Los dones espirituales y sus falsificaciones
Lección 3
Para el 17 de Enero del 2009
El 19 de junio de 1994, el diario londinense Sunday Telegraph ; les contó a sus lectores: "El vuelo de la British Airways N° 092 salió del aeropuerto de Toronto el jueves de tardecita precisamente cuando el Espíritu Santo estaba aterrizando sobre un pequeño edificio a 90 m del final de la pista".1 Lo que ha sucedido desde entonces en esta iglesia en Toronto ha sido una fuente de gozo para muchos, pero de perplejidad y aun ofensa para muchos otros.
Un reportero de la revista Toronto Life Magazine fue a una de las reuniones y describió lo que experimentó:
"El hombre que estaba sentado junto a mí, Dwayne, de California, bramaba como un león herido. La mujer junto a Dwayne comenzó a sacudirse tan fuertemente que sus manos golpearon su cara. La gente caía como dóminos, y las sillas se colapsaron mientras las personas caían sobre las alfombras. Aullaban como lobos, rebuznaban como asnos -y en el caso de un joven que estaba parado cerca de los altavoces- comenzó a cloquear como un pollo salvaje. ¡Y las lágrimas! Nunca he visto que personas lloraran en forma tan histérica, como si todas las heridas y dolores que tuvieron en sus vidas hubieran salido a la superficie y saltado como una burbuja de asfalto recalentado. Esto era un asunto pavoroso: la gente gritaba, sus cuerpos se sacudían en forma antinatural, sus rostros estaban contorsionados con diversas muecas".2
Muchos cristianos en el mundo carismático y pentecostal creen que la proclamación del evangelio debiera estar normalmente acompañada por "señales, maravillas y milagros", incluyendo el don de profecía como sucedió en los tiempos del Nuevo Testamento.
En Pentecostés, la iglesia primitiva recibió el poder prometido, también llamado la lluvia temprana, que capacitó a los creyentes a predicar el evangelio sin temor y realizar muchas señales milagrosas y maravillas (Hech. 1:8; 3:1-10; 5:1-12). Para el tiempo del fin, Dios prometió derramar su Espíritu sobre toda carne (ver Joel 2:28, 29). Esto significa que "la gran obra de evangelización no terminará con menor manifestación del poder divino que la que señaló el principio de ella. Las profecías que se cumplieron en tiempos de la efusión de la lluvia temprana, al principio del ministerio evangélico, deben volverse a cumplir en tiempo de la lluvia tardía, al fin de dicho ministerio" (CS 669,670).
Refiriéndose a ese tiempo, Elena de White escribió que "siervos de Dios con semblantes iluminados y resplandecientes de santa consagración, se apresurarán de lugar en lugar para proclamar el mensaje celestial. Miles de voces predicarán el mensaje por toda la tierra. Se realizarán milagros, los enfermos sanarán y signos y prodigios seguirán a los creyentes" (CS 670).
Pero los cristianos deben estar alerta. En Mateo 24:24 Jesús advirtió acerca de falsos cristos y falsos profetas. Pablo escribió a los tesalonicenses: "[El] inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos" (2 Tes.2:9). Y Elena de White escribió:
"Antes que los juicios de Dios caigan finalmente sobre la tierra, habrá entre el pueblo del Señor un avivamiento de la piedad primitiva, cual no se ha visto nunca desde los tiempos apostólicos [...] El enemigo de las almas desea impedir esta obra, y antes que llegue el tiempo para que se produzca tal movimiento, tratará de evitarlo introduciendo una falsa imitación. Hará aparecer como que la bendición especial de Dios es derramada sobre las iglesias que pueda colocar bajo su poder seductor; allí se manifestará lo que se considerará como un gran interés por lo religioso. Multitudes se alegrarán de que Dios esté obrando maravillosamente en su favor, cuando, en realidad, la obra provendrá de otro espíritu. Bajo un disfraz religioso, Satanás tratará de extender su influencia sobre el mundo cristiano" (CS 517).
Muchos cristianos actuales están esperando una experiencia -una manifestación de la presencia de Dios en sus vidas- y si esa experiencia la presentan predicadores bien conocidos y está adornada en la forma correcta, la mayor parte de la gente estará feliz de aceptarla. ¿Podrá ser que lo que vemos que ocurre en el mundo cristiano de hoy es la falsificación predicha? Tres fenómenos modernos como señales y maravillas son: hablar en lenguas, los sanamientos y las profecías.
Hablar en lenguas
En Pentecostés, el Espíritu Santo capacitó a los discípulos a hablar muchos idiomas diferentes (ver Hech. 2:1-6). Desde ese tiempo, dice Elena de White, el habla de los discípulos fue pura, sencilla y correcta, ya hablaran en su idioma nativo o en idioma extranjero" (HAp 33).
Los lingüistas han estudiado casos modernos en los cuales la gente pretendía que hablaban en otras lenguas en forma sobrenatural —un fenómeno llamado glosolalia— para descubrir si estaban hablando en un idioma real o no. Los resultados han sido más bien desiguales. Los que hablan en lenguas no hablan un lenguaje con un vocabulario real, sino hablan palabras sin sentido.
Después de investigar la glosolalia, el Prof. William Welmes, profesor de lenguas africanas en la Universidad de California, sede en Los Ángeles, escribió: "Debo informar sin reservas que la muestra que escuché no suena como un lenguaje estructurado. No puede haber más de dos sonidos vocálicos contrastantes, y un conjunto singularmente restringido de sonidos consonantes; estos se combinan en muy pocas sílabas que reaparecen muchas veces en orden diferente. Las consonantes y las vocales no suenan como en el inglés [el idioma nativo de quien hablaba], pero los esquemas de entonación son tan completamente similares al inglés norteamericano que el efecto total es un poco ridículo".3
En forma semejante, William J. Samarin, profesor de lingüística de la Universidad de Toronto, estudió la glosolalia en forma extensa durante cinco años. Evaluó la glosolalia como "algo sin sentido, pero una expresión humana fonéticamente estructurada; que el orador creía que era una lengua real pero no tenía semejanza sistemática con ningún lenguaje natural, viviente o muerto".4
El don de lenguas es considerado hoy como una capacidad totalmente mística que de algún modo actúa en el espíritu de una persona pero pasa por alto su mente. Por muchos años Charles y Francis Hunter realizaron seminarios, a los cuales asistieron hasta cincuenta mil personas de una vez, en las que enseñaban a la gente cómo recibir el don de lenguas. Charles Hunter le decía a la gente:
"Cuando usted ora con su espíritu, no piense en los sonidos del lenguaje. Solo confíe en Dios, pero haga los sonidos que yo les digo que hagan.
"En un momento, cuando les diga, comiencen a amar y alabar a Dios hablando muchos sonidos silábicos diferentes. Al principio hagan sonidos rápidamente de modo que no traten de pensar como lo hacen cuando hablan el idioma natural de ustedes. [...] Hagan los sonidos en voz alta al principio, de modo que puedan escuchar fácilmente lo que están diciendo".5
Hunter continuamente recordaba a su audiencia que no se esperaba que ellos estuvieran pensando. "La razón de que algunos de ustedes no hablan en forma fluida", dijo él, "es porque tratan de pensar en los sonidos. Así que cuando pronuncien esta oración comiencen a hablar en su lenguaje celestial, y no traten de pensar. [...] [Ustedes] no tienen que pensar a fin de orar en el Espíritu".6
Este deseo de apagar la mente y desconectarla de todo lo que es racional es una de las características principales de las religiones de misterio paganas. No obstante, como un 20 por ciento de todos los cristianos hoy pertenecen a algún grupo que habla en lenguas en una iglesia pentecostal o carismática, y si uno cuenta sólo a los cristianos comprometidos, el porcentaje es aún mayor.
Elena de White llama a esas lenguas modernas "una jerigonza incomprensible" (JT 1:161). En 1864 ella escribió: "Algunos de ellos han ejercitado lo que llaman dones, y dicen que el Señor los ha puesto en la iglesia. Tienen una jerigonza incomprensible y sin sentido que ellos llaman la lengua desconocida no sólo para los hombres, sino para Dios y todo el cielo. Tales dones son fabricados por hombres y mujeres, ayudados por el gran engañador. El fanatismo, la excitación falsa, el falso hablar en lenguas, y actividades ruidosas han sido consideradas dones que Dios ha puesto en la iglesia. Algunos han sido engañados aquí. Los frutos de todo esto no han sido buenos" (SG 4b:153). En ninguna parte enseña la Biblia que el don de lenguas es otra cosa que lenguas humanas.
Sanidad
Durante los tres años y medio de su ministerio, Jesús sanó a muchos enfermos (Mat. 15:30). Después de su ascensión, les prometió a sus discípulos que los que creyeran "sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán" (Mar. 16:18). Hoy, miles de personas van a los cultos de sanidad por todo el mundo, y cada semana, decenas de miles de personas en todo el mundo miran por televisión a los predicadores que realizan cultos de sanidad. Generalmente, los que buscan sanidad pueden verse parados en fila, esperando que el evangelista los toque. Cuando lo hace, caen hacia atrás como palos en el juego de bolos, y hay personas que están detrás de ellos y los ubican en el piso como postes de un cerco. Con su "fórmula de fe" para la salud, riqueza y prosperidad, el Movimiento de Fe ha ganado a muchas iglesias cristianas.
Kenneth Copeland y Benny Hinn, predicadores de televisión bien conocidos en varios continentes, son representantes destacados del Movimiento de Fe, que enseña que la mente humana y la lengua contienen poder sobrenatural. En Salmos 33:9 dice: "Porque él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió". Basados en este principio, el Movimiento de Fe enseña que cuando una persona habla expresando su fe en las leyes divinas, sus pensamientos positivos y sus expresiones verbales positivas generarán una "fuerza divina" que sanará, producirá riquezas y proveerá éxito.
La mayoría de estas así llamadas sanidades no pueden ser verificadas. Hace algunos años, W. A. Nolan, un médico, probó las pretensiones de sanadores de fe y luego escribió un libro llamado Healing: A Doctor in Search ofa Mímele [Curación: un médico en busca de un milagro]. Nolan escribió:
"Busquen en la literatura, como yo lo he hecho, y no encontrarán curaciones documentadas por los sanadores de cálculos biliares, enfermedades cardíacas, cáncer o cualquier otra enfermedad orgánica seria. Ciertamente, encontrarán pacientes temporariamente aliviados de sus estómagos trastornados, sus dolores de pecho, sus problemas de respiración, y encontrarán sanadores y creyentes, que interpretarán estas interrupciones de los síntomas como evidencias de que la enfermedad se ha curado. Pero cuando se sigue al paciente y se encuentra lo que sucedió más tarde, siempre encontrará que la "curación" fue solo sintomática y pasajera. La enfermedad sigue existiendo".7
Aunque esto pueda ser cierto en algunos casos, no se puede negar que algunas curaciones genuinas pueden ocurrir. La pregunta es: ¿Cuál es el poder que produce la curación? Elena de White predijo: "Pronto ocurrirán escenas maravillosas con las cuales Satanás estará estrechamente relacionado. La Palabra de Dios declara que Satanás obrará milagros. Hará enfermar a la gente y después quitará repentinamente de ella su poder satánico. Eso hará que se considere sanados a los enfermos. Estas obras de curación aparente pondrán a prueba a los adventistas" (MS 2:61).
Esta declaración no significa que cada curación debe proceder de Satanás, pero los cristianos deben saber que podrá haber milagros falsificados. No obstante, cada día pueden ocurrir milagros genuinos en respuesta a oraciones sinceras.
Profecía
Los adventistas del séptimo día creen en el don de profecía en el tiempo del fin, pero también creemos que todo debe ser probado por la Palabra de Dios. En años recientes, ha aparecido una cantidad de profetas modernos en ciertas iglesias carismáticas. En cierta ocasión, una iglesia carismática en Kansas City, EE.UU. conocida como Metro Vineyard Fellowship, tenía tres profetas modernos que eran conocidos como "los profetas de Kansas City". Las profecías y mensajes de estos profetas modernos eran frecuentemente falsos y a menudo, necios. Por ejemplo,}. P. Jackson, uno de estos profetas, "dijo en un mensaje que Dios hizo estallar la nave espacial Challenger para enseñarles una lección a los norteamericanos, siendo que había una maestra a bordo".8 Y Bob Jones, otro profeta de Kansas City, predijo "que 1.000 líderes religiosos morirían en 1989 por haber abusado de los dones espirituales".9 También habló de una nueva raza de seres humanos, "la simiente elegida", creada por Dios en 1973 para formar una super iglesia que sería 'diez mil veces mayor que la iglesia en el libro de los Hechos'".10
Estos profetas no creen que ellos tienen la misma autoridad que los profetas bíblicos. Admiten que han profetizado falsamente. No obstante, miles de personas consideran que las profecías entregadas por estos hombres son mensajes de Dios. El pastor de la iglesia anima activamente a los miembros a abrazar las profecías modernas como medios divinos de revelar nuevas verdades a la iglesia.
Los teólogos evangélicos han diseñado toda una teología para justificar la existencia de profetas modernos como estos. Wayne Grudem, que enseña en la Escuela Evangélica de Divinidad Trinity, cree que las Escrituras fueron verbalmente inspiradas. Con respecto a los profetas modernos, él dice: "Las profecías de hoy son meramente palabras humanas que informan lo que Dios les ha hecho recordar, mientras las profecías que fueron escritas en el Antiguo Testamento eran hombres que hablaban las palabras de Dios para informar lo que Dios había puesto en sus mentes".11 Por lo tanto, él cree que los profetas modernos pueden cometer errores. Bob Jones dijo una vez: "Si acierto dos tercios de ellas [en otras palabras, si dos tercios de sus profecías se cumplen], lo estoy haciendo bastante bien".12
Por supuesto, esta distinción entre la inspiración de pensamiento y la inspiración verbal satisface solo a quienes, a diferencia de los adventistas del séptimo día, creen en la inspiración verbal.
El pentecostalismo y la Iglesia Adventista del Séptimo Día
¿Qué relevancia tiene el movimiento carismático con sus señales y maravillas para la Iglesia Adventista del Séptimo Día? ¿Nos afecta esto de alguna manera? Desafortunadamente, no somos inmunes a lo que sucede en otras iglesias.
En años recientes, una cantidad de congregaciones en los Estados Unidos han abandonado la denominación Adventista del Séptimo Día y han llegado a ser iglesias independientes. En todos los casos, los estilos nuevos de adoración y otras influencias carismáticas han sido parcialmente responsables de su separación. Un pastor adventista, por ejemplo, designó a un pastor pentecostal para dirigir la música de los cultos de adoración. Cuando la asociación local le pidió que no usara un director de música pentecostal y que cambiara la dirección a la que él estaba llevando a la iglesia, él rehusó hacerlo. Por causa de su insubordinación, tuvo que dejar su empleo, pero unas cien personas se fueron con él y formaron una Iglesia Adventista del Séptimo Día Congregacional.
Eoin Giller, un pastor adventista del séptimo día y profesor de Biblia de Australia, fue despedido del ministerio en los Estados Unidos porque estaba realizando cultos de sanidad y hablaba en lenguas. Él pretende tener el don de sanidad, el don de lenguas, y el don de profecía: no, aun más, pretende que se le ha entregado el oficio profético.
En enero de 1996, Giller y su esposa fueron a Toronto para el segundo aniversario de la Bendición de Toronto. De esta experiencia él relató:
"Mientras viajábamos, el Señor me dijo que él revelaría públicamente mi llamado a profetizar. [...] Después del poderoso sermón del Dr. R. T. Kendall, el Dr. Paul Cain subió a la plataforma y comenzó a hablar palabras de profecías públicas. El Dr. Caín es un profeta reconocido desde hace mucho tiempo, profundamente respetado por millones en el Cuerpo de Cristo. Mi esposa y yo estábamos sentados en la parte posterior del auditorio en el que había 2.500 personas. Ninguno de los dos nos habíamos registrado en la conferencia, y el Dr. Caín no nos conocía. Ante la gran audiencia, el Dr. Cain me pidió que me pusiera en pie, relató nuestro trasfondo en Arizona, me dijo mi edad cuando fui ungido por primera vez por el Espíritu Santo (antes de mi bautismo de fuego en el Espíritu), y nombró a mi esposa. Él afirmó: 'Nadie te desanime o te refrene porque eso que tienes es un verdadero don profético. Serás conocido como un profeta de Dios".13
En una reunión de más de mil ministros y miembros evangélicos y pentecostales/carismáticos en Rochester, Nueva York, Giller vio a un ministro pentecostal que lavaba los pies de un joven pastor bautista.
"Mientras los dos hombres se lavaban los pies, el Espíritu de Dios cayó sobre mí en la galería alta en la parte posterior de la iglesia. Me dijo: 'Este es un casamiento, no un lavamiento de los pies. Cada casamiento es hecho por una tercera persona. Tú eres esa tercera persona. Así como envié al pastor Sheets a Inglaterra, así te he traído a Norteamérica para ayudar a realizar este matrimonio. Desde comienzos de este siglo, el adversario se ha concentrado en mantener el Espíritu y la Verdad separados. Esos días han pasado. Estoy reuniendo el Espíritu y la Verdad en mi iglesia. Los evangélicos con el Evangelio se han de unir con los Carismáticos en el Espíritu. Busco adoradores que me adoren en Espíritu y en verdad. Baja y anuncia este matrimonio a esta iglesia, esta ciudad, y esta nación".
Giller entregó el mensaje, y luego, dice: "Mientras bajaba de la plataforma, el Señor dijo: 'Sal de la iglesia. Caminé derecho fuera del edificio hacia la noche. Mientras estaba solo afuera, Dios pasó cuarenta minutos dándome detalles específicos acerca del rol que él quería que la Iglesia Adventista del Séptimo Día y su liderazgo tuviera en ese matrimonio inminente. En ese instante yo le dije a Dios: 'Señor, eso no va a funcionar. Nunca lo harán, son demasiado orgullosos'. Entonces Dios me dijo claramente: 'Ocúpate de tus cosas, y yo me ocuparé de las mías. Haz lo que te digo". En su misericordia, Dios me ha mostrado lo que sucederá si los líderes de la iglesia le fallan en esta hora importante. El matrimonio se hará".14
Evaluación
Al evaluar lo que está sucediendo en muchas iglesias carismáticas así como en algunas iglesias adventistas del séptimo día, necesitamos recordar que mientras la Biblia afirma claramente que en los últimos días Dios derramará su Espíritu sobre todas las personas (ver Hech. 2:17), también declara en forma enfática: "Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo" (1 Juan 4:1).
Jesús advirtió contra los falsos profetas: "Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis" (Mat. 7:15.16).
Los milagros no son necesariamente una prueba del poder de Dios: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad" (Mat. 7:21-23).
Las señales y maravillas pueden ser sobrenaturales, pero esto no significa que deben ser de Dios. "Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos" (Mat. 24:24).
Elena de White nos advirtió que en los últimos días Satanás hará milagros: "Quien haga de la operación de milagros la prueba de su fe, encontrará que Satanás puede, mediante una variedad de engaños, realizar maravillas que pasarán por milagros genuinos" (MSV 154).
El hecho de que este movimiento carismático de señales y prodigios está eliminando los límites denominacionales y con ello promoviendo y acelerando la idea ecuménica entre las iglesias cristianas no debería sorprendernos. Más de cien años atrás Elena de White escribió: "Cuando las iglesias principales de los Estados Unidos, uniéndose en puntos comunes de doctrina, influyan sobre el estado para que imponga los decretos y las instituciones de ellas, entonces la América protestante habrá formado una imagen de la jerarquía romana" (CS 498). Antes de que puedan influir sobre el estado, deben unirse. Esto es lo vemos que ocurre con el movimiento ecuménico actual.
Referencias:
1 Citado en James A. Beverley, Holy Laughter and the Taranto B/essing (Grand Rapids, Mich.: Zonder-van, 1995), 11.
2 Robert High, Toronto Life Magazine, febrero de 1995,31; citado en Beverley, 12.
3 William Welmes, "Letter to the Editor", Christianity Today, 8 (Nov. 8,1963): 19,20.
4 William J. Samarin, Tongues ofMen andAngeh (Nueva York: Macmillan, 1972), 2.
5 Charles Hunter, "Receiving the Baptism with the Holy Spirit", Charisma (Julio de 1989), 54; citado en John F. MacArthur, Charismatk Chaos (Grand Rapids, Mich.: Zondervan, 1992), 221.
6MacArthur,221.
7 W. A. Nolan, Healing: A Doctor in Search ofa Mímele (Nueva York: Random House, 1974), 259, 260.
8 Beverley, 124.
9 Eric E. Wright, Strange Fire (Durham, England: Evangelical Press, 1996), 291. ">Jtó¿,161.
11 Wayne Grudem, en G. S. Greig y K. N. Springer, eds . The Kingdom and the Power (Ventura, Calif.: Regal Books, 1993), 79.
12 MacArthur, 67.
13 Eoin Giller, correo electrónico recibido el 14/4/1998.
14. Ibid.