Así también, Cristo no tiene valor para nosotros si no lo conocemos como Salvador personal. Un conocimiento teórico no nos beneficiará. Debemos alimentarnos de él, recibirlo en el corazón, de tal manera que su vida llegue a ser nuestra vida. Debemos asimilarnos su amor y su gracia” (DTG 353).
Así como nuestros cuerpos físicos no pueden sobrevivir sin comida ni agua, no podemos sobrevivir espiritualmente sin Cristo. Sin él, nada podemos hacer. Las características de Jesús deben saturar todo el ser, así como los nutrientes y los minerales de los alimentos y del agua saturan las células de los tejidos del cuerpo. Los discípulos deben alimentarse de Jesús.
“Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre”
Repetidas veces se habla de la Deidad como del "Dios viviente" (Deut. 5: 26; Mat. 16: 16; Hech. 14: 15; 2 Cor. 6: 16). El es Aquel que vive por sí mismo, sin depender de ningún otro para su vida. Por lo tanto, también es la fuente de la vida de todos los otros seres del universo. Lo que es cierto en este respecto acerca del Padre lo es también en cuanto al Hijo, pues "en Cristo hay vida original, que no proviene ni deriva de otra" (DTG 489; Juan 1).
Aunque Jesús es Dios, sin embargo, mientras estuvo en la tierra en carne humana, Jesús dependía completamente de su Padre. Vivía "mediante el Padre". Así el cristiano ha de depender de Cristo y recibir de él la vida divina y la naturaleza divina (DTG 98). Es de esta vida eterna de la que el cristiano puede participar ahora, y es también esta vida la que se manifestará en él en la resurrección (Juan 5: 26-29; DTG 352).
3. ¿Sabes algo…? ¿Quién es Jesús?
Jesús es el Salvador del mundo, el Mesías. En tiempos del Nuevo Testamento Yeshûâ era un nombre corriente que se daba a los muchachos judíos.
Expresaba la fe de los padres en Dios y en su promesa de uno que traería salvación a Israel. El ángel Gabriel indicó a José que llamara al primogénito de María con este nombre, y la razón que se le dio fue: "Porque él salvará a su pueblo de sus pecados" (Mat. 1:21).
· "Cristo" no fue un nombre personal por el que la gente lo conoció mientras estuvo sobre la tierra, sino un título usado para identificarlo con aquel en quien las promesas y profecías mesiánicas del Antiguo Testamento encontraban su cumplimiento.
· Para los que creyeron en él como enviado de Dios, él era el Cristo; es decir, el Mesías, el "ungido" por Dios para ser el Salvador del mundo.
El uso de los dos nombres juntos (Mat. 1:18; 16:20; Mar. 1:1), Jesús y Cristo, constituye una confesión de fe en que Jesús de Nazaret, el hijo de María, es realmente el Mesías (Mat. 1:1; Hech. 2:38).
· También se lo conocía por el título de Emanuel, "Dios con nosotros", un reconocimiento de su divinidad y nacimiento virginal (Mat. 1:23; Isa. 7:14; 9:6, 7).
· La designación corriente que usó Jesús para sí mismo fue "el Hijo del Hombre" (Mar. 2:10), una expresión que nunca usaron otros cuando hablaban de él o se dirigían a él. Con este título, que parece tener implicaciones mesiánicas, Jesús enfatizó su humanidad, sin duda pensando de sí mismo como la simiente prometida (Gén. 3:15; 22:18;Gál. 3:16).
· Raramente usó para sí mismo el título "Hijo de Dios", el cual enfatizaba su divinidad (Juan. 9:35-37; 10:36), aunque a menudo se refería a Dios como su Padre (Mat. 16:17).
· Sin embargo, el Padre lo llamó su Hijo (Luc. 3:22; 9:35), y Juan el Bautista (Juan. 1:34) y los Doce (Mat. 14:33; 16:16) lo reconocieron como "Hijo de Dios".
· La afirmación de Jesús de que Dios era su Padre en un sentido especial, y más tarde, su admisión de ser el Hijo de Dios, le valieron el arresto de los judíos que alegaban que eso era causa suficiente para su condenación y muerte (Luc. 22:70, 71).
· El ángel Gabriel explicó que Jesús debía ser llamado Hijo de Dios en virtud de su nacimiento de María por el poder del Espíritu Santo (Luc. 1:35;Heb. 1:5), y Pablo dice que la resurrección de Jesús de los muertos lo declara "Hijo de Dios" con poder (Rom. 1:4).
· Sus discípulos con frecuencia se dirigieron a él como "Maestro" (Mar. 4:38; 9:38), y también, en reconocimiento de su deidad, como "Señor" (Juan. 14:5, 8; 20:28).
· La gente y los gobernantes por igual usaron el término "Hijo de David" como una designación popular para el Mesías (Mat. 12:23; 22:42; Mar. 12:35), y como una expresión de la esperanza de liberación de la opresión política.
4. ¿Por qué razones debemos creer o tener fe en Cristo Jesús?
Diez razones por las cuáles debemos de creer o tener fe en Cristo Jesús
1. La divinidad de Cristo. La Divinidad o Trinidad consiste de tres personas: el Padre eterno, el Señor Jesucristo, Hijo del Padre eterno y el Espíritu Santo (Mat. 28: 19; Juan 1: 1-2; 6: 27; 14: 16-17, 26; Hech. 5: 3-4; Efe. 4: 4-6; Heb. 1: 1-3, 8; Juan 1: 1-3, 14).
· Hay tres personas vivientes en el trío celestial: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, Cristo y el Padre son uno solo en naturaleza, en carácter y en propósitos, pero no en persona. El Espíritu Santo es una persona así como Dios es persona.
2. La Deidad y la preexistencia de Cristo. Cristo es Dios en el sentido supremo y absoluto del término: en naturaleza, en sabiduría, en autoridad y en poder (Isa. 9: 6; Miq. 5: 2; Juan 1: 1-3; 8: 58; 14: 8-11; Col. 1: 15-17; 2: 9; Heb. 1: 8; Miq. 5: 2; Mat. 1: 1, 23; Luc. 1: 35; Juan 1: 1-3; 16: 28; Fil. 2: 6-8; Col. 2: 9).
· Cristo es el Hijo de Dios preexistente y existente por sí mismo. Nunca hubo un tiempo cuando él no haya estado en estrecha relación con el Dios eterno.
· Era igual a Dios, infinito y omnipotente.
· Cristo era esencialmente Dios, y en el sentido más excelso. Estuvo con Dios desde toda la eternidad; Dios sobre todo, bendito para siempre.
· El Señor Jesucristo, el divino Hijo de Dios, existió desde la eternidad, como persona diferente, y sin embargo una con el Padre.
3. La humanidad de Cristo. El Señor Jesucristo fue un ser humano verdadero y completo, en todo respecto como los otros hombres, excepto que "no conoció pecado" (2 Cor. 5: 21;Luc. 24: 39; Juan 1: 14; Rom. 1: 3-4; 5: 15; Gál. 4: 4; Fil. 2: 7; 1 Tim. 2: 5; Heb. 2: 14, 17; 1 Juan 1: 1; 4: 2; 2 Juan 7; Mat. 1: 23; Juan 1: 14; Fil. 2: 6-8).
· Cristo fue un verdadero hombre, plenamente humano, participante de nuestra naturaleza. Vino como un nene desvalido revestido de la humanidad de que nosotros estamos revestidos, y como miembro de la familia humana, era mortal.
· Oraba por sus discípulos y por sí mismo, identificándose así con nuestras necesidades, nuestras debilidades y nuestras flaquezas.
4. La encarnación de Cristo. La encarnación fue una unión verdadera, completa e indisoluble de las naturalezas divina y humana en una sola persona, Jesucristo. Sin embargo, cada naturaleza fue preservada intacta y diferente de la otra (Mat. 1: 20; Luc. 1: 35; Juan 1: 14; Fil. 2: 5-8; 1 Tim. 3: 16; 1 Juan 4: 2-3; com. Mat. 1: 18; Juan 1: 14; 16: 28; Fil. 2: 6-8).
· Cristo era un verdadero hombre. Sin embargo, era Dios en la carne.
· Su divinidad fue cubierta de humanidad, la gloria invisible tomó forma humana visible.
· El tiene una naturaleza doble, al mismo tiempo humana y divina.
· Es tanto Dios como hombre.
· La naturaleza humana del Hijo de María, ¿Se cambió con la naturaleza divina del Hijo de Dios? No; las dos naturalezas se combinaron misteriosamente en una persona: El Hombre Cristo Jesús. Lo humano no ocupó el lugar de lo divino, ni lo divino de lo humano.
· La divinidad no fue degradada en humanidad; la divinidad mantuvo su lugar. "Presentaba una perfecta humanidad, combinada con deidad; preservando cada naturaleza distinta.
· La humanidad de Cristo no podía ser separada de su divinidad.
5. La subordinación de Cristo. Asumiendo voluntariamente las limitaciones de la naturaleza humana en la encarnación, el Señor Jesucristo así se subordinó al Padre durante su ministerio terrenal (Sal. 40: 8; Mat. 26: 39; Juan 3: 16; 4: 34; 5: 19, 30; 12: 49; 14: 10; 17: 4, 8; 2 Cor. 8: 9; Fil. 2: 7-8; Heb. 2: 9; Luc. 1: 35; 2: 49; Juan 3: 16; 4: 34; Fil. 2: 7-8).
· Despojándose de su vestido y corona reales, el Hijo de Dios prefirió devolver el cetro a las manos del Padre, y bajar del trono del universo.
· Voluntariamente asumió la naturaleza humana.
· Lo hizo por sí mismo y por su propio consentimiento.
· Jesús condescendió en humillarse para tomar la naturaleza humana.
· Se humilló a sí mismo, y asumió la mortalidad.
· El Hijo de Dios se había entregado a la voluntad del Padre y dependía de su poder.
· Tan completamente había anonadado Cristo al yo que no hacía planes por sí mismo.
· Aceptaba los planes de Dios para él, y día tras día el Padre se los revelaba.
· Al paso que llevaba la naturaleza humana, dependía del Omnipotente para su vida.
· En su humanidad, se aferraba de la divinidad de Dios.
6. La impecable perfección de Cristo. Aunque sujeto a la tentación y "tentado en todo según nuestra semejanza", sin embargo Jesús fue completamente "sin pecado" (Mat. 4: 1-11; Rom. 8: 3-4; 2 Cor. 5: 21; Heb. 2: 10; 4: 15; 1 Ped. 2: 21-22; 1 Juan 3: 5; Mat. 4: 1- 11; 26: 38, 41; Luc. 2: 40, 52; Heb. 2: 17; 4: 15).
· Nuestro Salvador asumió las desventajas y riesgos de la naturaleza humana, para ser probado y examinado.
· Como cualquier hijo de Adán, aceptó los efectos de la gran ley de la herencia. Podría haber pecado, pero ni por un momento hubo en él una mala propensión.
· Tomó la naturaleza del hombre, pero no su pecaminosidad.
· Venció a Satanás en la misma naturaleza sobre la cual en el Edén Satanás obtuvo la victoria.
· Jesús no reveló cualidades ni ejerció facultades que los hombres no pudieran tener por la fe en él.
· Su perfecta humanidad es lo que todos sus seguidores pueden poseer.
· En su naturaleza humana él mantuvo la pureza de su carácter divino.
· Ningún vestigio de pecado mancilló la imagen de Dios en él.
7. La muerte vicaria de Cristo. El sacrificio de Cristo proporcionó una expiación plena y completa para los pecados del mundo (Isa. 53: 4-6; Juan 3: 14-17; 1 Cor. 15: 3; Heb. 9: 14; 1 Ped. 3: 18; 4: 1; 1 Juan 2: 2; Isa. 53: 4; Mat. 16: 13).
· Fue condenado por nuestros pecados, en los que no había participado, a fin de que nosotros pudiésemos ser justificados por su justicia, en la cual no habíamos participado.
· El sufrió la muerte nuestra, a fin de que pudiésemos recibir la vida suya.
· En el huerto de Getsemaní Cristo sufrió en lugar del hombre, y la naturaleza humana del Hijo de Dios tambaleó bajo el terrible horror de la culpabilidad del pecado.
· En ese momento la naturaleza humana habría muerto bajo el horror de la sensación de pecado, si un ángel del cielo no lo hubiera fortalecido para que soportara la agonía.
· El sacrificio de Cristo en favor del hombre fue pleno y completo.
· La condición de la expiación se había cumplido. La obra para la cual él había venido a este mundo se había efectuado.
8. La resurrección de Cristo. En su divinidad, Cristo tenía poder no sólo para deponer su vida sino también para recobrarla nuevamente, cuando fue llamado de la tumba por su, Padre (Juan 10: 18; Hech. 13: 32-33; Rom. 1: 3-4; 1 Cor. 15: 3-22; Heb. 13: 20; 1 Ped. 1: 3; Mat. 28).
· Cuando la voz del poderoso ángel fue oída junto a la tumba de Cristo, diciendo: Tu Padre te llama, el Salvador salió de la tumba por la vida que había en él.
· En su divinidad, Cristo poseía el poder de quebrar las ligaduras de la muerte.
9. La ascensión de Cristo. Nuestro Salvador ascendió al cielo en su cuerpo glorificado, para ministrar allí en nuestro favor (Mar. 16: 19; Luc. 24: 39; Juan 14: 1-3; 16: 28; 20: 17; Hech. 1: 9-11; Rom. 8: 34; 1 Tim. 3: 16; Heb. 7: 25; 8: 1-2; 9: 24; 1 Juan 2: 1-2; Heb. 1: 9-11).
· Dios dio a su Hijo unigénito para que llegase a ser miembro de la familia humana, y retuviese para siempre su naturaleza humana.
· Dios adoptó la naturaleza humana en la persona de su Hijo, y la llevó al más alto cielo.
· Todos necesitan llegar a ser más inteligentes respecto de la obra de expiación que se está realizando en el santuario celestial.
10. El ensalzamiento de Cristo. Cuando volvió al cielo, Cristo retomó el puesto que había tenido con el Padre, antes de la encarnación (Mat. 28: 18; Juan 12: 23; 17: 5; Efe. 1: 19-22; Fil. 2: 8-9; Col. 1: 18; 1 Tim. 2: 5; Heb. 1: 3; 2: 9; 1 Ped. 1: 11; Fil. 2: 9).
· Cuando Cristo entró por los portales celestiales, fue entronizado en medio de la adoración de los ángeles.
· Cristo fue de veras glorificado con la misma gloria que había tenido con el Padre desde toda la eternidad. Como sacerdote y rey, había recibido toda autoridad en el cielo y en la tierra (5CBA896).
5. ¿Cuál es nuestro primer trabajo en el día?¿Cuáles son tus prioridades? ¿El negocio? ¿Tus clases de alguna ciencia?¿Los estudios de la carrera?¿Piensa un momento y decide en esta hora?
“Conságrate a Dios todas las mañanas; haz de esto tu primer trabajo. Sea tu oración: “Tómame ¡oh Señor! como enteramente tuyo. Pongo todos mis planes a tus pies. Úsame hoy en tu servicio. Mora conmigo y sea toda mi obra hecha en ti". Este es un asunto diario. Cada mañana conságrate a Dios por ese día. Somete todos tus planes a él, para ponerlos en práctica o abandonarlos según te lo indicare su providencia. Sea puesta así tu vida en las manos de Dios y será cada vez mas semejante a la de Cristo” (CC, p. 68)
II. PRESENCIANDO A DIOS
La Transfiguración y un Fracaso
· ¿Qué lecciones podemos aprender del episodio de la Transfiguración?
1. ¿Sabes algo…? ¿Qué es la Transfiguración? ¿Por qué Jesús se transfiguró?
Del griego metamorfóo, "cambiar de una forma a otra", "transformarse". Esta fue una de las ocasiones cuando la divinidad refulgió a través de la humanidad de Jesús, para encontrarse con la gloria celestial (DTG 389).
La descripción de este episodio que presentan los tres escritores de los sinópticos parecería indicar que no se trató de una experiencia subjetiva experimentada por los discípulos, o quizá sólo por Pedro.
· Fue más que un sueño o una alucinación debida al cansancio del viaje del día y a la preocupación por la predicción hecha por Jesús acerca de su muerte.
· Fue una experiencia real.
· Muchos años más tarde, Pedro afirmó que él y sus compañeros del discipulado; habían sido testigos oculares de la "majestad", la "honra" y la "gloria" de Jesús, y aseveró haber oído la voz que proclamó que Jesús era Hijo de Dios (2 Ped. 1: 16-18).
· Pedro presenta este notable episodio como una de las grandes confirmaciones de la fe cristiana (Juan 1: 14).
2. Lee Mateo 17:1-13 y contesta, ¿Qué lecciones acerca de la fe podemos aprender de la Transfiguración?
“Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías. Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd. Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran temor. Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo: Levantaos, y no temáis. Y alzando ellos los ojos, a nadie vieron sino a Jesús solo” (Mat. 17:1-8).
Una de las experiencias más sorprendentes registradas en los evangelios es lo que se llama la Transfiguración, en la que Dios manifestó su presencia de una manera notable ante los ojos de algunos de los discípulos de Cristo. El período de seis días, se refiere al tiempo transcurrido desde la confesión de la fe de Pedro en Jesús como Hijo de Dios (Mat.16: 16). Lucas 9: 28 dice que transcurrieron "como ocho días", es decir, una semana, si se emplea el cómputo inclusivo. Lucas suele hablar de un período aproximado y no afirma exactamente el tiempo transcurrido (Luc. 3: 23).
3. ¿Qué tres cosas específicas ocurrieron en la Transfiguración y de qué manera se fortaleció la fe de los discípulos?
1) La transfiguración de Cristo. “Y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.”
La descripción que de Jesús se presenta aquí se asemeja mucho a la que fue dada por Daniel (Dan. 10: 5-6) y por Juan (Apoc. 1: 13-15).
· La apariencia del rostro de Jesús se modificó (Luc. 9: 29) bajo la influencia de esa radiante luz blanca.
· Era una gloria luminosa que parecía venir desde adentro.
· Esa era la gloria que Jesús había tenido en el cielo antes de que asumiera la forma de la humanidad (Juan 17: 5), y es la gloria con la cual volverá otra vez a esta tierra (Mat. 25: 31; DTG 390).
· Se vio en el rostro de Moisés una gloria similar cuando descendió del monte de la ley (Exo. 34: 29; 2 Cor. 3: 7).
· Cuando Jesús vuelva y conceda a sus fieles el don de la inmortalidad, sin duda ellos también reflejarán esta gloria (Dan. 12: 3).
· Con referencia a otros momentos de la vida de Cristo cuando se vieron destellos de su divinidad (Luc. 2: 48).
· Según Marcos, sus vestidos se vieron tan blancos que "ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos" (Mar. 9: 3).
· Las "vestiduras blancas" de los santos (Apoc. 3: 4- 5, 18) reflejarán la gloria de las vestimentas de justicia de Cristo en la tierra renovada.
2) El descenso desde el cielo de Moisés y Elías.
“Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él”. ¿Cómo sabían estos tres discípulos que eran Moisés y Elías?
· Evidentemente los discípulos reconocieron a los visitantes celestiales por lo que decían o porque Dios se lo reveló.
· Moisés había sido el gran libertador, legislador y fundador de la nación hebrea.
· Elías fue el que salvó a esa nación en un momento de gran apostasía y crisis.
· Aquí había personas vivas que podían dar testimonio acerca de la divinidad de Jesús, así como Moisés y todos los profetas, en sus escritos, habían dado testimonio de él (Luc. 24: 44).
Es importante notar que las Escrituras registran que Elías fue trasladado al cielo sin ver la muerte (2 Rey 2: 11-12) y que Moisés fue resucitado y luego llevado al cielo (Jud. 9). El hecho de que Moisés y Elías aparecieran con Cristo en esta ocasión no debe ser considerado como una prueba de que todos los muertos justos están en el cielo.
Estos dos, el uno resucitado de entre los muertos, y el otro trasladado sin ver la muerte, aparecieron con Jesús, como una representación del glorioso reino en el cual los redimidos de todas las edades estarán con él en gloria (Mat. 25: 31; Col. 3: 4; 1 Tes. 4: 16-17).
3) La voz del Padre desde la nube.
“Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd”.
La experiencia de la transfiguración, fue inolvidable para el apóstol Pedro, pues treinta años mas tarde antes de ser sacrificado dijo: “Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo” (2 Ped. 1:16).
El hecho de que los apóstoles hubieran sido testigos oculares de la vida, el ministerio, la muerte, resurrección y ascensión de Cristo, los convencía de que sin duda era el Mesías prometido, el Hijo de Dios. Esa convicción le daba, a su vez, un poder irresistible al mensaje que proclamaban (Luc. 1:2; 1 Juan l: 1-3).
· Por otra parte los tres apóstoles fueran testigos oculares de la magnífica gloria de Cristo en la transfiguración, esto es una prueba de que eran dignos de confianza como predicadores de la segunda venida de Cristo.
· El poder divino desplegado en la transfiguración, proclamó la divinidad de Cristo a los tres apóstoles (2 Ped. l: 17; Mat. 17:5).
· El poder divino hará conocer esa misma verdad a todo el mundo en la segunda venida.
· El honor de ser públicamente reconocido por el Padre, y la gloria que brilló en la persona del Salvador durante la transfiguración que hacía recordar a la gloria que estaba sobre el arca en el santuario, demostraban plenamente que Jesús de Nazaret era digno de ser honrado y adorado por todos los seres creados (Juan 1:14).
· Pedro nunca olvidó el mensaje que dio la divina voz. El significado de esa voz determinó el concepto del apóstol en cuanto al Hijo, de quien habló el Padre.
· El Padre podía complacerse porque en su vida terrenal Jesús había cumplido a la perfección con su misión asignada (Juan 17: 4) y había presentado a los hombres un ejemplo perfecto de obediencia a la voluntad del Padre (Juan 15: 10).
· Si confiamos en nuestro Salvador, tendremos también el privilegio de hacer "las cosas que son agradables delante de él" (1 Juan 3: 22).
· A él oíd. Es probable que esta indicación se refiera especialmente a la instrucción que Cristo estaba dándoles acerca de sus inminentes padecimientos y de su muerte (Mat. 16: 21).
· A hombres tales como Ezequiel y Daniel se les concedió ver visiones (Eze. 1: 28; Dan. 10: 9). Pedro, Jacobo y Juan vieron con sus propios ojos.
4. ¿Por qué el Señor Jesús tomó solamente tres de sus discípulos para este evento?
Jesús tomó consigo a Pedro, a Jacobo (Santiago) y a Juan porque sólo ellos, entre los doce, estaban preparados para recibir lo que él tenía para impartirles (Mat. 17:1).
· A Pedro, a Jacobo y a Juan. Estos tres habían mostrado que entendían mejor que sus compañeros las verdades que Cristo procuraba impartir.
· Al menos en una ocasión previa habían sido elegidos para ser testigos del poder divino en acción (Mar. 5: 37).
· Por causa de su percepción espiritual más profunda, también habrían de ser testigos de la hora de agonía del Maestro en el Getsemaní (Mar. 14: 33).
· Con el propósito especial de prepararlos para esa hora de temor y de desaliento, Jesús los llevó con él al monte (DTG 389).
· Esta fue una de esas ocasiones especiales cuando Jesús buscó anhelosamente la comunión con su Padre celestial (Mar. 1: 35) a fin de que pudiera saber cómo realizar su misión (Mar. 3: 13).
· En este caso, el problema era el de saber cómo ayudar a los discípulos para que comprendieran la verdadera naturaleza de la misión de su Maestro y cómo prepararlos para su muerte (Mat. 16: 13). Pasó toda la noche allí en el monte (DTG 393).
Jesús y sus compañeros habían continuado subiendo hasta que se hizo demasiado oscuro para proseguir. Pareciera que Jesús oró durante largo tiempo, pidiendo fuerza para enfrentar la gran prueba que se avecinaba. También oró por sus discípulos, para que su fe en él como Hijo de Dios aumentara, y que pudieran comprender la necesidad de su muerte como parte del plan de salvación y estuvieran preparados para la hora de prueba (DTG 389). Por eso pidió en oración que ellos pudieran contemplar su gloria divina, la cual hasta este momento, salvo fugazmente, les había estado oculta (Luc. 2: 48).
5. No importa cuan grande hallamos contemplado la gloria de Dios o vivido en el pasado. Lo importante es, ¿Cómo es nuestra experiencia personal en Cristo actualmente?
¿Existió fracaso en la vida de Pedro, después de que contempló la gloria de Dios? ¿Sí? ¿No? ¿Por qué? ¿Qué se sabe de los demás discípulos?
III. EL HUMILDE DISCIPULADO
Los Niños y el Discipulado
· ¿De qué manera podremos ser como niños y poseer un espíritu de humildad?
1. ¿Sabes algo…? ¿Cómo es un niño?
En Mateo 18:1, los discípulos vinieron a Jesús, preguntándose quién era el mayor en el Reino de los cielos. ¿Por qué harían esa pregunta? Los registros paralelos muestran que los discípulos estaban discutiendo entre sí sobre quién de ellos sería el mayor en el Reino de Dios (Mar. 9:33, 34; Luc. 9:46-48). Esto no solo mostraba falta de sensibilidad, sino también la comprensión pobre que tenían los discípulos de los principios de humildad y amor, elementos claves del Reino de Jesús.
2. Lee Mat. 18:1-4 y responde, ¿Por qué Jesús nos dice que debemos llegar a ser como niños pequeños?
“En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos” (Mat. 18:1-4).
Los discípulos estaban discutiendo quién sería el mayor en el reino de los cielos porque no comprendían la verdadera naturaleza del reino de la gracia divina (Mat. 18: 1; DTG 402). Pero había una razón más importante por la cual discutían: no estaban verdaderamente convertidos (DTG 402). Si no se volvían para seguir a Cristo, si no se negaban a sí mismos como lo había hecho él (Fil. 2: 6-8), sus deseos se identificarían cada vez más con los del maligno (Juan 8: 44). Por eso Jesús procuró hacerles entender el principio de la verdadera grandeza (Mar. 9: 35). Si los discípulos no aprendían este principio, ni siquiera entrarían en el reino, y mucho menos tendrían elevados puestos en él.
Jesús prosigue mostrando la comparación entre ciertas admirables características frecuentes en la niñez y las de aquellos que son verdaderamente grandes en el reino de los cielos, donde la única grandeza es la del carácter. Si bien Jesús estaba hablando aquí también de niños literales, se refería en primera instancia a los que eran aún "niños" en el reino de los cielos, es decir, que eran cristianos inmaduros (1 Cor. 3: 1-2; Efe. 4: 15; Heb. 5: 13; 2 Ped. 3: 18; DTG 408).
3. ¿Qué rasgos de los niños podemos considerar como buenos ejemplos de discipulado?
Todos tenemos que aprender lecciones en la escuela de Cristo a fin de perfeccionar caracteres cristianos y mantener unidad con Jesús. El Señor le dijo a sus discípulos: "Si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos" (Mat. 18: 3). Les explicó el significado de esto. No quería que fueran como niños en cuanto a la comprensión, sino a la malicia.
a) Humildad
· Los niñitos no manifiestan sentimientos de superioridad.
· Son sencillos y naturales en su aspecto. Cristo quiere que sus seguidores semejante a él. A ser abnegados, humildes, semejantes a niños, dóciles, mansos y humildes de corazón, como nuestro divino Señor.
b) Dependencia
· Los niños dependen de sus padres. Esto nos enseña que los verdaderos discípulos necesitan depender del poder de Dios, de lo alto, aquella que precede del cielo. Es una experiencia con el Señor Jesús, es una experiencia de dependencia y permanencia, entonces: “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos” (Juan 17:5,8).
· El fulgor de las virtudes cristianas es una prueba del discipulado, Sin una unión vital con Cristo es imposible dar los frutos de justicia
c) Confianza
· Los niños confían en sus padres sin hacer preguntas. Los verdaderos discípulos confían en Dios, sin hacer preguntas y cuestionamientos.
d) Disciplina y obediencia
· Los niños aceptan la disciplina de sus padres. Los verdaderos discípulos obedecen la voz del Espíritu Santo y someten su yo al yugo de Cristo. Pórtate de tal modo que Dios te pueda aprobar. Debemos elevar nuestro corazón y mente a un elevado plano de educación en las cosas espirituales y celestiales.
e) El máximo ejemplo es Jesús
Cuando compartamos el verdadero espíritu de Cristo, cuando él more en nosotros y vivamos la vida del Hijo de Dios; sólo entonces seremos semejantes a él (Fil. 2:5-7).
IV. EL COSTO DEL DISCIPULADO
· ¿Qué cosas nos impiden experimentar el discipulado?
· ¿Qué significa negarse a si mismo?
1. ¿Qué significa llevar nuestra cruz por Jesús?
“Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará” (Mar. 8:34,35)
- Jesús dijo: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame" (Mat. 16: 24).
- ¿Quiere cada alma considerar el hecho de que el discipulado cristiano incluye la abnegación, el sacrificio de sí mismo, hasta el punto de entregar la propia vida, si esto fuera necesario, por amor al que dio su vida por la vida del mundo? (Mat. 5:3-12).
- Cuando es implantado el principio del amor en el corazón, cuando el hombre es renovado conforme a la imagen del que lo creó, se cumple en él la promesa del nuevo pacto: "Pondré mis leyes en su corazón, y también en su mente las escribiré" (Hebreos 10: 16).
- Y si la ley está escrita en el corazón, ¿no modelará la vida? La obediencia, es decir, el servicio y la lealtad de amor, es la verdadera prueba del discipulado.
- Siendo así, la Escritura dice: “Este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos" "El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, es mentiroso, y no hay verdad en él" (1 Juan 5: 3; 2: 4) En vez de que la fe exima al hombre de la obediencia, es la fe, y sólo ella, la que lo hace participante de la gracia de Cristo y lo capacita para obedecerlo.
V. SEÑALES DE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO
El discurso del monte de los olivos.
· ¿Cuál es el mensaje central de Mateo 24 y 25 para los discípulos de ayer, hoy y mañana?
1. Lee Mat. 24:4, 5, 9-13, 23-27, 36-44 y responde, ¿Cuáles son algunas de las principales señales de la Venida que dio Jesús a los discípulos en el sermón del monte de los Olivos?
“Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes. Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis. Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. “Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre. Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada. Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis” (Mat. 24:4, 5,9-13,23-27,36-44)
Señales en el mundo religioso
“Porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y darán señales grandes y prodigios; de tal manera que engañaran, si es posible, aun los escogidos” (Mat. 24: 24)
“Nadie os engañe en ninguna manera: porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición. El cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar como Dios” (2 Tes. 2:3,4)
¿Existen falsos Cristos y falsos profetas hoy?
“Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso” (Apoc. 16:13,14)
La boca del dragón, el primer miembro de esta triple unión religiosa se identifica generalmente con el espiritismo o con el paganismo. La bestia por sus características es el papado y el falso profeta no es otra cosa más que el protestantismo apóstata. Los "tres espíritus inmundos" evidentemente simbolizan o representan a este trío maléfico de poderes religiosos, que juntos constituyen la "gran Babilonia" de los últimos días esencialmente al espiritismo moderno tal como se practica en los países cristianos (Apoc.12:3; 13: l)
Señales sobre conflictos económicos y políticos
“Y oiréis de guerras y rumores de guerras;… pero aún no es el fin” (San Mateo 24:6). En agosto de 1945, Estados unidos lanzó la bomba atómica sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. Japón se rindió el 14 de agosto de 1945. “Y se han airado las naciones, y tu ira es venida…para que des el galardón a tus siervos los profetas, y a los santos, y a los que temen tú nombre, a los pequeñitos y a los grandes, y para que destruyas a los que destruyen la tierra” (Apoc. 11:18). La destrucción de las torres gemelas, el centro financiero mas importante en EEUU, el mayor atentado que se sabe en su historia, ocurrido el 11 septiembre de 2001, perecieron mas de 3000 personas. Mientras veíamos los programas de la clase televisada en ese día con los alumnos. De repente se dio el anuncio de en cadena nacional en todos los canales de televisión lo que había ocurrido en EEUU, el mensaje del presidente de ese país, fue lo siguiente: “Esta no será una era de terror. También afirmó el entonces presidente George W. Bush. “Será una era de libertad, aquí y en todo el Mundo”. Han pasado ya más de seis años ¿Preguntamos realmente vivimos en una era de libertad?¿Qué pasó con los bombazos de Madrid? Los bombazos cayeron nuevamente, ahora en las estaciones ferroviarias mas concurridas de Madrid, el 11 de marzo de 2004, fecha en que 200 personas murieron y 1400 resultaron heridas. ¿Qué podemos decir lo que ocurrió en la ciudad de Londres? En la ciudad Londres en julio de 2005 vivió el atentado más grande de su historia, explosiones en tres estaciones del metro. ¿Qué podemos decir de los demás casos que han ocurrido en la redondez de la tierra? La palabra de Dios dice: “…desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra…” (Luc. 21:25, 26). “…Que cuando digan, Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente…” (1 Tes. 5:2,3)
Señales en el mundo social y moral
¿Cuál es la condición social y moral en donde vivimos?
“Mas como en los días de Noé, así será la venida del hijo del hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del hijo del hombre”. (Mat. 24:37-39). Y vió Jehová que la malicia de los hombres era mucha en la tierra, y que los designios de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. (Gén. 6:5)
A continuación mencionaremos sólo algunas de las señales:
Señales en el mundo Científico
¿Conoces algunos avances de la ciencia actualmente? ¿Cuáles son?
“Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin; muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará.” (Dan. 12:4). El avance progresivo de la ciencia y la tecnología: Microscopio, Telescopio, Pararrayos, Automóvil, Barco de vapor, Batería eléctrica, Vacunas, Motor eléctrico, Dinamo, Tranvía eléctrico, Telégrafo, Cirugía, Teléfono, Micrófono, Motor de combustión interna, Transformador, Radioteléfono, Helicóptero, Aeroplano, Aire acondicionado, Radiorreceptor heterodino, Televisión, Refrigerador, Computadora, Transplantes de órganos, Satélite de comunicaciones, Circuitos integrados, Microprocesadores, Chip, Fibras ópticas, celulares, Ciber, entre otros.
Señales en los fenómenos naturales
“...y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra…” (Luc. 21:25, 26).
Terremotos, huracanes, tornados y tsunami:
¿Quién no se acuerda del Tsunami asiático? No había comenzado el año 2005, cuando una tragedia puso de luto al mundo. El 26 de diciembre de 2004, 6:58 a.m. era domingo, amanecía con el habitual desplante de belleza en el sureste asiático. Un terremoto de 9 grados Richter con epicentro a kilómetros de distancia de la Isla de Sumatra en el fondo del mar, el Tsunami cuyas olas viajaban a una velocidad era 800 km/h, que no tuvo misericordia donde pasó, en cosa de segundos se sintió en 8 países: Indonesia, Malasia, Tailandia, Bangladesh, India, Sri Lanka, Islas Maldivas, las mortales olas llegaron hasta Africa, en Somalia y Kenia. Ofialmente 280 000 personas muertas, 5000 000 sin nada que comer y 1000 000 sin viviendas.
Señales cósmicas
“Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas.” (Luc. 21:25,26).
“Y miré cuando el abrió el sexto sello , y he aquí fue hecho un gran terremoto; Y el sol se puso se puso negro como un saco de cilicio, y la luna se puso toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera hecha sus higos cuando es movida de gran viento”( Apoc. 6:12,13)
- La caída de las estrellas ocurrió la noche del 13 de de nov de 1833.
- “Día oscuro, el 19 de mayo de 1780…Así llamado a causa de una notable oscuridad que en aquel día se extendió por toda la Nueva Inglaterra…La Oscuridad empezó más o menos a las diez de la mañana y prosiguió hasta la medianoche siguiente, pero con cierta diferencia de grado y duración en diferentes puntos…La verdadera causa de este fenómeno no es conocida”. Hubo gran angustia, todos los vecinos se congregaron pasando las horas en fervientes oraciones por la angustiada multitud. Fue un día oscuro muy aterrador, la gente se llenó de temor. El 19 de mayo de 1780 el sol se oscureció durante casi todo el día en una gran sección de América del Norte. El así llamado "día oscuro" fue la primera de las señales en los cielos ordenada por Dios para indicar la inminencia del regreso de nuestro Señor.
- Las tinieblas a la noche siguiente del 19 de Mayo de 1780, fueron tan extraordinarias como las del día. Estas densas tinieblas se mantuvieron hasta más o menos la una, aunque había sido plenilunio la noche anterior. La luna tenía apariencia de sangre.
Señales cuando digan: “Paz y seguridad”
“Porque vosotros sabéis bien, que el día del Señor vendrá así como ladrón de noche. Que cuando digan, Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente, como los dolores a la mujer preñada; y no escaparán. (1 Tes. 5:2,3). Esta no será una era de terror”, afirmó el entonces presidente George W. Bush. “Será una era de libertad, aquí y en todo el Mundo”. “…Que cuando digan, Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente…” (1 Tes. 5:2,3) ¿Cuántos tratados de paz han fracasado desde la segunda guerra mundial hasta el día de hoy?
VI. ¿DISCIPULOS EN ESPERA?
· ¿Qué podemos hacer para que todos nos involucremos a experimentar el discipulado? ¿Cuál es la misión de la iglesia mientras espera el regreso de Cristo?
1. ¿Cuál es la certeza de que Cristo vendrá por segunda vez?
La Segunda Venida de Cristo es la Esperanza bienaventurada del cristiano. En la Palabra de Dios se menciona más de 300 veces. Las profecías que anticiparon el levantamiento y la caída de los grandes imperios o naciones a través de los siglos la anuncian como el acontecimiento culminante de la historia.
· El Testimonio de las Escrituras, la Palabra de Dios.
· Enoch el séptimo de Adán lo profetizó. Judas 14,15. (hace más de 6000 años).
· El patriarca Job. Job 19:25-27. (hace aproximadamente unos 3500 años)
· Poco antes de su muerte, Jesús les dijo a sus discípulos que volvería a su Padre con el fin de preparar un lugar para ellos. Pero prometió, "vendré otra vez". S. Juan 14:1-3
· Las palabras finales de la Biblia nos dan la promesa la misma promesa. "ciertamente vengo en breve" (Apoc. 22:20).
· El testimonio del apóstol Pedro. 2 Pedro 1:16 (no como fábula).
· La expresión del apóstol Pablo. Tito 2:13 .La esperanza del regreso de Cristo ha sido el gran incentivo de la fe cristiana durante más de 20 siglos. Ha reanimado el espíritu del creyente y fortalecido su valor en medio de todas las vicisitudes de la vida. Los oscuros momentos de desánimo, desilusión, o dolor propios de la condición humana son superados gloriosamente por la esperanza cristiana del segundo advenimiento.
2. ¿Cómo vendrá el Señor Jesús?
· Sin relación al pecado. Hebreos 9:28.
· En forma literal y personal como su ascensión. Lucas 24:36-53. Hechos 1:9-11
· Con sus ángeles. Mateo 16:27; 1 Tes. 4:16
· Con Gran Poder y Gloria. Mateo. 24:30; Apoc. 16:17-21; Apoc. 6:14;
“... Y verán al hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria” (Mateo 24:30)
No habrá nada secreto ni misterioso en cuanto al retorno de Jesús. A nadie habrá que decirle que ha regresado a la tierra porque todos lo verán. La descripción hecha en este pasaje no deja la posibilidad de que haya un rapto secreto, ni una venida mística, ni de que se cumplan otras falsas teorías elaboradas por personas piadosas, pero con más celo que ciencia, que creen tener el don de profecía. La gente ha de ver a Jesús "viniendo sobre las nubes del cielo" (Mat. 24: 30; 16: 27; 26: 64; Mar. 8: 38; 14: 62; Hech. 1: 11; Apoc. 1: 7). La segunda venida de Jesús será un acontecimiento inconfundible. Todos sabrán que está ocurriendo, sin que haya que decírselo.
3. ¿Cuándo vendrá el Señor Jesús?
No se sabe la fecha. Mat. 24:36; 24:3, Aunque Jesús dijo que nadie conoce, el día y la hora de su segundo advenimiento, estimula a los cristianos a comprender el significado de los tiempos para saber cuándo se acerca su venida.
· Cristo amonesta a sus discípulos a que estudiaran siempre preparados para su regreso, y los cristianos consagrados de todos los siglos han atesorado la esperanza de que el advenimiento ya estuviera próximo en sus días.
· Quienes se sientan tentados a calcular precisamente cuántos años pueden faltar hasta la venida de Cristo, harían bien en considerar el consejo que se presenta aquí como también el de Hech. 1: 7.
· Es el privilegio y el deber de los cristianos permanecer alerta, observar las señales del retorno de Jesús, y saber cuándo se acerca su venida (1Tes. 5:1-4; Mat. 24:6,7; Luc. 17:28-30; Sant. 1-5; 2 Tim. 3:1-5; Dan 12:4; Mat. 24:29)
4. ¿Para qué vendrá el Señor Jesús?
· Viene en busca de su pueblo (Juan 14:2,3. Mat. 24:31. Isaías 25:9. 1 Tes. 4:16,17)
· Los santos serán semejantes a él( 1 Juan 3:2. 1Cor 15:51-53)
· Dar recompensa a cada un conforme a sus obras (Mat.16:27. Mat 25:31, 32, 34,41; 2 Tes 2:9-12. Apoc. 6:16,17. Apoc. 18:8. Apoc. 19:20,21)
· Establecer su reino de gloria( Dan 2:32-35,44; Apoc:21:1-5)
“Porque el Hijo del hombre vendrá en gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras” (Mat. 16:27).
· El Señor pagará a uno conforme a sus obras, es decir, según lo que ha hecho en esta vida.
· Cristo enseñó la misma verdad enfáticamente en las parábolas de las ovejas y de los cabritos (Mat. 25: 31-46), del rico y Lázaro (Luc. 16: 19-31), de la cizaña (Mat. 13: 24-30), de la red (Mat. 13: 47-50), y de la fiesta de bodas como ya lo estudiamos (Mat. 22: 1-14).
· No hay nada en las enseñanzas de Cristo que pueda interpretarse como un indicio de que habrá para los seres humanos una segunda oportunidad cuando podrán escapar a la retribución de sus malas acciones cometidas en esta vida. Las Escrituras presentan siempre a esta vida como el "día de salvación" (Isa. 49: 8; 2 Cor. 6: 2), el tiempo cuando debemos ocuparnos con temor y temblor de nuestra salvación (Fil. 2: 12), la cual es por fe en Cristo y por la obra misericordiosa del poder del Espíritu Santo.
· “Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán sus escogidos de los cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el otro” (San Mateo 24:31). Estos son los que Dios ha escogido para formar su reino porque ellos le han escogido a él.
· "Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe" (Mal. 3: 17).
· Los que han dormido en Jesús se levantarán para unirse con los santos vivos y juntos se encontrarán con su Señor en los aires (1 Tes. 4:16-17; Juan 11: 24-26).
5. ¿Por qué no ha venido el señor Jesús?
“El señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2Ped. 3:9)
· Pedro aclara que la promesa de Dios en cuanto al regreso de Cristo se cumplirá con certeza.
· Cualquier aparente demora en su venida se debe a que Dios no está dispuesto a cerrar la puerta de la salvación mientras haya esperanza de que se arrepienta algún pecador.
6. ¿De que manera podemos prepararnos para la segunda venida de Cristo? (Tito 2:13; Sant. 5:7,8; Luc. 21:34-36; 2 Tim. 4:6-8)
“Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca” (Sant. 5:7,8)
· Algunos pueden estar en peligro de dar un traspié espiritual porque observan la prosperidad material de los impíos (Sal. 73: 2 - 3).
· Otros pueden desanimarse debido a la opresión incesante de los ricos (Sant. 2: 6; 5: 6). Pero la certidumbre del juicio venidero y la vindicación de los justos (Rom. 2: 6) constituyen una poderosa razón para que se renueve su ánimo.
· En vista de la vindicación final de los justos cuando vuelva Cristo, Santiago insta a sus hermanos en la fe a tener paciencia frente a las provocaciones y a no desanimarse.
· La perspectiva de la brevedad de las dificultades terrenales comparadas con el gozo perdurable de la vida eterna, ha sido siempre un motivo de ánimo para los rectos de corazón.
· El agricultor siembra la semilla, y lo único que puede hacer después es esperar con paciencia que crezca.
· El cristiano debe esperar que se presenten dificultades y pruebas así como el agricultor sabe que habrá dificultades y pruebas en su trabajo.
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo” (Apoc. 3:20).
· Cristo se ha detenido junto a la puerta y allí permanece.
· Nunca se cansa de ofrecer su bendita presencia a todos los que quieren recibirlo.
· Esta puerta está bajo el control individual y cada uno puede abrirla o cerrarla según su voluntad.
· Cristo aguarda la decisión de cada persona porque es la puerta del alma.
· Cristo llama a la puerta de las emociones por medio de su amor, su palabra y sus providencias; llama a la puerta de la mente por medio de su sabiduría; llama a la puerta de la conciencia por medio de su autoridad; llama a la puerta de las esperanzas humanas por medio de sus infalibles promesas.
REFLEXIONES Y APLICACIONES PARA LA VIDA
Mí querido(a) amigo(a), hermano(a): ¿Quién es un discípulo? ¿Qué acciones, en tu vida personal, muestran tu creencia en Jesús como el Hijo de Dios? Realmente es un discípulo o un mediocre, ¿Estarías dispuesto a reparar el daño que le has ocasionado a tu esposa(o)? ¿Eres justo con tu cónyuge? Como patrón de una empresa, ¿Cuál es el trato que les das a tus trabajadores? ¿Eres justo con lo que hacen o buscas pretextos para no pagarles su salario? ¿Como trabajador en una empresa, das el mejor servicio o eres un mediocre? ¿Cómo es nuestro testimonio ante la gente que nos rodean? ¿Nuestras lámparas están encendidas y tiene suficiente aceite? ¿Se desprende una fragancia especial alrededor nuestro? ¿Cómo son nuestros caracteres? ¿Estudiamos la Palabra de Dios? ¿Oramos lo suficiente como para recibir poder y ser dirigidos por el Espíritu Santo? ¿Realizamos el culto familiar y la recepción de sábado en nuestros hogares? ¿Damos evidencias de la presencia del Espíritu Santo con nuestra manera de hablar, de actuar, de ayudar y de compartir con lo que tenemos? ¿Vuestra experiencia cristiana da evidencias del verdadero discipulado? ¿Compartes tu experiencia cristiana a otros? ¿De qué manera lo haces?
Reflexiona conmigo el siguiente texto: “Los corazones que responden a la influencia del Espíritu Santo, son los conductos por medio de los cuales fluye la bendición de Dios. Si los que sirven a Dios fuesen quitados de la tierra, y su Espíritu se retirase de entre los hombres, este mundo quedaría en la desolación y destrucción, como fruto del dominio de Satanás. Aunque los impíos no lo saben, deben aún de las bendiciones de esta vida a la presencia, en el mundo, del pueblo de Dios, al cual desprecian y oprimen. Si los cristianos lo son de nombres solamente, son como la sal que han perdido su sabor. No tienen influencia para el bien de este mundo, y por su falsa representación de Dios son peores que los incrédulos del mundo” (DTG, p. 262)
Ore conmigo, por favor… “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, no que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”(Fip. 2:5-7)…Feliz sábado
RESUMEN: Así como el cuerpo necesita alimento y agua, el alma necesita a Cristo para poder vivir.
Elaboró: Delfino Jarquín López, Si usted gusta toda la versión haga clic en: http://www.pmministries.com/CEES/2008/ES1/Index.html; www.vivafeliz.es.tl; http://comentariosdeescuelasabatica.blogspot.com; www.adventistas.com.mx, temas de interés y enlaces inmediatos.
Bibliografía: Melbourne Bertram, El discipulado cristiano, Guía de estudio de la Biblia, Edición para maestros, Enero-Marzo de 2008__Notas de E.G. White para las Lecciones de la Escuela Sabática, Enero-Marzo de 2008__G. White Ellen: El Deseado de todas las gentes, Servicio Cristiano Eficaz__Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día: Comentario Bíblico adventista del Séptimo Día, Tomo V- Diccionario Bíblico Adventista del Séptimo día, - Creencias de los Adventistas del Séptimo Día, 1988 & 2006, _D. Thomas Jerry, Las 28 Creencias fundamentales para mí, APIA, 2007, _ Martín Carlos, Como trastornar al mundo, ACES, 2000__De la Cruz Misael, Discipulado en los pasos de Jesús, Segundo Diplomado teológico, Universidad de Linda Vista, 2007__Burrill Russell, Reavivamiento del discipulado, APIA, 2007__Ariyaratnam Indrani, Escasa Malou, Abdool Karen, Acevedo Wanda, K Julene, et al, Jesús: un don único, Guía de es estudio de la Biblia para jóvenes, El universitario, Enero-Marzo de 2008.
Hermanos y maestros de la Escuela Sabática, espero que les pueda servir de ayuda este material. El propósito es, abarcar toda la lección de la semana; considerando los objetivos principales y aplicándolos en nuestra vida cristiana...gracias por las sugerencias y comentarios que nos han enviado; que la honra y la gloria sea para Dios. Ahora el correo es: delfino_comessab@hotmail.com ¡Dios les bendiga hermanos en cada una de sus actividades!, y esperando pronto la bendita esperanza de la Segunda Venida de Cristo Nuestro Señor, se despide su hermano en Cristo: Defino Jarquín López.