Lección 11: Para el 15 de septiembre de 2012
PROMESAS A LOS PERSEGUIDOS
(2 TESALONICENSES 1:1-12)
Sábado 8 de septiembre
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: 2 Tesalonicenses 1:1-12; Juan 1:18; Romanos 2:5; 12:19; Apocalipsis 16:4-7; 20:1-6; Juan 14:1-3.
PARA MEMORIZAR:
“Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder” (2 Tesalonicenses 1:11).
PENSAMIENTO CLAVE: La segunda venida de Jesús es la culminación de toda esperanza cristiana.
COMO LA COMUNICACIÓN era muy lenta, una iglesia que quería hablar con Pablo tenía que averiguar dónde estaba y hacerle llegar un mensaje, lo que no siempre era un proceso fácil. Una vez que se hacía el contacto, el apóstol dictaba una respuesta y la enviaba por un mensajero a la iglesia. El proceso podía demorar meses. Entretanto, las falsas creencias se desarrollaban y extendían.
Parece que esto ocurrió en Tesalónica, donde surgieron nuevos problemas en la iglesia. Puede ser que estas dificultades hubieran empeorado por la mala aplicación de lo que Pablo había escrito en la primera carta. Segunda de Tesalonicenses fue el intento de Pablo de corregir esta situación.
En la lección de esta semana, Pablo les dice: en la segunda venida, los creyentes serán rescatados por la intervención espectacular de Dios en Cristo. Este pasaje proporciona información adicional acerca de la naturaleza de su retorno.
Lección 11 // Domingo 9 de septiembre
NUEVOS SALUDOS (2 Tesalonicenses 1:1, 2)
“Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios nuestro Padre y en el Señor Jesucristo: gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo” (2 Tesalonicenses 1:1, 2). ¿Qué esperanza y promesa aparecen en un saludo tan sencillo como este? ¿Cuánta teología hay aquí, cuánta esperanza, cuánta promesa? ¿Cómo podemos aprender a hacer que esta esperanza y estas promesas sean nuestras?
Pablo, como lo hace muy a menudo, habla acerca de la gracia y la paz. En un sentido, ¿no están relacionadas? ¿No debería conducirnos a la paz en nuestras vidas, el reconocer la gracia de Dios y la promesa del perdón en Jesús? ¿Cuán vital es que, no importa cuáles sean las circunstancias, todos tomemos tiempo para meditar en la maravillosa provisión de la salvación hecha para nosotros y la gracia que ella nos ofrece, sin importar nuestra indignidad? ¿Cuál es la mejor manera de experimentar la paz que se nos promete? Necesitamos concentrarnos no en nosotros, sino en Jesús y lo que en él se nos ha dado.
Compara 1 Tesalonicenses 1:1 con 2 Tesalonicenses 1:1 y 2. Hay poca diferencia en las palabras. ¿Qué importancia puede tener esa diferencia?
Hay una diferencia entre el comienzo de 1 y 2 Tesalonicenses. Pablo cambia de “en Dios el Padre” (1 Tesalonicenses 1:1) a “Dios nuestro Padre” (2 Tesalonicenses 1:1). Esto añade un toque de relación. Hay personas que se sienten cercanas a Jesús, pero tienen temor de Dios el Padre. El apóstol asegura a los tesalonicenses que pueden tener tanta confianza en su relación con el Padre como la que tienen con Jesús. Jesús vino a esta Tierra para mostrarnos cómo es el Padre.
Lee Juan 1:18 y 14:7 al 11. ¿Qué seguridad y esperanza podemos obtener de estos textos, especialmente a la luz de 2 Tesalonicenses 1:1 y 2?
Lección 11 // Lunes 10 de septiembre
AGRADECIMIENTO DE PABLO (2 Tesalonicenses 1:3, 4)
Pablo tenía una tendencia a escribir cláusulas muy largas. Segunda de Tesalonicenses 1:3 al 10 es una sola oración, que se centra en eventos los que rodearán la segunda venida de Jesús. El núcleo central de la oración, sin embargo, no se concentra en la segunda venida: “Estamos obligados en todo tiempo a dar gracias a Dios con respecto a vosotros” (2 Tesalonicenses 1:3, traducción del autor). Los comentarios de Pablo con respecto al retorno de Jesús (2 Tesalonicenses 1:6-10) son parte de la razón por la que él agradece a Dios por los tesalonicenses mismos.
Lee 2 Tesalonicenses 1:3 y 4. ¿Qué principio espiritual importante encontramos aquí con respecto al tema de la fe? ¿Qué le sucede a la fe si no crece?
“Debemos dar” o “Tenemos que dar” gracias a Dios es el verbo principal de 2 Tesalonicenses 1:3 al 10. Pablo da gracias a Dios por los tesalonicenses, porque su fe se vuelve más y más fuerte. Entretanto, el amor de unos por los otros también crece. Ambos versículos están en tiempo presente en el original. Esto significa que su crecimiento en la fe y el amor era consistente y continuo. Esta clase de crecimiento es básica. Al igual que una planta, si una iglesia no crece espiritualmente, morirá.
Pablo sigue con críticas importantes a la iglesia en los capítulos 2 y 3 de esta carta. Pero él sabe que la gente necesita mucho apoyo antes de poder manejar constructivamente las críticas. Por eso, les provee esa clase de apoyo y afirmación en el primer capítulo.
Una de las razones para las afirmaciones que hace el apóstol es que la iglesia en Tesalónica continuaba sufriendo persecuciones. Particularmente, felicita su “paciencia” en la aflicción. En lugar de fe, esperanza y amor, Pablo habla acerca de su fe, su amor y su paciencia. Por cuanto aquí “paciencia” sustituye a “esperanza”, Pablo habla de la segunda venida más tarde en el capítulo. El resultado del aumento en fe y amor de los tesalonicenses es que su fortaleza frente a la aflicción ha llegado a ser la fuente de jactancia para el apóstol entre todas las iglesias que él visita. Ellos llegaron a ser un modelo de compromiso cristiano bajo fuego.
¿Cómo pueden las pruebas y las aflicciones aumentar nuestra fe? Al mismo tiempo, ¿quién no ha luchado para mantener la fe precisamente por causa de las pruebas?
Lección 11 // Martes 11 de septiembre
EL SUFRIMIENTO COMO SEÑAL DEL FIN (2 Tes. 1:5, 6)
En el original en griego, 2 Tesalonicenses 1:5 al 10 suena como si fuera un texto del Antiguo Testamento (la Biblia de los cristianos de entonces era la Septuaginta, una traducción griega precristiana del Antiguo Testamento). En 2 Tesalonicenses hay más referencias al Antiguo Testamento que en 1 Tesalonicenses.
Lee 2 Tesalonicenses 1:5 y 6. ¿Qué está indicando Pablo? ¿Qué promesas se encuentran allí?
La palabra “demostración”, o “es señal” (BJ), significa “prueba” o “clara indicación” de algo. ¿Qué muestra la persecución de los cristianos (versículo 4)? No es evidencia del juicio de Dios contra su pueblo, sino una señal del Juicio futuro, cuando su pueblo será vindicado y los perseguidores experimentarán lo que hicieron a otros.
Aquí hay un mensaje para nosotros. La violencia genera violencia, y los que usan la violencia tienen razón de temer por su futuro. El Juicio de Dios pone las cosas en orden. Los perseguidores un día enfrentarán la justicia de Dios. Pero, los que hoy experimentan injusticia por su fe pueden confiar en el Juicio futuro de Dios. Ese día, será claro que ellos eran el objeto del favor de Dios.
El Nuevo Testamento anima a los creyentes a mostrar gracia, misericordia y perdón. Pero, cuando estos actos son rechazados y pagados con maldiciones y golpes, anima saber que la injusticia no durará para siempre. Por eso, se invita a los santos a tener paciencia (ver también Apocalipsis 14:12).
En 2 Tesalonicenses 1:5 y 6, Pablo recuerda a los perseguidos que el “justo juicio de Dios”, en el futuro, demostrará su aprobación; y su paciencia y su fe en las pruebas confirman que Dios los escogió. De esta forma, el sufrimiento es la base del gozo (1 Tesalonicenses 1:6, 7). Es una evidencia del lado en el que estarán cuando venga Jesús.
El versículo 5 muestra el justo Juicio de Dios aprobando a los tesalonicenses. El versículo 6 muestra la condenación de sus perseguidores. En ambos casos, el Juicio es el resultado de la conducta presente.
¿Has sido una víctima injusta, y los que te atacaron no recibieron castigo por sus actos? si es así, ¿qué consuelo te dan las promesas del Juicio de Dios? ¿Has tratado injustamente a algunas personas y no te pasó nada? si es así, ¿cómo consideras las promesas del Juicio de Dios al final del tiempo?
Lección 11 // Miércoles 12 de septiembre
FUEGO Y DESTRUCCIÓN (2 Tesalonicenses 1:7-9)
Lee 2 Tesalonicenses 1:7 al 9. ¿Cuál es la razón principal de la destrucción de los impíos en ocasión de la segunda venida de Jesús? ¿Cómo entendemos estos versículos pensando en un Dios lleno de amor, gracia y perdón?
Muchas personas se sienten incómodas con estos versículos. Sienten que “dar retribución”, venganza, castigo, y el infligir sufrimientos es indigno de un Dios de amor, gracia y misericordia. Pero, el castigo justo y la retribución es un tema frecuente de Pablo (Romanos 2:5; 12:19). Él es inequívoco: la justicia de Dios un día se manifestará con poder.
Cualquier buen Gobierno en el mundo actual, en algún momento, debe ejercer la fuerza para frenar el mal. Aunque la fuerza no siempre es violenta (como cuando te detienen por violar las reglas de tránsito), en algunos casos, como cuando los criminales usan violencia, deben recibir violencia como respuesta. Los buenos gobiernos proveen ciertas restricciones necesarias, a fin de que todos puedan convivir en paz. Muchas veces el mal abierto no desaparecerá voluntariamente. y, cuanto mayor sea el poder y la brutalidad del mal, tanto mayor será necesaria la fuerza para deshacer ese mal.
Las imágenes de este pasaje no son hermosas, pero nos aseguran que Dios hará lo necesario para terminar con la violencia y la opresión.
Lee Apocalipsis 16:4 al 7, y Daniel 7:21 y 22. ¿Qué enseñan estos versículos, que es semejante a lo que Pablo escribió en 2 Tesalonicenses?
Por su propia experiencia, Jesús comprende el costo del sufrimiento. Podemos confiar en que ejercerá justicia divina, sin exagerar, y que resultará en sufrimiento, pero solo lo necesario. Si podemos confiar en Dios, podremos confiar en que su justicia revelará una equidad que ahora no podemos comprender.
La meta de este pasaje no es gozarse en la venganza, sino animar a los que sufren abusos y opresión. El día de la justicia viene. No necesitamos hacer justicia por mano propia.
Lección 11 // Jueves 13 de septiembre
GLORIFICAR A CRISTO (2 Tesalonicenses 1:10-12)
Lee 2 Tesalonicenses 1:10 al 12. ¿Qué significa que Jesucristo será glorificado en sus santos?
Estos textos (2 Tesalonicenses 1:3-10) proveen muchos detalles acerca de la segunda venida de Jesús. Cuando él regrese, afligirá a los que afligían a sus hijos, y a estos últimos les dará descanso (ver 2 Tesalonicenses 1:6, 7). Vendrá del cielo en compañía de sus ángeles (versículo 7), con fuego ardiente, y ejecutará justicia sobre los que re-chazaron a Dios y el evangelio (versículo . Los impíos serán destruidos (versículos 8, 9), mientras que los justos traerán gloria a Cristo (versículo 10).
La segunda venida prepara el escenario para el milenio: la Tierra yace desolada por mil años (Apocalipsis 20:1-6). Aunque este pasaje no dice qué ocurrirá con los justos, 1 Tesalonicenses 4:16 y 17 dice que los salvados se unirán con Jesús en el aire. Juan 14:1 al 3 indica que Jesús llevará a los justos al cielo.
¿De qué manera enseña Pablo a los santos a prepararse para la segunda venida? 2 Tesalonicenses 1:11.
En el versículo 10, Pablo termina de hablar de los impíos, y se vuelve a los justos en la segunda venida. En los versículos 10 al 12, la gloria de Jesús se exhibe en el carácter de aquellos que creen en él. Pablo se alegra, porque sus oraciones y sus esfuerzos por los tesalonicenses serán vindicados al regreso de Jesús (ver 1 Tesalonicenses 2:19, 20). El apóstol prepara aquí el cuadro para el capítulo 2, ya que el Día del Señor no había llegado todavía. Si así hubiera sido, habría fuego ardiente, destrucción de los malvados y la glorificación de Jesús a la vista de todos.
Pablo usa los nombres de Dios y de Jesús en forma intercambiable. Según la inspiración, Jesús es Dios. Esto es muy importante. Cuanto más grande sea Jesús, más poderosa es su salvación, y más claro el retrato de Dios que recibimos al contemplar su vida, muerte, resurrección y retorno. Como Jesús es verdaderamente Dios, entonces el Padre es justo como él.
¿Cómo vivimos cada día la expectativa de la segunda venida? ¿Por qué es fácil olvidar su venida? ¿Cómo podemos recordar esta promesa y realizar nuestras tareas diarias, dándole la atención que esta promesa merece?
Lección 11 // Viernes 14 de septiembre
PARA ESTUDIAR Y MEDITAR: “La Biblia está escrita por hombres inspirados, pero no es la forma del pensamiento y de la expresión de Dios. Es la forma de la humanidad. Dios no está representado como escritor. Con frecuencia, los hombres dicen que cierta expresión no parece de Dios. Pero Dios no se ha puesto a sí mismo a prueba en la Biblia por medio de palabras, de lógica, de retórica. Los escritores de la Biblia eran los escribientes de Dios, no su pluma. [...]
“No son las palabras de la Biblia las inspiradas, sino los hombres son los que fueron inspirados. La inspiración no obra en las palabras del hombre ni en sus expresiones, sino en el hombre mismo, que está imbuido con pensamientos bajo la influencia del Espíritu Santo. Pero las palabras reciben la impresión de la mente individual. La mente divina es difundida. La mente y la voluntad divinas se combinan con la mente y la voluntad humanas. De ese modo, las declaraciones del hombre son la Palabra de Dios” (Mensajes selectos, tomo 1, p. 24).
“La instrucción que el apóstol envió a los tesalonicenses en su primera carta en cuanto a la segunda venida de Cristo estaba perfectamente de acuerdo con su enseñanza anterior. Sin embargo, sus palabras fueron mal interpretadas. [...]
“En su segunda carta, Pablo procuró corregir su error con respecto a la doctrina que les había dado, y trató de presentarles su verdadera enseñanza” (Hechos de los apóstoles, p. 218).
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. ¿Se revela la verdad de las Escrituras por un estudio intensivo, palabra por palabra, o por temas más amplios en una lectura más larga, o por ambas formas? Analiza las respuestas en la clase.
2. Lee la cita copiada arriba sobre el modo en que actúa la inspiración. ¿Cómo te ayuda a comprender el “elemento humano” que aparece a veces en la Biblia?
3. ¿Te asusta el pensar en la segunda venida de Cristo o te da esperanza? ¿Qué dice tu respuesta acerca de tu relación con Dios o de tu comprensión del evangelio?
4. No importa cuánta verdad haya en la idea de que las pruebas fortalecen nuestra fe y nuestro carácter, ¿qué dices a las personas cuyas pruebas no solo las hacen sentir amargadas y resentidas, sino también les hacen perder su fe?
RESUMEN: En 2 Tesalonicenses 1, Pablo se alegra por la forma en la que los creyentes tesalonicenses permanecen fieles a pesar de tener mucha aflicción. Los anima señalándoles el gran cambio que se producirá en la segunda venida de Jesús. No importa lo que suceda hoy, tenemos la promesa de que Dios ejecutará justicia divina.
Compilador: Delfino J.